Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

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Tipos que corren por los libros: De Engel van Amsterdam (G. Mak)

«¿Sabes qué más?, luego estaba el corredor, ahí lo tenías. Un hombre vestido con un traje y unas campanillas, que permanecía corriendo si le dabas un par de céntimos»

Era la vida de los barrios de la periferia de Amsterdam, durante los difíciles años 30, en los que una mezcla de hambre solidaria y locura campesina se había instalado en almacenes humanos de ladrillo. Javastraat era el pulso de la zona, del barrio del Indische Buurt. Un borde urbano y humano hoy en día. Pero apenas un esquinazo de la ciudad antaño.

Geert Mak lo describe muy de pasada, apenas en unas líneas, en su clásico De Engel van Amsterdam (1992, sin traducción a inglés). Hoy día no tenemos el loco que, por unos céntimos, enamora a los paseantes con su aberración. Ahora, correr es una necesidad mercantil. Pensándolo bien, quizá pronto correr sea una necesidad mercantil. O de transporte.

En invierno viajé a la China más industrial y pude ver gente que llegaba tarde. O que simplemente optaba por no sacar la bicicleta. Y trotaban hacia el trabajo. Yo era un idiota simpático de otro mundo. Los corredores que iban con la chaquetilla laboral a paso ligero eran mis particulares demonios. Ellos demonios, yo quizá un orate.

Lo cierto es que la gente que gasta sus energías en trabajar para sobrevivir no tiene tiempo ni fuerzas para vagar. Y esto genera tanta literatura, tanto periodismo… Yo solo tengo un anecdotario cafre de trabajadores de Iberdrola o de cincuentones con ganas de cachondeo. Me gustaría contar algo de ese entrenamiento mortal, africano. Cada uno sufre su entorno.

‘Weet je nog, de hardloper, die had je ook’.

Ahí estaba, con sus campanillas, el sonado del corredor. Una romántica manera de pedir una limosna. Ahora pediría un osteópata.

Por caridad.

 

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Foto: Geheugen Van Nederland.

Carta a un velocista olímpico

verano2013 119

Ángel David Rodríguez escribe ayer (qué más da el tiempo en la era de la disponibilidad absoluta de internet) sobre su visión del mundo del dopaje. El velocista es autor en los últimos doce meses del fabuloso crono de 10.18 segundos en 100 metros lisos. Es una marca que le sitúa entre los hombres blancos más rápidos del mundo. En el año olímpico fue el décimo europeo en una especialidad en la que vivimos detrás de cierta eficiencia de las fibras rápidas de los atletas de raza negra: la velocidad pura.

Aún así, en los listados de todos los tiempos, su situación es todavía lejana a los otrora tiempos de los europeos de la década de los setenta y ochenta. Los años de Pietro Mennea, Valeri Borzov, pero también de aquellos corredores sub 10.10 de la oscura época donde brillaban los Max Moriniére, Attila Kovacs o de Frank Emmelmann (cuyo abogado anunció medidas si la Deutschen Leitchathletik lo retiraba de las listas de récords). Y aquí se empieza a torcer todo. Cuando se superaban los límites naturales. Es inevitable que Rodríguez haya escrito con dureza desde una especialidad del atletismo muy castigada:

El dopaje es un escalón superior: no se está dopado un instante o un segundo, se está dopado a lo largo de una competición entera o a lo largo de un período de entrenamiento de semanas, meses, años… El dopaje adultera una competición desde antes de la salida o pitido inicial.

Ángel ha empleado tiempo y paciencia en disertar para todo el que quisiera oirlo. Sus ráfagas públicas dolían. La carga de fondo: Los medios no nos preocupamos tanto del atletismo como cuando se pilla a un tramposo.

 

Y es cierto, Ángel.

Has motivado que de nuevo se hable en este medio digital de las cosas del correr. Ante todo, darte las gracias porque ese espíritu es como el combustible para los que nos gusta contar historias.

Los medios generalistas y los especializados. ¿Cuántas veces se ha escrito sobre atletismo para proponer la alucinación a la audiencia? «¿Se podrá bajar de 9.50 este milenio? ¿Donde está el límite del ser humano?»

