La Verdad es una tía desnuda y está cabreada

Yo una vez me enrollé con la Verdad, fue un amor corto, es cierto, pero pasional, diría que sadomaso. La Verdad es una domina que suele ir armada con un látigo, y que sale de un pozo profundo, como sugería Demócrito, que la amó antes que yo.

“Si así es, nunca encontraremos la verdad, pues se halla en el fondo de un pozo”, dijo.

La verdad saliendo del pozo (La Vérité sortant du puits), de Jean Léon Gerome 1896. Wikimedia Commons

La verdad saliendo del pozo (La Vérité sortant du puits), de Jean Léon Gerome 1896. Wikimedia Commons

A veces, solo a veces, ella, muy digna, sale del foso para castigar a la humanidad, como en el cuadro que el academicista Jean-Léon Gerome pintó en 1896. La verdad se te aparece desnuda –nada tiene que esconder- y empieza a pegarte. Te quedas gélido, alucinado. Así el amor con ella si no respondes a sus llamadas o Whatsapps.

Supongo que lo hizo porque era periodista, y me dijo que eso le parecía sexy. “Vamos esclavo, ponte a escribir…” Se supone que los periodistas y políticos deberíamos estar entre sus primeros amantes, que somos mansos con ella. Es mentira, claro, en realidad muchas veces nos comportamos como unos patanes, tenemos alma de coyote: viene la jovencita dinero, o la casquivana envidia, o la exuberante avaricia, y empieza a acariciarte con sus labios de botox el ego, la neurosis o la autoestima -tenemos muchas zonas erógenas-, y entonces la Verdad te parece -así es el arte de este encantamiento- vieja, pasada, flácida, como una gracia caída en desgracia. La insultas: la llamas post, prefijo que significa «después de», o simplemente, «después» (y esto es peor que decirle vieja). La Verdad tiene otro canon de belleza que no se ajusta al actual; aunque no tengo claro si hubo un tiempo en que la pobre estuviera de moda.

Como una fiera se lanzó sobre mí, apenas pude replicarle, quería decirle que no todos los y las periodistas éramos sexys o iguales. Caí al suelo subyugado por su recio látigo. A una de las trenzas de este azote, que dominaba con maestría samurái, la llamó contrastar; de las otras dijo que eran la ética, responsabilidad, buena praxis, esfuerzo y diligencia debida. Es rápida la Verdad cuando aparece, más inmediata que una noticia falsa en la Red. Como toda mujer, qué fuerza tiene.

Me dio la sensación de que estaba confundida, no sabía si fustigarme o acariciarme (esta es la virtud del sadomasoquismo). La Verdad, he de decirlo, no se parece a ninguna otra chica que haya conocido. La había visto en el cuadro de Gerome que he citado antes: es una mujer morena con rostro furibundo (lo cual es atractivo solo a medias). Tiene un cuerpo grácil y equilibrado, unas piernas fuertes y demasiadas cicatrices en el lomo (en el lienzo de Gerome – que lleva al éxtasis sensual a muchos puristas- no puede apreciarse este detalle). Me dijo que antes de haber decidido salir del pozo otros la habían golpeado primero. No es vengativa, solo justa, recalcó.

La Verdad es una mujer maltratada, sufre en lo cotidiano la violencia, la más íntima de todas: cada día una guerra, un tweet, una proclama, un contrato público, o un talonario le deja un buen moratón. Aún con todo, no le gusta maquillarse. ¡Que vean lo que me hacen!, parece decir.

Es digna. Es paciente. Concienzuda. Sabe que lleva la razón, porque ella es la única válida. Sustenta las leyes del universo y dota de sentido a cualquier opinión. Y un día, más tarde o temprano, sale del pozo, por mucho que dijera Demócrito, o el ideólogo Nazi, Joseph Goebbels​, con aquel lema de que si repites mil veces una mentira acaba siendo verdad, que es como decir que si le repites mil veces a un peludo chimpancé que es la Venus reencarnada, un día, por arte de magia, acaba siendo ella (hagan la prueba en el zoo).

