Seguimos con la segunda y última parte del repaso a las mascotas mundialistas. Conoceremos ahora las más recientes, hasta la actualidad.
Striker. Estados Unidos, 1994. Después del fiasco total de Ciao, Estados Unidos presentó una mascota poco arriesgada pero efectiva. 28 años después, además, un animal volvía a ser el protagonista. Los americanos eligieron al perro, animal que puede parecer convencional, pero nada más lejos de la realidad: se estima que en Estados Unidos hay alrededor de 80 millones de perros (sin contar los callejeros), por lo que los canes son una apuesta tan válida como cualquier otro animal más relacionado con la fauna de Norteamérica. Nacido el 12 de marzo de 1984, nuestro protagonista se llamaba Striker (una de las voces en inglés para designar a un delantero) y además, tenía mucho pedigrí: salió de los estudios de la Warner Bros. Vestido de futbolista, Striker simboliza la fidelidad y el trabajo. Sin llegar a ser una de las mascotas más icónicas de la historia, supuso un aporte de oxígeno tras Ciao y tras varios mundiales protagonizados por vegetales y niños. Se dejó ver bastante, además. Podemos decir que Striker fue el adelanto de lo que veríamos más adelante.
Footix. Francia, 1998. Con el siglo XXI a las puertas, la mascota del Mundial de Francia fue la primera de una época. De nuevo un animal antropomorfo, pero esta vez sin estar vestido de futbolista, lo cual fue una novedad. Footix es un gallo nacido el 14 de julio de 1989. Recordemos que el gallo es uno de los símbolos de Francia y está presente en el escudo de la selección francesa. Y lo es por un juego de palabras derivado del latín. La palabra gallus servía para describir igual a los galos, los antiguos habitantes de lo que ahora es Francia, como para denominar al animal de corral. No obstante, Footix es un gallo bastante moderno, modelado en dos colores (cuerpo azul y cabeza roja). Por primera vez vemos un nombre nacido de la composición de dos conceptos: ‘Foot’ por football y la terminación -ix, como guiño a otro de los símbolos del país vecino, Astérix el galo. Footix, salido del estudio de diseño de Fabrice Pialot, ganó un concurso a nivel nacional, pero salió de él sin nombre. Éste se eligió en una encuesta en la que participaron 18.500 franceses. Los votantes se decantaron por Footix por delante de Zimbo, Houpi, Gallik y Raffy. Footix tuvo bastante éxito en Francia, entre otras cosas porque el país anfitrión ganó el Mundial. Como curiosidad, os diré que footix se ha convertido en adjetivo en Francia. Designa a aquellos aficionados casuales que sólo muestran entusiasmo en grandes eventos o cuando el equipo de turno gana algún título, así como aquellos que acuden a los estadios y, en lugar de animar, pasan la mayor parte del tiempo criticando a su propio equipo.
Ato, Kaz y Nik. Corea y Japón, 2002. ¿Vosotros os acordábais de las mascotas del Mundial de 2002? Yo tampoco. Y es que Ato, Kaz y Nik fueron, en mi opinión, una arriesgada apuesta en este campo, pero hay que tener en cuenta que por primera vez, la Copa del Mundo viajaba a Asia, donde todo es diferente. Los tres personajes no son animales ni personas ni palos. Se trata de tres criaturas alienígenas, llegadas del planeta Atmozone y creadas a partir de energía. Ato (1 de agosto de 1987), el amarillo, es un entrenador de atmoball, un deporte muy típico en el planeta Atmozone y muy parecido al fútbol. Kaz (13 de diciembre de 1992) es el morado, mientras que Nik (22 de mayo de 1991) es de color azul. Kaz y Nik son enviados por Ato a Corea del Sur y Japón, respectivamente, para velar por la disputa de un Mundial con fair-play. Los nombres fueron elegidos a través de una votación en Internet y en los restaurantes McDonald’s de los países anfitriones. Pese a que son tres mascotas poco tradicionales, en Asia gozaron de muchísima popularidad, llegando a tener su propia serie de televisión: Spheriks, creada toda por ordenador. Para gustos colores, pero creo que no supieron captar bien el espíritu del Mundial.
