Un simulador interactivo de olas y otros sueños electrónicos

© David Li

Captura del simulador de olas de David Li

Imagino a David Li, del que sólo sé que vive en Londres, como a un otaku irredento, inseparable de sus logaritmos y códigos de programación —todos por cierto, dado que no hay interés crematístico alguno por su parte, son abiertos y los comparte en esta cuenta de GitHub—.

¿Qué regala al mundo esta persona? Su contribución a la humanidad es de tal deliciosa ineficacia práctica como, digamos, la poesía: un leve ardor, un vaporoso cosquilleo, un posible camino hacía el vacío mental.

¿Un ejemplo? El generador de olas oceánicas que pueden ver en funcionamiento en este vídeo.

Es bastante más divertido que observar pasivamente el vídeo entrar en la web del Ocean Wave Simulation e intervenir en el asunto modificando la velocidad del viento, el punto de vista y tamaño de la superficie oceánica y los grados de cresta y altura de las olas.

No esperen la misma experiencia sensorial de un simulador de tormentas, pero dejar que el emulador oceánico te meza en su profundo azul tiene algo de koan zen, de revelación lenta y cadenciosa.

En el caso de MIDI Smoke, Li propone un teclado que produce con la presión sobre las teclas columnas de humo coloreadas. Hay una apliación para usar el invento [fichero comprimido] pero el autor advierte que es necesario disponer de un teclado MIDI y una capacidad de procesamiento muy alta en el ordenador.

En Disintegration, el programador de vale de una combinación de partículas volumétricas, animación eskeletal y ruido para crear un perfil vagamente humano que avanza al mismo tiempo que se disocia. El usuario puede controlar la velocidad de la descomposición.

Otros sueños electrónicos de Li también tienen que ver con la fluidez: Volumetric Particle Flow, donde la interacción es más amplia —pueden modificarse el número de párticulas, la velocidad, la turbulencia y el color— y Vortex Spheres.

Incluyo abajo los vídeos de ambos proyectos de animación, pero solamente porque la codificación de este blog no admite la verdadera emoción de disfrutar de los juegos poéticos de David Li en línea. Lo mejor, insisto, es que visiten la página del poético programador y hagan a su antojo uso del surf —nunca tuvo tanto sentido de liquidez el término—.

Jose Ángel González


2 comentarios

  1. Dice ser Mola

    Me gusta pensar en estas tecnologias como «carne de call of duty»

    29 febrero 2016 | 17:41

  2. Dice ser G.P.V.

    ¡Qué interesante!

    29 febrero 2016 | 19:37

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