Además de las mascotas, las sedes, y otros lugares comunes de los Mundiales de fútbol, existe un clásico que siempre tiene su lugar en los medios y en el comercio: los balones oficiales. Vamos a hacer un repaso a los balones de los Mundiales y vamos a empezar con la primera época.
Telstar (México 1970 y Alemania 1974).- El Mundial de México en 1970 fue una cita revolucionaria por varias razones. Fue la primera televisada en color, si bien en muchos reproductores todavía se veía en blanco y negro. Ese es el motivo por el cual este balón fue revolucionario y por ello es por lo que he decidido empezar con él.
Hasta el momento (es decir, hasta Inglaterra 66), los balones que se utilizaban eran las clásicas pelotas de cuero con láminas cosidas. Pero llegó la tele para todos y la tele en color para algunos, por lo que había que cambiar el diseño. Así que Adidas, que era y es la que se encargaba de las pelotas mundialistas, tomó prestado un diseño del arquitecto americano Richard Buckminster Fuller y creó el ya mítico balón formado por 32 piezas: 12 pentágonos y 20 hexágonos que unidos, forman una esfera. Los pentágonos se pintaron de negro y los hexágonos eran blancos. Este diseño se veía mejor en televisión. Precisamente se le bautizó con un nombre televisivo: Telstar, el satélite que transmitía la señal de televisión para Europa y América. El material era cuero, pero era bastante resistente al agua porque estaba recubierto de una fina película sintética. Para el Mundial de Alemania en 1974 se mantuvo el diseño, si bien al nombre de Telstar se le añadió el apellido Durlast. Este balón, o mejor dicho, su diseño, es quizá el más exitoso de todos los tiempos y se ha convertido en un icono del deporte del fútbol en sí mismo. Dibujos animados, escudos deportivos… todo lo que os podáis imaginar en relación al fútbol viene ilustrado con un Telstar. El diseño, ya a espaldas de Adidas, se ha repetido hasta la saciedad. En ocasiones los pentágonos negros se sustituyeron por otros colores en función de lo que se quisiera representar, como por ejemplo, colores de equipos, etc.
Tango (Argentina 1978 y España 1982): El nombre del balón estaba claro. Llegaba el Mundial de Argentina en 1978 y qué mejor que bautizar al balón oficial con el nombre del baile argentino por antonomasia, con uno de los símbolos del país sudamericano. Con respecto al anterior modelo, el Tango ofrecía mejoras en el apartado de impermeabilidad. De nuevo fabricado en cuero 100%, la principal diferencia del Tango con el Telstra era el diseño. Aunque mantenía el formato de 12 pentágonos y 20 hexágonos, el dibujo era diferente. Se crearon unas estructuras triples que, unidas, creaban el efecto óptico de que había dibujadas 12 esferas. Este diseño tan atractivo duró 20 años, puesto que hasta el Mundial de Francia 1998 fue el que utilizó Adidas. Cuatro años después, de cara a nuestro Mundial, Adidas no renovó el diseño ni el nombre (lo cual me parece indignante, con lo bien que hubiera quedado un Adidas Fandango o algo así, si bien le añadió el apellido ’España’), aunque llevó a cabo mejoras técnicas. Así, las costuras estaban hechas con material impermeable, lo cual mejoraba algo más si cabe la resistencia del balón a la humedad. Aún así, durante el campeonato mundialista de España, el balón fue sustituido en varios partidos por problemas de presión. También os diré que el Tango España fue el primer balón de la historia que tuvo versiones coloreadas para jugar sobre la nieve (en naranja y amarillo). Fue, además, el último balón mundialista confeccionado en cuero 100%.
Azteca (México 1986): Tras ’saltarse’ cualquier referencia a España y su cultura, Adidas recuperó un nombre muy apropiado para el balón del Mundial de México: Azteca. En cuanto a diseño, el esférico repetía la estructura fundamental del Tango (las famosas estructuras triangulares) pero por primera vez las aprovechaba para incluir en su interior un dibujo. En este caso, en cada una de las estructuras se dibujaron figuras geométricas inspiradas en el arte tradicional azteca. En el apartado técnico, hay que destacar que fue el primer balón enteramente sintético para jugar un Mundial. Esta fabricación le permitió tener una resistencia a la humedad nunca antes vista. De nuevo en esta ocasión se crearon otros dos modelos, uno amarillo y otro naranja, para jugar en condiciones atmosféricas adversas. Además, se crearon otros balones bajo el paraguas de la denominación Azteca: el Puebla, el Acapulco y el Maya.
Etrusco (Italia 90): Empecemos por el nombre. Etrusco hace referencia a una tribu de la antigüedad que poblaba el centro de la península itálica. El diseño del esférico, al igual que ocurrió con el Azteca, hacía referencias al arte antiguo del país. Así, en las ya famosas triadas de la base Tango, Adidas introdujo unas estructuras triples con cabezas de león, que fueron el santo y seña de esta pelota. En el aspecto técnico, la principal novedad es que el Etrusco llevaba una capa de poliuretano bajo el cuero que impermeabilizaba la pelota, el gran caballo de batalla de Adidas durante años. Por lo demás, cabe reseñar que dos años después, fue de nuevo utilizado, esta vez en los JJ OO de Barcelona 92 (esta versión incluía el logo de los Juegos en una de las caras). Así que se puede decir que España fue campeona olímpica con un Etrusco.
Questra (Estados Unidos 1994): Cuatro años después, lo que se produjeron fueron grandes cambios técnicos. El nuevo balón fue bautizado como Questra, una palabra que al parecer significa «búsqueda de estrellas». La astronomía fue la referencia principal en la decoración de las triadas, que siguen firmes. Planetas, estrellas y nebulosas adornaban el balón. Pero como os decía, el componente técnico fue lo principal: Se usaron cinco diferentes materiales, incluido una capa externa de poliuretano, lo que le dio al balón condiciones únicas: Era más rápido y, por desgracia para los porteros, más imprevisible, sobre todo en vuelo. Se dice que estas condiciones se multiplicaban en ambientes húmedos (sobre todo en los partidos disputados en Florida y California), lo cual desató cierta polémica. Así, cabe recordar algún gol como el que le hizo Hagi ante Argentina. Aún así, el balón fue un éxito y se hicieron dos versiones más, el Questra Olympia, para Atlanta 96 y el Questra Europa, para la Eurocopa de Inglaterra del 96, que incluía un precioso diseño basado en los míticos tres leones del escudo de la Football Association inglesa.
Continuará…
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