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Entradas etiquetadas como ‘carrera de la mujer’

Quiero correr de rosa en la Carrera de la Mujer y no me dejan por ser hombre

Por Pedro García Moreno

Más de 30.000 mujeres participando en la Carrera de la Mujer de 2014 (EFE).

Más de 30.000 mujeres participando en la Carrera de la Mujer de 2014 (EFE).

Quería comentar algo que a mi parecer va en contra de la idea de la lucha contra el cáncer de mama que plantea la organización de la Carrera de la Mujer que se celebra este domingo.

Mi prima me inscribió en la carrera que se celebra este domingo en Madrid. No tengo intención de competir contra nadie, ni de llevarme ningún trofeo, sólo quiero compartir ese momento con mi madre, mi tía, mi prima Rebeca y la novia de mi hermano. Pagué por mi dorsal porque me parece un evento importante, entiendo que es una competición para mujeres, pero más allá de eso es un evento que trata de concienciar a la gente contra el cáncer de mama; enfermedad que también podemos sufrir los hombres.

Según la organización y pese a haber aceptado la inscripción como varón y el pago de la misma por una buena causa, no puedo correr por ser hombre, y la solución que me dan es devolver el dinero.

Repito, mi intención no es ganar, es pasar un día con las mujeres de mi familia que participan en la carrera. Me quiero poner la camiseta rosa y estar ahí con mi dorsal. ¿Por qué no existe un dorsal cero para los hombres que queremos apoyar esta iniciativa como comenta una participante? Esto debería ir más allá del sexo de las personas, debería ser igualdad ante una enfermedad. En mi familia perdimos a mi abuela muy joven por un cáncer de matriz, y una de mis mejores amigas sufrió un cáncer de mama del que ha logrado salir. Solo quiero apoyar la iniciativa.

 

¿Vale lo mismo la intimidad de los hombres que la de las mujeres?

Por J. M. Linares

Un hombre y una mujer hacen ejercicio en un gimnasio. (ARCHIVO)

Un hombre hace ejercicio en un gimnasio. (ARCHIVO)

El otro día me sentí humillada en el vestuario del gimnasio municipal al que acudo. Estaba recién salida de la ducha cuando, tras tocar a la puerta y sin esperar permiso, entró un señor de la limpieza.

El vestuario estaba bastante lleno y todas nos mirábamos con incomodidad y asombro ante aquella invasión de nuestra intimidad.

Cuando lo comenté en recepción, me dijeron que no podían contratar a una mujer para limpiar el vestuario femenino y que en la puerta indicaba el horario de limpieza. Me sugirieron que pusiera una reclamación en el ayuntamiento si no me parecía correcto. Lo hice, pero la respuesta del ayuntamiento fue más o menos la misma.

Por supuesto, no estoy culpando a ese señor de la limpieza que sólo cumplía con su trabajo, pero ¿es de recibo que un hombre entre a limpiar en un vestuario lleno de mujeres? ¿No deberían organizarlo de otro modo? ¿No es indignante?

P.D.: En realidad soy un hombre, la escena fue en el vestuario masculino y con una señora de la limpieza. Así parece más normal, ¿no? Parece que la intimidad de un hombre no vale lo mismo que la de una mujer.

Discriminación en la ‘261 women’s marathon’

Por Jorge Skibinsky (*)

Reivindicar los derechos de la igualdad entre hombres y mujeres con un maratón es en principio una buena idea. Sin embargo, y aquí viene el problema, hacerlo organizando una carrera sólo para mujeres es un error.

La corredora Kathrine Switzer . (EFE)

La corredora Kathrine Switzer . (EFE)

Kathrine Switzer participó en la maratón de Boston (EE UU) de 1967 en la que sólo se inscribían hombres. Entonces se hizo visible una discriminación por sexos en aquella disciplina, pero ¿no pasa lo mismo ahora con la carrera 261 women’s marathon, sólo para mujeres, celebrada en Palma de Mallorca el 30 de abril? ¿No se cae en la misma discriminación contra los hombres al no dejarlos participar en ella? Y si un hombre cualquiera hubiera decidido participar ¿los jueces lo habrían echado de la competición como hicieron en su día con Kathrine Switzer? Y si ese hombre hubiera ganado la competición, ¿lo habrían acusado de machista o de usar tal vez su condición física para mostrar la superioridad de los hombres frente a las mujeres?

En cualquier caso, el feminismo está cayendo bajo al asumir las ideologías radicales de rechazo a los hombres que tanto daño les han hecho cuando ellas se sentían discriminadas. No se puede luchar contra una discriminación creando otra de sentido contrario. Se trata del nuevo hembrismo de género radical, sexista y masculinófobo. No pretenden una sociedad igualitaria, ni siquiera luchan por las mujeres, sino por obtener los beneficios propios de los grupos de poder: el control institucional y el acceso al dinero público. Aprendan a distinguirlas y a combatirlas.

(*) Presidente de la Asociación de Padres de Familia Separados de las Islas Baleares (APFSIB)