‘Encarcelan’ a un doble del presidente Trump tras colarse en su lujosa Torre

El pasado 30 de marzo un colectivo artístico se coló en el hotel de la Torre Trump de Nueva York para realizar una performance de 24 horas sin permiso alguno. Contrataron una lujosa habitación que cuesta 1.000 dólares la noche. La convirtieron en una cárcel reivindicativa y sucia, una pocilga posfuturista. Después encerraron en ella a un doble del presidente de los Estados Unidos, luciendo su característica gorra roja y esposado. Invitaron a un reducido grupo de periodistas a asistir a este espectáculo que llamaron People’s Prison.

La acción de guerrilla artística fue llevada a cabo por el grupo Indeclinecuya última acción, sonada en 2016, había sido dejar por las calles de varias ciudades americanas estatuas del presidente desnudo (muchas de ellas fueron destruidas por votantes enfadados). Este colectivo está formado por artistas anónimos muy críticos con la figura de Donald Trump y el pensamiento neoliberal.

 

Documentaron todo el proceso en un vídeo que han colgado en las redes sociales (al final de esta entrada). Fueron los propios trabajadores del hotel quienes sin saberlo les ayudaron a subir a la espaciosa suite el material necesario, incluyendo obras de arte que exhibirían en esta galería subversiva. Allí desmontaron la habitación con la maña de un albañil espía, y levantaron los barrotes de hierro. Ensuciaron el escenario utilizando residuos de comida rápida. Cubrieron las paredes con una exposición de varios retratos- rostros enmarcados en banderas americanas invertidas como símbolo de disconformidad-, realizados por 13 artistas.

Estas pinturas evocaban las figuras de aquellos activistas históricos que consideran que son “los grandes revolucionarios americanos”, como Edward Snowden, Noam Chomsky, Malcom X, Betty Friedan o Angela Davis. Su idea era rodear a un Trump encarcelado de las imágenes de los defensores de los derechos civiles, de quien el mandatario consideran que es su antítesis.

Soltaron además ratas vivas por los suelos del hotel del Presidente.

Terminada la acción devolvieron la habitación a su lujo original. Hicieron el check-out sin que los trabajadores de la Torre Trump se dieran cuenta de que por unas horas un doble de su jefe había estado encarcelado en sus propios dominios.

 

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