¿Para esto sacamos los dedos a paseo en el periodismo? ¿Qué aportan estas noticias al respeto por la práctica deportiva?

El periodismo no analiza; vende. No da tiempo a extenderse porque se exige concreción. Mejor cien que mil. Nadie va a detenerse. ¿O sí?

El sms o el tweet llega a cualquier hora cuando la noticia requiere de la visión del especialista en el mundo del correr. Los ejemplares vendidos o los hits de usuarios únicos marcan la trampa de la información. Y de trampas hablas hoy en la revista digital del gran Martí Perarnau. El dopaje es más que trampa, escribes. Es un intento continuado, un fraude.

Un fraude al espectáculo, y más al deporte relacionado con la salud. Llevas razón, vivimos una especie de enfermedad mental donde nuestro cerebro no puede con la presión exterior. La esclavitud del culto al cuerpo vence sobre la salud pública. Ver lo rápido que podemos ganar músculo para esprintar o resistencia para acometer una prueba de maratón. O escarmiento propio o en cabeza ajena. Desde el sillón de lectura accedemos a lo que no podemos llegar por nuestras limitaciones físicas. Todo se puede comprar.

También me da la sensación que lo que gira alrededor de las prácticas y entrenamientos por encima del límite es eso. Es más que fraude contra enfermedad mental, como dices. «El dinero es, en el alto rendimiento, el que lleva al dopaje». Hablemos de ello.

Porque lo supera en cien a uno. La escalada imparable de las substancias dopantes en los deportes viene de la mano de la pasta. El enriquecimiento desmedido no está catalogado como una patología mental. A nadie nos parece del todo mal que uno gane dinero ya veremos cómo. Vivimos rodeados de ejemplos.

Hoy he leído que un Tour de Francia mueve cincuenta millones de euros en derechos de retransmisión. Los derechos de la Premier para el periodo 2013-16 son de 5.5 billones de libras.  Cristiano Ronaldo cobraría unos derechos de imagen cercanos a los 16 millones de euros. Él solo. ¿Cuántos módulos de entrenamiento construirían para vosotros y las generaciones de atletas en ciernes con ese dinero?

La semana pasada se anunciaban nuevos fondos para el desarrollo de jóvenes atletas. Dos millones de dólares canadienses. En Canadá. Hoy se anuncia que era Chris Xuereb el entrenador al que se relaciona con el asunto de dopaje de Powell y demás jamaicanos. Es canadiense. Demasiadas flechas girando hacia el mismo motivo. Ganar dinero rápido. Y a carretillas. Pero ya desde los grandes contratos para Moses o Aouita.

Admirado Ángel, no queda otra: seguiremos destripando al atletismo con un ojo en la caja registradora. Yo lo practico -de aquella manera- desde hace más de treinta años. Y afinando el oído, uno siempre ha escuchado sobre millones, sobre que esta reunión o esta gala tenga más estrellas, diamantes o récords que la vecina. Los famosos presupuestos de las reuniones o las cifras que se hacían públicas en las presentaciones de los crosses del circuito europeo, las ayudas de dinero público a clubes deportivos de élite, los famosos millones de pesetas que pedía Bubka, permitían que el circo girase y la ciudad equis se apuntase el tanto de aparecer en la prensa el día siguiente. Todo mientras los demás hacíamos técnica de vallas o acumulábamos kilómetros de rodaje. Mientras haces esos ejercicios de cuádriceps donde notas que las fibras musculares te arden, se ventilan operaciones de compra y venta en despachos o en cenas. Por cada semana que paras después de una contractura muscular, los que gobiernan el gran circo programan meses de espectáculo, de derechos de retransmisión (a pesar de lo absurdamente barato que sea retransmitir atletismo, según estamos sabiendo con Moscú 2013).

Da la fea impresión que esto supera la psicología del dopaje, la infracción del reglamento. La rueda del enriquecimiento y la supervivencia del atleta en un mundo postindustrial. El embudo. Money talks, pájaro.

Un saludo y gracias por tu tiempo.

Diario de un corredor en vacaciones (y 9)

1.

Cierro.