Goleo VI. Alemania, 2006. El Mundial volvía a Alemania y la mascota volvía al reino animal. La de Alemania 2006 es, junto a la de Italia 90, una de las mascotas más criticadas de la historia. No hay que ser ningún experto en simbología para saber que el león no es un animal muy vinculado con Alemania y aún más, como vimos en el artículo anterior, el león es el animal futbolístico por excelencia del eterno rival de los alemanes a nivel de selecciones: Inglaterra. Los alemanes acogieron a este león torpe nacido el 3 de octubre de 1985 con bastantes malas críticas. Salido de la factoría de Jim Henson, crearlo costó 250.000 euros. Fue presentado en noviembre de 2004 nada menos que por Pelé y Beckenbauer y su nombre es un juego de palabras entre la interjección inglesa go! (¡vamos!), la palabra ‘gol’, el muy español ‘olé’ y el nombre del animal. El ingenio del nombre parece lo único positivo de una mascota realmente gafe: la empresa poseedora de los derechos de comercialización de productos de Goleo VI se fue a la bancarrota debido al escaso éxito del león, además de que sufrió un duro varapalo cuando se conoció que la ropa de cama oficial de Goleo VI llevaba un colorante con sustancias cancerígenas y los peluches una sustancia llamada dibaticilina, que es tóxica y puede causar esterilidad. Un desastre total (y eso que era Alemania). Por criticar, fue criticado hasta el hecho de que el bueno de Goleo VI no llevara pantalones.
Zakumi. Sudáfrica, 2010. Con el Mundial sudafricano llegó una mascota clásica en cuanto a concepto pero perfectamente ejecutada. Zakumi es un leopardo con el pelo verde (para representar así los colores de la selección anfitriona) que, a diferencia de otros animales, viste un uniforme de futbolista neutro. Su nombre también está formado por dos conceptos: ‘ZA’ son las siglas oficiales (también el dominio en Internet) de Sudáfica (procede del nombre del país en afrikaans: Zuid Afrika) y ‘kumi’ es una voz que significa ‘diez’ en diferentes lenguas africanas. Zakumi es la obra del diseñador Andries Odendaal y su fecha de nacimiento, el 16 de junio de 1994, no es casual: el 16 de junio es el día de la Juventud en Sudáfrica y 1994 se considera como el año en el que nació la democracia en la patria de Nelson Mandela. Tuvo su propia serie de dibujos animados, Kung Fu Zakumi, y también su propia polémica: fue muy criticado que los peluches de Zakumi se fabricaran en China (por contrato de algo más de 100 millones de dólares), cuando hubiera sido deseable que se fabricaran en la propia Sudáfrica, así como también que el adjudicatario de los derechos de fabricación de los muñecos fuera un parlamentario del Congreso Nacional Africano, el partido en el poder.
Fuleco. Brasil, 2014. Pues llegamos ya al Mundial de este año y su mascota, que sigue una línea continuista con lo anterior (con buen critero, en mi opinión). Fuleco es la mascota de Brasil 2014. Se trata de un armadillo brasileño de tres bandas, una especie en peligro de extinción y endémica de Brasil. Nacido el 1 de enero de 2000, Fuleco debe su nombre al fútbol y a la ecología. Este nombre fue elegido por mayoría aplastante ante sus rivales: Zuzeco y Amijubi. Este simpático armadillo, que se declara fan de Pelé y de Ronaldo, nació en la ecorregión de Cerrado, un ecosistema del país sudamericano, que no le impide ser la primera mascota con perfiles en Facebook y en Twitter. Fuleco es la mascota con más conciencia ecológica de cuantas han existido, es vegetariano y, al igual que su predecesor, viste camiseta blanca y pantalón verde.
Ya sólo falta por ver qué nos tiene preparado Rusia para el Mundial de 2018. Apuesto por un oso… o un águila bicéfala… o el presidente Putin mismo.
También quiero aprovechar para sacar a colación una propuesta que hace unos meses hizo mi amigo y compañero de blog César-Javier Palacios: ¿A qué estamos esperando para que el amenazadísimo lince ibérico sea la mascota de la selección española de fútbol? No esperemos a que se extinga…
Fotos: FIFA.