De la Verdad depende que los niños crezcan con sesera y que el futuro se sostenga, pero no es una chica fundamentalista: un mundo de verdades absolutas acabaría destruido en cinco minutos. Digamos que es una amante del equilibrio, que se exige en las cosas importantes, y que en estos días nuestros lleva un cabreo tremendo.

A veces creo que es aragonesa, tozuda, directa, fuerte como una roca. Por muchos azotes que ella reciba en su pozo, sigue susurrando a los periodistas, políticos, líderes religiosos, a jueces y fiscales, ideólogos, comentaristas, publicistas, diseñadores, científicos, educadores, funcionarios, consejeros de administración, autónomos… estoy aquí, soy atractiva, seamos amigos, seamos fructíferos, hagámoslo, o un día saldré del pozo, y entonces me llamaréis arpía (coloquialmente, mujer muy fea).

Sí, un día saldrá del pozo- porque siempre sale de su agujero y lleva tiempo esperándolo- y revisará nuestros perfiles de Twitter, recordará cada puñetazo de ingenio que le dimos. Cada exhibición, caza de brujas y trolleo. Cada idiotez que multiplicamos para ningunearla y ocultarla entre bolas de voces, imágenes y palabras. Visitará juzgados. Se tomará su tiempo en las declaraciones de los políticos – comprará varios látigos en Amazon-, entrará como un Cristo furibundo en los platós de televisión – el tertuliano, ese ser cuyo poder de multiplicación se parece al de la célula, ha adquirido boletos-, golpeará en los telediarios en prime time, se detendrá en los pies de cada una de las fotos vacacionales de Facebook –machacará sin compasión a los algoritmos de selección de noticias-, pondrá su mano en nuestra agitación y propaganda de salón, en las empresas que dicen defender valores sociales y ecológicos, en la banca, la industria, en la derecha, el centro, la izquierda, en los médicos y coachers, en los farmacéuticos, granjeros, CEO’s, dentistas, mecánicos, informáticos, policías, profesores universitarios, contables, artistas, taxistas, fontaneros…

Tiene trabajo. Supongo que tardará días o años en darnos a una buena paliza a todos y todas. ¡Cómo que posverdad! ¡Cómo que fuente fiable! ¡Cómo que sede social! ¡Cómo que méritos! ¡Cómo que esto es así! ¡Cómo que interés público! ¡Cómo que hay que cambiar la pieza! ¡Cómo que nada podemos hacer! ¡Cómo que armas de destrucción masiva!

¡Toma! ¡bumm! ¡Zasss!

Nos dará miedo y la llamaremos entonces terrorista, monstruo de tres cabezas, cíclope, peste, o lo que es peor: ¡mentira!

Su látigo es sin embargo dulce porque enseña, aunque sea látigo. Quizás nos cueste un tiempo entenderlo. Es la mejor amiga o domina que uno puede tener, y no es tan intransigente como parece: a veces se deja vestir de veracidad, y sigue pareciéndose a ella, pero en vez de desnuda lleva ese vestidito corto de la honestidad que tanta falta nos hace, porque la Verdad, es cierto, puede parecer demasiado impúdica para lo niños que somos, o ser una de esas modelos inalcanzables.

Sus pechos tienen buena leche aunque pueda ser amarga (la Mentira, en cambio, con ese pedazo de escote, lleva heroína: te deja a gusto mientras te carcome por dentro). Hemos aprendido a odiarla porque el Engaño y la Ignorancia son los padres y tíos fundadores de las patrias, elecciones y asambleas.

Un día estuve con la Verdad, y no era mi amante, he mentido para intentar atraparos en el principio del texto (ya recibí mi latigazo por ello): era un ser cercano, como una madre, como una tía, somos los hijos de una verdad maltratada dispuestos a repetir los actos del padre. Parecía dolida. Algo enfadada. Tenía la misma expresión facial que en el cuadro de Gerome. Antes de regresar a su pozo, me dijo, sin embargo, que siempre nos quiere, aunque la próxima vez, amenazó, el látigo sería bastante más gordo.