Con la sensación de que muchos días uno es corredor sin serlo. Sin querer, con la única motivación de llegar pronto a casa. Porque he olvidado la cartera en el apartamento y toca hacer 1440 metros (y 30 de desnivel acumulado por adoquines).

La culpa, de nadie más que mía. Sobre cómo interpretan en la cocinha portuguesa los arroces con pescado y marisco, se hablará otro día. Del ‘Castro’, abierto desde 1952, con camareros de 1952 y comida de 1952, a casa y vuelta al restaurante para poder abonar la cuenta.

2.

Adiós vacaciones veraniegas. Comienza ese periodo del estío en que hablamos de correr e imaginamos otros paisajes, preguntamos a los conocidos qué tal les va, y en que se organizan las carreras más informales y también las más bestiales. Toca correr en los sueños. Toca trotar de manera imaginaria por los paisajes que dejamos para el verano que viene.

Salvo los afortunados que decidieron ser su propia fuerza de trabajo y dueños de sus medios de producción (pendiente queda un enfoque marxista para Septiembre, avisados vais).

El verano será el momento de los kilometrillos del Barrio de San Lorenzo y san Cayetano, y del terrorífico Ultra Trail del Mont Blanc. Sobre esta cuestión, ya que suelo manteneros al día sobre sus disquisiciones, ver los pensamientos del único Sergio 13.

También  es Agosto el momento en que el sofoco conquista una cima; la de mi paciencia.

Pero sobre mí ya hemos hablado demasiado. Este diario de verano toca a su final.

1928

#CombateRunner de verano: Bush Jr vs Madonna

luuucha

Regresamos con un especial veraniego. Los practicantes del correr, los runners más estrambóticos, los trendsetters de esto de las zapatillas, enfrentados en los #CombateRunner. Y todo para vosotros, estimated lectores con tiempo de sobra y acceso WiFi en vuestro chiringuito playero de referencia. «Luuuuucha sin tregua», como radiaban los locutores de antaño.

Verano 2013. Donde la caspa se cruza con la lycra. A mi izquierda, ella, Madonna. A mi derecha, casualmente, George Bush Jr. Dentro fotos.

Fotos: Fitsugar, Esoterically.net.

George Bush Jr corría en su residencia privada, cosas de seguridad. Madonna siempre ha escapado de las cámaras con unos disfraces que servían, precisamente, para ser inmortalizada por el papel couché.

Georgie dió tal envidia a los otros mandatarios mundiales que lanzó a los caminos a nuestro Aznar (¿se dejará convencer para un #CombateRunner?). Hizo correr a otros muchos, con esos ojos de ardilla entrecerrados. Los hacía correr hacia las líneas enemigas mientras él corría por la Casa Blanca pero, ¿no corremos todos hacia algo? La toalla en el cuello, como recién salido de una sesión de fotos del Gym Monthly. Los pantalones multideporte. Los calcetines a medio tibial. Bush, un tipo al que podríamos colocar en cualquier carrera de nuestro calendario.

Ella, la diva. La que pasó de restregarse contra un san Pedro negro a hacer mover las cachas a medio mundo con su Hung Up. Pues resulta que corre desde los ochenta. Sí, amigas. Y amigos de muslo gordo. La de Bay City (un lugar ignoto y blanquísimo del Michigan donde los currantes yankees construían coches) mueve sus cincuenta y cuatro años a ritmo de running.

¡Que el combate comience!

¿Qué poder prevalece en la sociedad de la zapatilla deportiva acolchada, la capucha y el tweet? Bush Jr buscó armas de destrucción masiva y se hizo fotos corriendo con soldados mutilados (a los que seguramente envió a la charcutería). Pero ¡ay!, ¡la gorra y las gafas de sol de ella y, sobre todo, la posibilidad de encontrarnos con uno de ellos corriendo por nuestro parque!

¡Eso es un arma de destrucción masiva!

BoxscoreBUSH JR  vs  MADONNA.

FAR (fuerza astral runner) 5 – 7

Postureo y ropita. 3 – 8

Pronación. 7 – 3

Colegueo y accesibilidad 2 – 9

Y el vencedor de esta ronda es… MADONNA. Una pronación terrible no es impedimento para que su combinación de telas, zapatilleo y ese halo de «hostia, que lo mismo viene de concierto a Bilbao y me la encuentro por el bidegorri pues».

