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Entradas etiquetadas como ‘moda’

La ridícula moda de los ‘selfies’

Por Faten Fakih

Hace tiempo, los autorretratos hechos con los smartphones se empezaron a llamar ‘selfies’. Ya se realizaban antes, pero lo que ha cambiado es el término que se le designa a este acto. Lo único es que antes decíamos que era una foto para publicar en  Facebook o en Instagram.

El 'selfie' del año 2014

El ‘selfie’ del año 2014

Pero sólo se le dio importancia cuando los celebrieties empezaron a hacer autofotos, como la que hizo Ellen DeGeneres en los Oscar de 2014 con grandes estrellas de Hollywood, que fue la contribuyó a originar esta tendencia.

Sin darnos cuenta esta moda ha ido más lejos de lo que esperábamos y ha creado instrumentos para aumentar su uso. Pero nadie esperaba que se fueran a usar palos para hacerse fotos y que se iba a convertir en un instrumento indispensable para los amantes del autorretrato. Y si ya parecía una moda estúpida usar palos para sacarse una foto, se han creado unos calzados femeninos para poner el smartphone en la punta del zapato.

En vez de usar las manos, las mujeres pueden usar sus piernas como palos para hacerse fotos. Pero, las modas no son estúpidas, ni aquellos que usan estos instrumentos, si no el exceso y la dependencia por hacer autorretratos es lo que los convierte en instrumentos narcisistas. De todas formas, las modas sólo surgen para satisfacer las necesidades de la sociedad.

La solidaridad como cebo publicitario

Por Olga Rodríguez Noguera

Creo que hemos llegado a un punto en el que todo vale, en el que confundimos totalmente las cosas y perdemos valores, y esta semana, en un anuncio que vi por Internet, encontré un claro ejemplo de ello.

Una empresa de venta de moda femenina, VAN-DOS, aplica un 20% de descuento en el precio de venta, poniendo “SOLIDARIDAD” como código promocional por ser el 19 de octubre el día internacional del cáncer de mama.

Una mujer con una pañoleta rosa, color representativo de la lucha contra el cáncer de mama. (ARCHIVO).

Una mujer con una pañoleta rosa, color representativo de la lucha contra el cáncer de mama. (ARCHIVO).

Señores ¿hay que recordar que el cáncer es una enfermedad? El día 19 no es una celebración, no es una fiesta, es un recordatorio de que hay muchas personas que desgraciadamente padecen esa enfermedad y de que hacen falta recursos, ayudas y, en definitiva, dinero para investigación, para ayudar a los enfermos… No se puede hacer negocio con eso, ya que no colaboran, no benefician, no hacen nada positivo a la causa, lo único que intentan es beneficiarse utilizando el cebo de la solidaridad y el cáncer como gancho.

A dicha empresa les he pedido que retirasen dicha promoción, que dejen ese descuento, que sigan negociando pero que no utilicen una enfermedad como eslogan. Hasta la fecha de envío de mi carta a ustedes no lo han hecho, retiraron un post que tenían en redes sociales, pero tanto en su web como en la calle seguía.

A mí me ha tocado vivir el cáncer de cerca, de lleno y por desgracia a muchísimas personas. Desearía que no lo vivieran tan de cerca como yo, ni siquiera de lejos; en todo caso sabrían por qué entonces publicidades como esta duelen en el alma. Todo no vale.

Para presumir… basta con ser feliz

Por Pedro Pablo Pellón

Facua exige la retirada de un biquini con relleno para niñas. (Facua)

Facua exige la retirada de un biquini con relleno para niñas. (Facua)

Recientemente, una cadena de hipermercados ha tenido la ‘genial’ idea de poner a la venta unos biquinis para niñas de entre nueve y catorce años. Hasta ahí todo normal. El problema viene cuando vemos que esos biquinis llevan relleno en su parte superior. Como bien dice la organización de consumidores Facua, este producto potencia una peligrosa erotización de la infancia. Sin duda es todo un despropósito, alguien en esta empresa no ha hecho bien su trabajo y no se ha parado a pensar en lo peligrosas que pueden llegar a ser estas «tendencias».

Imagino que tarde o temprano la empresa comercializadora retirará el producto puesto que no le merece la pena el desprestigio y el desgaste de su marca a cambio de los cuatro euros que puede ganar de la venta de semejante engendro de biquini.

