La única película de animación oficialmente prohibida por la URSS

Todas las películas prohibidas, señaladas por el filo del señor de las tijeras, por la mordaza ubicua que cabalga sobre nubarrones históricos, tienen su atractivo heroico, su triunfo moral en la derrota anunciada; más si la obra de arte nace para criticar al enemigo y termina siendo finalmente un reflejo de tu propia sociedad, que es siempre pulcra, avanzada, mejor, virtuosa y buena, bajo el prisma de las lentillas ideológicas que proporcionan al censor una vista de hiena.

The Glass Harmonica, del director ruso Andrei Khrzhanovsky, nació en los años 60 como un proyecto de crítica soviética contra la sociedad burguesa que brutalizaba y alienaba a sus ciudadanos con dosis masivas de avaricia, políticas de terror y soledad.

Cuando los censores de la era Khrushchev vieron la película de animación pronto percibieron que este alegato retrataba- además de la demoniaca sociedad burguesa- la relación entre el individuo y un poder autoritario. La carga contra la burguesía terminaba siendo una carga contra la URSS. Los dos polos tenían algo en común en este imán de la Guerra Fría: poderes que subyugan a los individuos, sociedades grises que aspiran a una única pauta y control. La proclamación de un invierno eterno.

La película es un tributo a los distintos estilos de pintura europeos, con influencias de Giorgio de Chirico, Magritte, Grosz, Bruegel o el Bosco, y narra la fabula de un artesano que crea un instrumento que inspira pensamientos nobles en los ciudadanos y que debe enfrentarse a un demonio amarillo- poderoso caballero…- que tiene dominada a una ciudad. Burgueses y proletarios están sometidos en ese mundo a deseos maníacos de riqueza y poder, inducidos por un hombre de traje negro, y deformados hasta parecerse a bestias por el yugo del diablo dinero.

Se trataba de una sátira contra la burocracia, y fue la única película de animación oficialmente prohibida por la Unión Soviética a pesar de la corriente liberalizadora iniciada entonces por Khrushchev. El stalinismo ya había purgado antes a muchos artistas por pecar de modernidad occidental o por alejarse del realismo socialista didáctico. No obstante, la animación soviética – quizás por esa máxima banal de que los dibujos son siempre inocentes- gozó de relativa libertad y elocuencia. Como en los Estados Unidos, fue un poderoso instrumento de propaganda.

En el corto de Khrzhanovsky la armónica de cristal- metáfora del arte, el conocimiento o la ideaes un instrumento que puede despertar la espiritualidad de una sociedad perdida, anestesiada, dominada por instintos egoístas. El villano es ese hombre de negro que acaba identificando- y ese es el pecado del film- a todos los hombres que ennegrecen el mundo: un matón capitalista, un gerifalte de la KGB, un cacique, un brazo ejecutor, un miembro de politburó, un neoliberal, un ideólogo.

La fabula funciona contra todos los hombres que están dispuestos a romper la armónica de cristal, sea cual sea su credo. Los soviéticos decidieron romper el instrumento llamado película cumpliendo así con el don profético del arte. Khrzhanovsky sintió entonces en el hombro el peso de la mano del ser oscuro.

Stanislaw Lem decía que «la muerte iguala a todos los muertos«, y esta es una verdad extensible a los asesinos. No existe movimiento político o ideología que diga que se trate de exterminar al enemigo, tanto el genocidio como la censura se organizan en nombre de grandes conceptos: prosperidad, justicia, espacio vital…

Así lo escribió Lem en su indispensable libro Provocación:

Nadie dice que se trata de inhabilitar, aislar y luego quemar o envenenar a esta u otra gente, parásitos, explotadores, rufianes, contaminados por su propia raza, religión o riqueza, y que hay que degollarlos junto a sus hijos recién nacidos, hasta el último: en el mundo entero, lleno de extravagancias que hoy llegan hasta la locura, no existe tal declaración.
«La mentira como premisa del asesinato tiene múltiples formas», continuaba Lem. El dinero, demonio amarillo, es intercambiable por el ansia de poder. Las lentillas ideológicas deforman a los humanos hasta convertirlos en hienas.

Quizás llegue un día en que ninguna sociedad tenga que verse reflejada en esta metáfora de la armónica de cristal, aparato frágil y poético que libera. Acaso nuestros hombros se libren del peso de los hombres de negro.

 

2 comentarios

  1. Dice ser evolución cataasstrófica la nuestra

    La mentira, el interés pactado, la locura de poder, la idiotez de querer hacer pensar a todo el mundo como pensamos cuando ni siqueira sabemos pensar por nosotros mismos de un modo correcto, el imponer, el erradicar de la realidad de la gente y de su cultura otros pensamientos diferentes… La agresión, la violencia, la marginación, la estigmatización… la avaricia… el mundo humano desde que es mundo, desde que crearon las primeras fronteras y banderas. La separación de otros grupos desde principios irracionales y falsos, interesados. El planeta humano, ese profundo pozo de amargura y horror que, de tarde en tarde, parece encontrar luz de evolución cierta. La Historia humana, calvario de crueldades horrendas, de injusticias abominables. El planeta humano en la Tierra, sectario, irracional, brutal, histérico, temeroso, muy bestia al que le cuesta dar pasos adelante. Ojalá desaparezca para siempre el modo de crear Historia a base de intolerancias y violentas desvergüenzas.

    27 diciembre 2017 | 13:48

  2. Dice ser Marcos

    En EEUU sin embargo era más habitual censurar los dibujos animados. Un buen ejemplo:

    http://documentalium.blogspot.com.es/2016/10/censored-eleven-los-dibujos-animados.html

    27 diciembre 2017 | 15:05

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