¿Quién se enfrentará a ella en la próxima ronda? Permanezcan atentos a sus pantallas.

 

Diario de un corredor en vacaciones (7)

1.

Cascais, Julio del trece. No se pudo huir del calor y desde el sábado ha estado arreando de lo lindo. Así que empecé a dar caña a los materiales varios.

Que no se diga que vamos a rechazar las ventajas de haber sido aceptado como probador de algunas prendas de la marca Salomon. Los chicos rápidos prueban las zapatillas. Madriñán está liado con no se qué, con unas Wing 3. Alfonso el maño (el escarabajo más inquieto de las tierras blancas de los Monegros) doma uno tras otro par de las XR2 Max que probé y conté de aquella manera.

Pues yo he traído una riñonera. Como los bingueros. Como mi suegro cuando… va. Dejaré a un lado a mi santo suegro. Y estoy viendo hasta dónde funciona el test Lab. La cargo y me la encinto y a ratos se me queda corta y a ratos ideal. Dicen los muchachos salmónidos que elimina los rebotes en las carreras de montaña.

Ya contaré, porque yo no suelo rebotar. No soy » de esos».

2.

Peixe. Al pescado le llaman peixe por aquí. Quiero convertir mi dieta en la de un cíprido devorador. Deseo repetir una y cien veces los pescados del pasado Enero, allá en la playa de Matosinhos. Quiero que se sepa que gané un concurso de ‘microcrímenes’ escribiendo sobre un hato de boquerones a los que iba descabezando y limpiando.

Aunque el pescado no dé para torreznos, carrilleras o asado, Bandoneón, tu asado, quiero hacer notar que, si pudiera, haría una transfusión en la que sustituiría mi sangre por aceites omega 3.

Miau.

Que es lo que dice un pez: el atún de lata.

afotopesc

1977. Cuando todavía no éramos campeones de nada

¿La Roja? ¿Rafael Nadal? ¿Los chicos altos de la ÑBA o Maialen en sus casi suicidas y premiados descensos sobre aguas bravas? Muchos tomáis el éxito deportivo de nuestros campeones como algo natural. Los más incoscientes. Otros muchos recuerdan que en la época previa al plan ADO de Barcelona 92 todo era duro, muy duro. No había casi campeones.

Pero más atrás en el tiempo la palabra campeón quedaba para cuatro rarezas individuales. Angel Nieto, Santana y su noble tenis y Bahamontes. Lo normal era que la participación de un español en un evento internacional quedase más que diluida. Rescato un post para mostrar el ejemplo de 1977. Cuando no éramos campeones de nada.

«Antonio Gómez«, tableteaban las máquinas de escribir de los periodistas enviados a Herenveen (Países Bajos) a cubrir los campeonatos mundiales de patinaje de velocidad. Enfrente, el sueco Ekstrand. Quizá los periodistas ni siquiera tabletearan. Probablemente se reclinaran hacia el respaldo de su asiento, embozados en ropa de abrigo, y disfrutaran de un rato de esos que deparan las competiciones internacionales. La aparición de un participante sin el nivel requerido. Un momento cómico, en el que se desnudan las diferencias entre los profesionales y los aficionados. El abismo deportivo, si se quiere ver así.

Eran años en que también había Moussambanis que tardaban simpáticos y eternos segundos en cruzar piscinas, dar vueltas a las pistas, y que levantaban una simpatía cariñosa. Las gradas hierven y la simpatía del público holandés camina por el peligroso alambre de la mala educación. Suenan risotadas entre los espectadores menos delicados.

Se da la salida y el público, que ha aprendido a patinar en el primer invierno de su vida, ve como el sueco toma una ventaja brutal. En cien metros está lanzado mientras que detrás queda rezagado el heterodoxo patinador. Tiene los muslos evidentemente más cortos que nadie en el estadio Thialf. Es la prueba de velocidad, son 500 metros y el español coge velocidad como si tuviera que pegarse con el hielo, con un enemigo no acostumbrado. Pero la algarabía se ha instalado en la grada desde la ronda previa y tiene el propósito de quedarse.

