Las arañas, un animal de aspecto primitivo capaz de elaborar algo tan sofisticado como su tela. Hay representaciones del bicho a lo largo de toda la historia, en forma de pinturas rupestres, mitos griegos, leyendas africanas, petroglifos precolombinos…
En nuestro imaginario las hemos admirado y temido, hemos intentado entender e imitar sus mecanismos. Hasta le hemos dedicado un superhéroe.
Christopher Locke llama a sus afiladas creaciones arácnidas «máquinas sin corazón». Ciertamente, en sus artefactos no hay cavidades cerradas que puedan albergar entrañas.
Sólo utiliza tijeras para confeccionarlas. «Las desarmo, las doblo y las sueldo». El proceso resulta en finas patas con filo, miradas metálicas y cuerpos redondeados aprovechando los agujeros del mango.
Primero trata de desarmarlas a la fuerza, pero si la tijera es buena necesita herramientas. Las clasifica por forma y tamaño. Ha utilizado tijeras de manualidades, de uñas, de barbero… estas últimas le gustan por el apéndice que tienen en un lado.
Es un proceso artesanal que sin embargo da como resultado una criatura que se acerca a la mecánica.
La procedencia del material también tiene su miga. Locke sólo dice que consiguió un lote gigantesco de tijeras confiscadas por la TSA en los aeropuertos y no da demasiadas explicaciones.
La TSA (Transportation Security Administration) es la administración encargada de la seguridad en los aeropuertos de los Estados Unidos. Es un gremio nada popular, ahora famoso por los cacheos y escaneos corporales a los que someten a todo el que vaya a subir a un avión, incluídos los niños.
En el equipaje de mano permiten llevar tijeras de metal que midan menos de cuatro pulgadas (10,16 cm). Son lo único afilado de la lista de objetos que los pasajaros pueden llevar encima, pero la norma no parece ser muy clara y al año se confiscan millones de tijeras.
Lo primero que me vino a la cabeza fue que Locke trabajaba en la TSA o que alguno de sus familiares le obsequiaba con sacos llenos de tijeras. Incluso llegué a imaginármelos, parecidos a los del símbolo del dólar que llevan los ladrones de los dibujos animados.
Pero tras investigar un poco leí un artículo de la CNN que terminó con mi romanticismo. El texto cuenta la suerte que corren cuchillos, sacacorchos, tijeras, sierras y otras herramientas confiscadas en un aeropuerto.
Su destino son las Agencias Estatales de Gestión de la Propiedad Excedente (en inglés, Sasp), un organismo que permite a organizaciones sin ánimo de lucro obtener lo que el gobierno federal ya no quiere. Con subastas y ventas por internet se dehacen de los objetos a precio de fábrica o incluso inferior.
Christopher Locke me dejó de resultar sospechoso. Aún así las arañas mecánicas , aunque no sean de contrabando, siguen resultando tan amenazadoras como bellas.
Helena Celdrán
Las arañas no me gustan nada, me recuerdan a los banqueros que nos chupan nuestro dinero con sus hipotecas y otras maniobras a cual más inhumana.
10 junio 2011 | 22:02
larrosa, cada día eres más bobalicón..
10 junio 2011 | 22:28
Aprovechando la misma fuente de materialse pueden hacer obras con limas de uñas, botellas de agua, pasta dentifrica,… Inclouso pueden aprovechar un bote de miel que llevaba a mi abuela y se quedó en la seguridad del aeropuerto por tener más de 100ml
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
11 junio 2011 | 08:26
Me recuerdan a unos artefactos que fabricaba un personaje de una novela de Zafón!! Creo recordar que en «Marina»
11 junio 2011 | 08:48
Susan, Carla y Eva cuantass veces os he dicho que con las manos y la boca ocupada no se escribe..
11 junio 2011 | 09:04
@Eva, a mí me ha recordado a los escrales de El nombre del viento… o.O
11 junio 2011 | 10:09
Me encantan las arañas, esteticamente ,las de verdad y esas de la foto todavía más.
Ellas no chupan ,tejen y solo se zampan algun bichito por necesidad,nada que ver con los bancos .
Me compraría alguna de esas hechas con tijeras.
Ahora voy a firmar con mi primer nombre, ya lo doy tambien cuando hago algun encargo.
O podría usar araña?.
17 junio 2011 | 13:37