Los consumidores —y especial las consumidoras— deberíamos preguntarnos qué problema tienen los diseñadores de moda femenina. No sé, quizá sea que la mayoría de los diseñadores son misóginos, pues de otra forma no se me ocurre explicación que justifique patrones de belleza que casi potencian la anorexia, la exigencia de modelos hiperdelgadas que quepan en prendas de tallas inferiores a la 38 o el diseño y la fabricación de zapatos que teóricamente son para andar pero parecen objetos de tortura para pies y espalda.

Las mujeres deben abrir los ojos, sentirse bien por sí mismas, sin necesidad de rodearse de una ‘moda’ que las obligue a sufrir. Lo de “para estar guapa hay que sufrir” es una estupidez digna de algún diseñador de moda misógino. Para que una mujer esté guapa basta con que sea/esté feliz y se vista con ropa cómoda —o al menos no dañina— para su cuerpo y bonita a sus ojos. Las mujeres —las personas— son bellas por sí mismas, todo lo demás son rellenos superfluos.

Hijos de Caín: rockeros y metaleros, anatemizados en este país en pleno siglo XXI

Por Carlos Naranjo

Soy de estética rockera, aunque un tanto más discreto que el tópico; camisetas de grupos o moteras, pelo medio-largo, etc. La cuestión es que el otro día fui a mi super habitual, en el cual llevo medio año dejándome mis dineros a dos compras mensuales, que no es poco. Pues bien, dicho día y aun siendo cliente habitual, de los que tienen la tarjeta del super y esas cosas, la cajera de turno, una señora de mediana edad, me mira de arriba a abajo nada más entrar; lo cual a estas alturas y a mis 36 años ya ni me sorprende pero bueno, sigue siendo igual de desagradable. Al llegar a la caja para pagar mi compra vuelve a su mirada inquisitiva y me pide que me vacíe los bolsillos… Muy educadamente, eso sí, pero hay cosas que aun pidiéndolo con educación suena a ‘disculpa por favor, ¿tendría usted la amabilidad de que me permita pegarle un tiro? Vamos, que escuece. Así que dado el anterior recibimiento y viéndolo venir no puedo evitar una absoluta cara de sorpresa y un ‘bueno, si quieres me bajo los pantalones también, por si acaso…’.

Estupefacto como estaba, y sin mucho tiempo para reaccionar, espero unos días y vuelvo para hablar con la encargada, más calmado. Le cuento toda esta historieta añadiendo que nunca he dado ni problema ni razones para esa actitud, que me gano la vida tan honradamente como cualquiera, que llevo medio año dejándome mis pelas puntualmente y que me conocen de sobra, y que si hubiera sido uC:UsersibarberoPictureshe20001.JPGn ‘señorito’ de chaqueta y corbata o niño bien no me habría tratado de esa manera ni de lejos. De igual manera le comento que si no tienen dispositivo de alarma o agente de seguridad que verifique esas cosas lo que no puede hacerse nunca, nunca, es humillar a una persona y cliente en público, tratándolo como un delincuente simplemente porque no le gustó ni mi cara ni mis pintas. A esto que, en fin, se me atiende más burocráticamente que diligentemente con un ‘disculpe si se le ha ofendido’. Y asunto cerrado. Eso es todo, después de comprar fiel y exclusivamente en dicho establecimiento al que, obviamente, no voy a volver ni yo ni los míos; así se congele el infierno si alguna vez vuelvo a pasar siquiera por delante.

Y ahora, la reflexión. ¿Tan poco han cambiado las cosas? ¿Sigue habiendo aún tanto paleto de botijo y tanta escasa cultura en este país como para ser aun condenado y maldito como a un canalla simplemente por no llevar corbata ni escuchar al Bisbal o lo que se supone que hace la gente ‘normal’? ¿O es que no tienen ni idea de que precisamente en nuestra comunidad hay médicos, abogados, empresarios, licenciados en música histórica -yo, por ejemplo-, en historia o filología, en imagen y sonido y gente, por lo general de un perfil cultural y educación medio-alto? No, creo que aún no lo saben, pero ante esta triste ignorancia y discriminación siempre nos quedará ser lo que siempre hemos sido y con mucho orgullo: Hijos de Caín.

PD: Afortunadamente, la otra mitad de este país sigue siendo razonable. Mis saludos al resto del personal, con quien no he tenido problema alguno.