Nos deja Camilo Sesto, papa del pop melódico, un trozo de nuestras vidas, y por ello seguirá con nosotros, mientras sigamos cantando sus canciones.
Semanita intensa y vacía, como todas las de este veranillo precario. No sabemos si hay recesión o solo hay paro estacional. Con la ley de despido casi libre y los contratos por horas es posible despedir a saco basándose solo en miedo y datos de fuera.
Los políticos siguen cada cual a lo suyo, cada cual en su caja del pánico: hoy ha habido entrevista con Rivera en El Mundo, sale Casado terco con la suma, de la que C’s echa pestes. Y lo mejor, Felipe González en El País, trazando un panorama amplio del universo, un desastre bien explicado. Propone reconocer la propiedad privada individual de los datos personales.
El Periódico da un resumen de los juicios que quedan por corrupción, incluyendo los EREs y los Pujol. El Español entrevista a Mario Conde, que dice que la gente ya ha descontado la corrupción estandarizada y que el chalé de Iglesias, tan grande como el suyo, indica que el sistema funciona.
Seguimos igual, hastío, corrupción (descontada, según Conde, habrá que ver), y Blanca Fernández Ochoa + que, según José MAría García, había pedido ayuda económica por todas partes sin recibir respuesta de nadie. Madrid Norte sigue bien. Y Villarejo, a tope.
Hoy se reúnen de nuevo. Pero ¿quiénes?
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