Quince discos para explicar un solo disco

Las quince piezas

Las quince piezas

Los quince discos de la ilustración son las piezas para armar un solo disco, una de las obras con más poder de la historia del rock: Larks’ Tongues in Aspic, editado en marzo de 1973 por King Crimson, la perseverante, loca y admirable unidad de trabajo de Robert Fripp.

Para conmemorar el 40º aniversario del álbum, el quinto del grupo y el primero en el que Fripp pudo lanzarse al vacío de la experimentación radical, han editado un extravagante cofre de 15 discos que recomponen y explican la génesis y el desarrollo del álbum. Larks’ Tongues in Aspic: The Complete Recordings es el ejemplo de archivismo más extremo del que se tenga conocimiento: quince discos (13 CD, un DVD y un Blue-Ray) y un folleto de varias decenas de páginas para desenredar la madeja de un solo disco.

Pensarán ustedes que se trata de otro producto para fanáticos con el bolsillo bien forrado —la broma sale por más de 100 euros— y tendrán cierto grado de razón: estamos ante un disparate y no seré yo quien recomiende la compra.

Anotada la precaución —y teniendo en cuenta lo fácil que resulta en estos tiempos pedir prestada una copia para disfrutarla—, me atrevo a enunciar un consejo: escuchen y vuelen.

King Crimson, 1973

King Crimson, 1973. Desde la derecha, Muir, Bruford, Fripp, Cross y Wetton

El quinteto de músicos que se reunieron hace cuatro décadas en Londres para grabar el disco es el equivalente en rock al elenco que había rodeado a Miles Davis en In a Silent Way (1969). No exagero: King Crimson en 1973 rondaba por la senda de la libertad y el exceso ordenado con más genio que ningún otro grupo.

John Wetton (bajo, voz, piano), Bill Bruford (batería), Jamie Muir (percusión), David Cross (viola, violín, melotrón) y Robert Fripp (guitarra, melotrón, piano eléctrico, artefactos) habían comulgado con los dioses y eran capaces de citar a Bartok, el free jazz, la música de cámara y el heavy metal —en aquel tiempo nadie sonaba tan fuerte ni era tan extremo en decibelios—.

Cuatro de las cubiertas del cofre

Cuatro de las cubiertas del cofre

Larks’ Tongues in Aspic: The Complete Recordings es un trabajo de reconstrucción neurótica del que tiene mucha culpa el ansia de Fripp por elaborar un catálogo al detalle de su paso por el mundo —su diario online es de una precisión tan abrumadora que bordea el chiste: «día en casa, limpiando y ordenando mi escritorio; por la tarde, conduje al centro para ver a Toyah (Willcox)«, su mujer— desde su retiro de la música en directo y dedicación plena a los talleres colectivos de guitarra y a la gestión de la activa discográfica Discipline Global Mobile.

En la íntegra reconstrucción del inolvidable disco pueden encontrarse feroces conciertos en directo, fresquísimas sesiones de estudio que demuestran que la seriedad era el último de los valores que practicaba King Crimson y una nueva remezcla con sistemas de reducción absoluta de estática y ruido.

La escucha es tóxica y obliga a replantearse qué grupos de los años setenta dejaron una cicatriz más perenne en el rock. De Larks’ Tongues in Aspic asoman con naturalidad y sin petulancia el ambient, el noise, el art rock, el trance y las fusiones étnicas. Sus cinco intérpretes tienen fuego en las yemas de los dedos.

Ánxel Grove

7 comentarios

  1. Dice ser tony63

    …como antiguo fan de King Crimson debo decir que se han pasao tres pueblos , Larks no es un mal disco, los tienen mejores, mejor tema: Book of saturday – en mi humilde opinion Red le da mil vueltas- Discipline no es malo y el disco debut primero: masterpiece pero en general considero que KC es una banda que siempre debe ser tenida en cuenta y ser observada con cierto respeto ….pero si tuviera que elegir un solo album sin dudar …in the court of the Crimson King…saludos y …..abdica ya Juancarlos!!!

    18 febrero 2013 | 19:36

  2. Dice ser Byrdy

    Disco bueno, donde los haya, bonito y bueno pero no barato en esta edición. Gran parte del material se publicó en el King crimson collector´s club, pero tambien y a la vez gran parte es nuevo y la presentación es soberbia. En cuanto a si merece la pena, solo la pasión por por este disco y el propio bolsillo y el propio criterio nos lo han de decir…la caja de in the court al año de salir estaba a mitad de precio de 69 euro a unos 35, es decir que paciencia a todos. Y yo tengo todo de esta gente y los ví en directo en Málaga en el teatro cervantes, me gustan todas sus épocas, pero, como tú, Tony tengo especial debilidad por los comienzos y su primeros albunes (y Mcdonald & Giles o Giles, Giles & Fripp). No me gusta etiquetar a ninguna música, pero evitar decir siempre a que movimiento musical pertenecen estas bandas que surgieron del underground, es decir, música progresiva o experimental sea rock o no, es raro ya a estas alturas. Pero finalmente decir que tener productos como este en casa, ya comprados o pagados (o regalados por un buen amigo), es embellecer de luz y sonido cualquier hogar. Un abrazo a todos.

    18 febrero 2013 | 19:57

  3. Dice ser Abelman

    Estoy de acuerdo con el comentario de arriba, de esa época me quedo con Red. No tan experimental pero para mi mucho más trascendental e influyente.
    Por cierto, los tags para clasificar el artículo: música heavy, pop, jazz… de todos menos lo que es realmente. Bueno: es progresivo (¬¬’) muy experimental, eso sí, pero progresivo.

    18 febrero 2013 | 21:08

  4. Dice ser Pedro

    En su momento compré las nuevas ediciones de «In The Court Of The Crimson King» (dos CDs) y «Red» (CD + DVD-A) porque son para mí y para muchos dos de los mejores 100 discos de la historia y porque fue Steven Wilson (Porcupine Tree) el que metió mano a esas obras. Por desgracia «Larks Tongues In Aspic» no me vuelve tan loco como para comprar su edición de dos discos (la de 15 ni de coña), aunque reconozco que es un gran álbum.

    19 febrero 2013 | 06:53

  5. Dice ser in the court of the Juan Carlos King

    in the court of the Crimson King obra maestra, lo demas pajas mentales

    19 febrero 2013 | 07:22

  6. Dice ser ano nadado

    Yo me inclino más a la época de Adrian Belew, sin menos preciar ni mucho menos a Weton. Este Belew tiene un talento fuera de lo normal . Tocar y cantar como él lo hace está al alcance de muy pocos.
    Es verdad que necesito un estado mental específico para sentarme con ellos, al igual que no todos los días te apetece escuchar las variaciones Goldberg, estos son profesionales de las variaciones sobre el mismo tema, pero qué variaciones¡¡¡¡

    Dinosaur….I´m a dinosaur , somebody is digging my bones
    Walking on air
    sex sleep eat drink dream

    recomiendo , Eyes wide open, Japan.
    inalcanzables

    saludos

    19 febrero 2013 | 08:33

  7. Dice ser vaf

    in the court of the Crimson King …… SIN DUDA! me encantan estos articulos!

    acido para la cabeza , libera corazon….

    19 febrero 2013 | 08:47

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