Javier Rada

12 comentarios

  1. Dice ser la Verdad no mola, espanta

    La Verdad tiene que estar cabreada con este mundo. Es iposible que la Verdad esté contenta viendo este mundo tan lleno de sectarismo, fanatismo, intereses de parte, trampas, estafas, corrupciones, censuras corporales y sexuales, torquemadismo estúpido, razonamientos viscerales, abusos de poder bestiales, crueldad hecha fista, tradiciones aberrantes… Es imposible que este mundo tan variado y aún así tan cerrado en casi toda su variedad, sea orgullo para eso que llaman Verdad.
    Y tiene que estar desnuda porque la galería de la hipocresía ya se ah quedado con todas las corazas.

    14 diciembre 2017 | 16:15

  2. Dice ser infoshow

    Como habiendo salido de un pozo tiene el pelo seco y no chorrea agua por todos sus poros?

    14 diciembre 2017 | 17:21

  3. Dice ser Sociólogo Astral

    ¿Como no va a estar cabreada esa mujer si la han tirado a un pozo desnuda?

    14 diciembre 2017 | 18:47

  4. Dice ser Antonio Larrosa

    ¿Esta es la famosa Ana que estaba tan mojada?

    Clica sobre mi nombre

    14 diciembre 2017 | 19:49

  5. Dice ser yo

    Aragonesa= tozuda,directa y fuerte como una roca es el paradigma de los tópicos.Los maños son marrulleros,indirectos,mareantes y puñeteros.
    En Huesca tendrá ud mucho éxito escribiendo en este periódico maño y feminista que no hace sino exaltar hembras y hundir machos……..
    enhorabuena mañico!

    14 diciembre 2017 | 20:02

  6. Dice ser Javito

    Está cabrada porque le habían quitado la escoba y la fregona.

    14 diciembre 2017 | 20:35

  7. Dice ser lo que se ve y lo que no se ve

    La verdad y las apariencias.

    https://www.liveleak.com/view?i=b2e_1513226030

    14 diciembre 2017 | 21:14

  8. Dice ser Iñaki

    Es oportunista el barbas,ya lo creo. Con esa foto de la mujer en pelotas se asegura estar en la delantera de este digital,y encima pone bien a los aragoneses.

    y me pregunto: vivirá el barbas en tierra Aragónesa? o todo es postureo baturro

    14 diciembre 2017 | 22:16

  9. Dice ser Jaume

    Mi mas sincera enhorabuena al autor, muy buen artículo.

    Al resto de comentarios sobre si deberia tener el pelo mojado, una fregona o que si el autor esta barriendo para Aragon.. SOIS BASURA…

    Es un articulo que no ofende, que no incita, ¿por que teneis que ser tan subnormales? no lo entiendo… es el trabajo de una persona, o quiza no le estén pagando por esto, pero sea como sea, si realmente no os gusta decid que es lo que no os gusta, argumentadlo.

    Pero no seais tan gilipollas por favor, ¿que le esta pasando a este país? esta infectado de ‘cuñadismo’ allá donde mires. Que realmente asquerosas tienen que ser vuestras vidas para estar sacando punta a todo lo que os pasa por delante sin ni siquiera argumentarlo, sois patéticos. Si no os gusta vuestra vida haced algo por cambiarla, pero no jodais la de los demás.

    Para una cosa buena que aparece en este periodico, ya teneis que venir a joderlo los cuñaditos de los cojones.

    15 diciembre 2017 | 00:02

  10. Dice ser Por Supuesto

    Guau, no he pasado del primer parrafo

    15 diciembre 2017 | 08:03

  11. Dice ser afeminamiento

    La Verdad es una tía desnuda y está cabreada

    Tambien puede ser la mentira, cabreada porque la han pillado saliendo del pozo; o la manipulación, el zorreo, la maquinación y más siendo una tia (seguramente femi-comunista, femi-marxista, femi-bolchevique)…..

    Asi que menos «peloteo»…..

    15 diciembre 2017 | 11:16

  12. Dice ser patético

    La verdad es una mujer desnuda,cabreada y aragonesa. (según el que escribe esto)
    El autor que acaba de descubrir «la verdad» nacio en Huesca pero «NUNCA VIVI ALLÍ»
    No le parece que esta frasecita sobra .No desprecie tanto su tierra ,coñe!
    Y enhorabuena: El barbero le perfiló muy bién la barba para la foto.

    15 diciembre 2017 | 11:54

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