Mediada la curva del ‘trescientos’ el patinador sueco, por la calle interior, cae y se calza una galleta impresionante contra el acolchado de la valla. ¿Es el momento del español? ¿Viene suficientemente lejos como para no poder dar la sorpresa? La justicia divina de la superación humana viene patinando a aproximadamente 40kmh. La arrogancia mira hacia atrás temerosa de que su trono y condición queden borradas de un plumazo por el concepto de ‘gezelligheid‘, la ‘simpática coloquialidad’, muchos desean que Gómez Fernández remonte.

Pero el patinador Gómez no llega. Hay demasiada diferencia, aún sin ser el sueco un Eric Heiden que destrozaba los récords por lotes. Ni un sólido Jan Egil Storholt, el hombre de la plata en el ‘allround’. Era un sueco que patinaba a gran velocidad pero que cometía errores. La velocidad le permitía cometerlos porque, delante, tenía … mejor dicho, detrás, tenía un barranco de profesionalidad.

Era un deporte de invierno y un país desarrollado contra un patinador de verano y un país, bueno, era la España de López-Rodó, de Licinio de la Fuente, de Fraga. España no estaba para deportes minoritarios ni para ponerse farruca en nada. Los segundos discurrían y el patinador español no asomaba en pantalla. Los 500m son la prueba sprint y el sueco un especialista. En una prueba de apenas 35 segundos, tardar 50 es como si soltasen a un alero alto de un equipo EBA en mitad de la zona de los Oklahoma Thunder. El sueco se levanta y retoma la marcha para, todavía, tener margen para ganar al simpático elemento discordante. España, simplemente, no llegaba.

Corría 1977. Los mayores logros del deporte español estaban todavía por asomar. Los mayores logros del periodismo deportivo que vive de inflar y dar de abrevar al deporte español se reducían a glosar la épica sobre barro de López Ufarte y Kortabarría, Stielike y Juanito, Bizcocho y Biosca o Asensi y Migueli. Deportistas de una década que se resiste a desaparecer. Por otro lado estaban los desconocidos atletas como Marín, Domingo Ramón o Llopart que velaban armas en previsión de unos Juegos Olímpicos en Moscú, baratísimos, con un boicot de 2/3 partes del medallero. Que los chicos del baloncesto eran potenciales semifinalistas o que España daría poco de sí contra Bélgica en la Copa de Europa de Fútbol. No caíamos ni en cuartos.

Ni Angel Arroyo había debutado en un tour en el que reinaban Thevent, Kuiper o Hinault. Ciclábamos a trillones de años de distancia del inicio de la época moderna del ciclismo, cuando monsieur Bernard Hinault se fundía al personal en el Tour de Romandía, el Giro tras dejar a todo dios tiritando en el Stelvio y el campeonato del Mundo. Ni podíamos bregar contra Joopje Zoetemelk, o contra Agostinho, al que la mala suerte le tuvo que enviar un perro frente a su rueda. Nuestras herramientas de trabajo eran Melero, Miguel Maria Lasa o Joxe Nazábal, que ganó entre Gasteiz y Oloron.

Los franceses todavía no nos tenían envidia. Es de suponer que para ellos, no existíamos salvo para la vendimia, para su cine en Perpignan y ocasiones puntuales en las que jóvenes cachorros planeaban un futuro socialista sin socialismo. Rafael Nadal no había nacido y, the Spiting Images, los guiñoles que de verdad gobernarían el mundo (no esa ridícula versión de Canal+) tendrían que esperar hasta su creación en 1984.

En 1977 el monigote más parecido a un guiñol que había era Eric Honecker, y presidía la RDA. Y sobre Honecker nadie hacía chistes en público.

 En Herenveen los dos patinadores llegan a meta. Parece un falso sprint cerrado. Delirio en la grada. Corre la cerveza por el triunfo del deporte cañí. 50.18 para el sueco frente a 50.41 para Antonio Gómez (que ni siquiera tiene una entrada en español en la Wikipedia). Antonio entrenaba en la década de los setenta en una pista de hielo artificial en Barcelona. Antonio era un empleado de la Telefónica de origen sevillano que había hecho de todo. Corrió maratón, practicó esquí de fondo y decidió que la Meca del patinaje era su Dorado. Allá que se fue. Holanda lo acogió como un personaje ideal para la televisión.

