Una de cada mil Una de cada mil

Historias de la Esclerosis Múltiple

Archivo de septiembre, 2015

Otro estudio sobre la lactancia en la esclerosis múltiple

Por el proceso en el que me encuentro, no podría pasar sin comentar el artículo que apareció sobre la lactancia materna: «El papel de la lactancia materna en esclerosis múltiple«. En la entrada que dediqué sobre la lactancia y mi decisión de no darla, mencioné que había varios estudios sobre la supuesta protección que ejerce la lactancia en nuestra enfermedad. Muchos me animasteis a que visitase la web de e-lactancia y comprobase si era seguro o no dar lactancia, curiosamente, me el resultado es completamente contradictorio a lo que recomienda la FDA, pero esto ya lo trataré en otra entrada.

Flickr/myllissa

Flickr/myllissa

Los datos del estudio, aunque son esperanzadores, todavía queda mucho camino por recorrer porque la diferencia de brotes post-parto de los dos grupos de mujeres (las que dan lactancia exclusiva durante dos meses y las que no) apenas se diferencias en un 14%. Aunque lo que me gustaría saber es algunos datos de la historia clínica de esas mujeres, es decir, el número de brotes, años de diagnóstico, … Porque para mí, no es lo mismo que una mujer que haya tenido un único brote y decida dar lactancia, que otra, que haya tenido varios brotes.

Coincido con el artículo, en dos puntos fundamentales. El primero, es que al igual que pasa con el embarazo, antes también se desaconsejaba para mujeres con esclerosis múltiple, los neurólogos, actualmente, se han vuelto mucho más tolerantes a la hora de que el paciente tome sus propias decisiones (algunos, no todos, pero vamos mejorando). El segundo, es exactamente lo que me dijo el neurólogo y que aparece en uno de los últimos párrafos:

A día de hoy, explica Moral, se recomienda lactar o no «dependiendo de qué tratamiento siga la paciente». «Si la enfermedad es muy severa», cuenta, «se recomienda empezar el tratamiento nada más dar a luz, porque éste le va a proteger más que la propia lactancia».

(Cambiando severa, por activa)

¿Cómo explicas tus síntomas más habituales?

figure-552115_640Muchos de los síntomas neurológicos que padecemos, son complicados de explicar y difíciles de entender. Siempre me ha ayudado compararlo con otras circunstancias que sean más comunes o ponerles nombre, para que cuando me refiera a él, mi entorno comprenda al instante lo que me está pasando, cómo me siento y qué es lo que necesito. Así que aquí van algunas de las explicaciones que más utilizo con mis síntomas habituales:

Calambres: son los mismos calambres que nos han dado a todos practicando algún deporte, solo que en mi cuerpo son más habituales y en cualquier zona del cuerpo.

Visión borrosa: generalmente suele ser de un ojo, y es como esa visión borrosa que tenemos muchas veces al despertarnos, aunque en vez de durar unos segundos, su duración puede ser mucho mayor (horas, días, semanas, meses).

Pérdida de equilibrio: este síntomas quizá sea uno de los más conocidos porque se sufre en varias patologías. Pero es como estar literalmente ebrio, sin haber probado ni gota de alcohol.

Hormigueo: de manera habitual, las hormiguitas suelen aparecer cuando una persona no mueve una parte de su cuerpo durante bastante tiempo, aunque con volver a moverlo y el paso de los minutos se van. A nosotros, esas hormiguitas nos pueden aparecer de forma intermitente o continua, desaparecen, van, vuelven. No es el síntoma más doloroso, pero es molesto parecer que tienes un hormiguero.

Pérdida de sensibilidad: ponte un guante en la mano, de esos que utilizan muchos trabajadores e intenta hacer las tareas del día a día. Muchas veces sentimos como si por encima de nuestra piel, tuviésemos una capa que nos impide sentir lo que tocamos de forma habitual.

Alteración de la sensibilidad: a veces una simple caricia, la sentimos como miles de agujas que se clavan, otras puede ser quemazón o frío interno.

Fatiga: este es el rey de todos los síntomas. Cualquier intento de explicar cómo me siento con este síntoma, se quedará corto, de ahí todas las entradas que le he dedicado. Pero una vez más, vamos a intentarlo, es como si estuvieses un mes sin comer, corriendo sin parar y con miles de pesas colgando de tus brazos y piernas.

¿Y vosotros, cómo explicáis vuestros síntomas?