El pintor que traslada la soledad de Edward Hopper al siglo XXI

'Q Train' - Nigel Van Wieck

‘Q Train’ – Nigel Van Wieck

Cada obra de Edward Hopper (1882-1967) es un charco de silencio, una nueva forma de entender la soledad: el ser humano del siglo XX se encierra en sí mismo, se desconecta de sus semejantes y está rodeado de paisajes tan bellos como melancólicos. El artista obliga siempre al espectador a llegar tarde y sólo le permite adivinar un fragmento de la historia completa.

El año en que nació el pintor Nigel Van Wieck (Reino Unido, 1947), Hopper pintaba Summer Evening (Noche de verano), una escena veraniega bañada por la luz blanca del porche de una casa de madera. La mujer, poniendo los brazos hacia atrás para apoyarse, lleva una cortísima falda rosa con un top del mismo color; el hombre está ligeramente inclinado hacia ella. Entre la tensión y la incapacidad para comunicarse, ambos permanecen a la espera de que suceda algo en los próximos segundos.

'Without Even Looking' - Nigel Van Wieck

‘Without Even Looking’ – Nigel Van Wieck

Sin ocultar su deuda con Hopper, el británico Van Wieck —que emigró a los EE UU hace más de tres décadas— continúa con el universo solitario que plasmó el autor estadounidense. A menudo traslada esa atmósfera al presente, con personajes que viven su aislamiento en vagones vacíos de metro o han caído en la adicción del smartphone; también se permite acercamientos más clásicos en jardines, parques, playas de Florida y ventanas indiscretas que captan la intimidad en el interior de un apartamento neoyorquino cualquiera.

«La realidad es mucho mejor cuando se imagina», declaró en una ocasión a Peter Trippi, especialista en arte del siglo XIX y XX. Aunque podrían condensar la espontaneidad de un instante, las pinturas no tienen nada de improvisadas. El artista es meticuloso con sus composiciones y las define como «construcciones cuidadosamente editadas», usa recortes de revistas, fotos y modelos del natural, hace estudios a lápiz, coloca y recoloca los elementos y no duda de tirar de Photoshop cuando la composición se le resiste especialmente.

Sabe cómo dirigir las miradas al punto exacto, a la cara oculta tras el abanico, al cuerpo desnudo que sólo se entreve tras el cristal de la ventana, a una sombra alargada y masculina que se proyecta en un rincón desierto de la ciudad. Igual que Hopper, Van Wieck cuenta una historia sin principio ni fin, pero que se entiende al primer contacto visual.

Helena Celdrán

'First Floor' - Nigel Van Wieck

‘First Floor’ – Nigel Van Wieck

'Summer Vacation' - Nigel Van Wieck

‘Summer Vacation’ – Nigel Van Wieck

'Connect' - Nigel Van Wieck

‘Connect’ – Nigel Van Wieck

'The Welder' - Nigel Van Wieck

‘The Welder’ – Nigel Van Wieck

'The Gardener' - Nigel Van Wieck

‘The Gardener’ – Nigel Van Wieck

'Signal' - Nigel Van Wieck

‘Signal’ – Nigel Van Wieck

1 comentario

  1. Dice ser ay no

    Por favor, no comparemos… Quítenle la cámara de fotos a ese chico.

    15 julio 2015 | 11:14

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