«Speedy Gómez» había debutado en los Europeos con una ronda inaugural de 53 segundos, embutido – no es un eufemismo – en un maillot amarillo que hizo vibrar a los espectadores en su ‘yo conta el reloj’ (ver segunda parte del vídeo del final de este post). Con posterioridad siguió participando en eventos internacionales en lo que era su pasión.

¿Había alguien detrás, alguna federación, beca o miserable titular de prensa? Lo dudamos. Gómez Fernández, insuperable duo de apellidos destinados para la gloria deportiva, bajó sus marcas a base de echarle huevos y entrenar. No mucho. El físico de Antonio peleaba frente a fémures veinte centímetros más largos que los suyos. Frente a siglos de tradición, de especialización técnica, hielo natural, hielo arificial, técnica de pierna sobre la rodilla que Gómez nunca pudo desarrollar, siendo de la escuela más popular del ‘potje over’, del tirar la pata hacia fuera en la curva. Y los segundos y las décimas que se le seguían escapando.

Antonio mantuvo los récords de España de patinaje sobre hielo en diferentes distancias hasta 2003. Su hija Beatriu marcó 43.90 como mejor marca en la Copa del Mundo de Salt Lake City en 2005. Prácticamente seis segundos más rápida que el padre. Pero de patinaje de velocidad se habla poco. No podemos darle con ello en los morros a los franceses.

El vídeo. Para los que nacieron ya como envalentonados patriotas.

¿No sabes qué hacer con tus zapatillas viejas? Run 4 help!

Nos escribe Óscar Alonso para hacernos partícipes de una buena idea. En estos momentos de gran sensibilidad con los problemas económicos de muchas familias, se ha puesto en marcha una  iniciativa solidaria más: donar zaptillas de correr que ya no usas, o camisetas de carreras que no uses por la talla o porque no te gustan. No es nueva, dado que con relativa frecuencia se reciclan zapatillas y ropa deportiva. Pero es un gesto más de la gente que se mueve. Óscar lo tuvo claro:

Yo mismo fui una víctima de la crisis y del paro y he decidido invertir mis pocos ahorros y solicitar dinero a un banco para poner en marcha mi propio negocio.

En cualquier caso, bajo la etiqueta «Run 4 help» (en inglés, corre para ayudar)  se quiere llegar a personas necesitadas y en riesgo de exclusión social. En estos momentos hay casi 2.500 pares que serán distribuidos en instituciones benéficas.

¿Cómo o dónde donar tu material desgastado?

En Figueralia.org tienes todo detallado. Dónde puedes entregar tu material sobrante en todas y cada una de las provincias. A las instituciones y centros de acogida de Barcelona donde irá destinado (entre otros, el d’Acollida Assís, el de Zona Franca, Nou Barris, la Baluard, o el de Vall d’Hebrón).

Así que paramos aquí la palabrería y añadimos las mejores pistas: links e imágenes.

Quién es quién. http://figueralia.org/figueralia/
Puntos de recogida. http://figueralia.org/run-4-help/dona-tus-zapatillas/

Este famoso comparte contigo una pasión: correr

Heidi Klum mantiene sus cuarenta primaveras a tono gracias al deporte (eso, y que no tiene que comer en un bar de un polígono industrial, probablemente). Correr, correr y correr.

Y es de todos conocido que la moda del correr se estableció en la sociedad como uno de los más apasionantes métodos de relajarse, adelgazar, gastar dinero y hasta volcar nuestros complejos y frustraciones. Pasaron los difíciles años ochenta pero esto del correr ha regresado. Hay un segundo subidón del trote.

Chicos, chicas, correr lo es todo. Y las celebridades están muy metidas en esto de calzarse unas zapatillas y tonificar los músculos y escurrir los sobrantes. Bueno y, ¿a mí, qué? Quizá a tí nada. O quizá sí. Participas de un movimiento deportivo o recreativo global. Puede que te fastidie, por si habías encontrado alguna trascendencia cósmica en correr, pero imaginemos por un momento el alcance de la actividad social de un famoso runner. Los 1,500.000 seguidores de la cuenta de Heidi Klum podrían tener por unos segundos la tentación de salir a correr. ¿No es un estímulo suficiente para una sociedad?

Llévalo al plano de la revancha social.

¿Sabías que mientras boqueas por esa cuesta arriba, en algún punto del planeta, alguien hipermillonario se está sintiendo todavía más miserable que tú? Sí. Gwyneth Paltrow puede que esté trotando con flato por Central Park o que la misma modelo alemana esté desgranando sus agujetas en su blog (Klum mantuvo durante todo un verano el blog Summer Run)

Correr, trotar o practicar el jogging es también una pasión para mucha otras caras conocidas. Madonna corre como si la persiguiera un calendario. Katie Holmes pretendió haber corrido el maratón de Nueva York, en el que la cantante Alanis Morrisette es asidua. La Kournikova luce palmito con un dorsal prendido en su divina camiseta. Oprah Winfrey usó el corretear como método para perder peso y es una activista del hobby que te ha traído hasta estas líneas.

El bendito tote cochinero. ¡Qué tendrá!

llossa

Pero no solo ellas. Entre los varones, grandes y chicos, superfamosos y mitos (los que no tiran por la vertiente canalla) se plantan la gorra eterna, las gafotas de sol y el chándal. Durante años Vargas Llosa fue un propagandista del jogging, «un placer intelectual», decía.

Corre Santi Millán (y pedalea y suda como un demonio) y corre Jesús Calleja, en plena efervescencia etíope, según cuenta, tras un periodo con tendinitis varias y semanas de recuperación. Corre el cantante Dani Martín (El Canto del Loco) y tuitea sus sensaciones.

Corrieron Zapatero, Aznar, Bush o Cameron (nadie dijo que habías escogido una afición pura y excluyente) y miles de caras conocidas de cientos de países, a buen seguro, corren.

Es lo que hay.

Siempre puedes sentirte reconfortado por un hecho. Que alguien constantemente acosado por su vida pública piense que un trote de media hora es una válvula de escape significa una cosa: no todo está perdido con la especie humana.

Al menos, no totalmente perdido.

Corredores solidarios recaudan 6.700kg de comida

La iniciativa que ha estado haciéndose visible por las carreras populares bajo la etiqueta #kmsxalimentos ha llegado a un final exitoso.

La campaña, que fue puesta en marcha por un grupo de corredores de Madrid, ha funcionado durante cuatro meses de ‘running’ solidario. El total recaudado, que remataba ayer el empaquetado y entrega en una de las firmas colaboradoras, ha sido de 6.756 kilos recogidos y que se entregarán al Banco de Alimentos de Madrid. La sorpresa que redondeó el esfuerzo solidario de todos vino al recibir del mayorista Makro el doble de lo que se aportaba. 

El equipo Vinilo FM – Drinking Runners iban convirtiendo de manera automática los kilómetros que han sumado sus piernas en los últimos meses. En concreto, en todas las diferentes carreras en las que participaron en su preparación para la Maratón de Madrid.

El equipo de las camisetas verde chillón ha corrido maratón, medios maratones, ha totalizado horas y horas en el exitoso intento de correr cien kilómetros en el parque Juan Carlos I, todo con ilusión y ganas enormes de ayudar. Recordamos que el equipo Vinilo FM está compuesto por compañeros del programa A Tu Ritmo, uno de los escasos espacios periodísticos dedicados al running.

Entrega Palé

 

Participar en una carrera sin dorsal

En algunos casos… tiene su riesgo. Correr sin inscribirse puede ser tópico de pelea, de debate sobre si están ocupando servicios de los demás corredores, si la calle es de todos, o si actúan contra organizadores sin escrúpulos.

De todo eso y más. Daría para que @RUNERENFURECIDO sacase una serie completa en Discovery Channel. Pero Miguel Paz me ha mandado un mensaje donde se le da la vuelta a todo esto.

Ved la simpática manera de denunciar el tema que tienen en esta prueba de Argentina. El facebook de Club de Corredores ha colgado una singular galería.

¿Han linchado a los corredores tramposos? No. Mejor.

¿Qué te parece la broma?

Fotos: Club de Corredores, Facebook.