Qué pasó en el Mundial de… Qué pasó en el Mundial de…

"Sólo tres personas en la historia han conseguido hacer callar el Maracaná con un solo gesto: el papa, Frank Sinatra y yo". Alcides Ghiggia, Mundial de 1950

En busca del mejor gol de la historia de los Mundiales

Pues hemos llegado a la final, al último día de esta maravillosa competición que hemos vivido en el último mes. Y lo vamos a despedir con lo mejor del fútbol: los goles. Vamos a ver una serie de algunos de los mejores goles de la historia de la Copa del Mundo (no incluidos los de esta cita de Brasil, que podéis ver y votar aquí). A disfrutarlos (están en orden aleatorio):

Maxi Rodríguez (Argentina) contra México (Alemania 2006):

Josimar (Brasil) contra Polonia (México 1986):

Darío Rodríguez (Uruguay) contra Dinamarca (Corea/Japón 2002):

Saeed Al Owairan (Arabia Saudí) contra Bélgica (USA 94):

Joe Cole (Inglaterra) contra Suecia (Alemania 2006):

Vassily Rats (Unión Soviética) contra Francia (México 1986):

Manuel Negrete (México) contra Bulgaria (México 1986):

Klaus Fischer (R. F. Alemana) contra Francia (España 1982):

Giovanni van Bronckhorst (Países Bajos) contra Uruguay (Sudáfrica 2010):

Dennis Bergkamp (Países Bajos) contra Argentina (Francia 1998):

Leopoldo Luque (Argentina) contra Francia (Argentina 1978):

Mesut Özil (Alemania) contra Ghana (Sudáfrica 2010):

Maicon (Brasil) contra Corea del Norte (Sudáfrica 2010):

Michael Owen (Inglaterra) contra Argentina (Francia 1998):

Diego A. Maradona (Argentina) contra Bélgica (México 1986):

Éder (Brasil) contra Escocia (España 1982):

Archie Gemmill (Escocia) contra Países Bajos (Argentina 1978):

Diego Forlán (Uruguay) contra Países Bajos (Sudáfrica 2010):

Daniel Amokachi (Nigeria) contra Grecia (USA 1994):

Diego A. Maradona (Argentina) contra Inglaterra (México 1986):

Puede que echéis en falta alguno. Os invito a que me lo digáis en los comentarios.

Por lo demás, daros las gracias por haber seguido estas historias mundialistas en este blog. Ha sido un placer por mi parte. Os recuerdo que podéis seguir leyendo historias del deporte en mi otra bitácora. Estaré encantado de recibiros.

Un abrazo.

España y sus días negros en los Mundiales

En el penúltimo día mundialista y penúltima día del blog, vamos a hacer algo ligerito: un repaso de los peores momentos de la selección española en los Mundiales. Se ha hablado mucho de nuestra victoria en Sudáfrica, así que vamos a hacer un ejercicio para recordar que los malos momentos actuales no son cosa nueva.

1. Los penaltis ante Bélgica (México 86). España había hecho un Mundial de México fantástico, clasificándose muy brillantemente a cuartos de final tras golear a Dinamarca por 5-1. Pero en esa eliminatoria de cuartos se encontraron con Bélgica. El portero Jean-Marie Pfaff y la tanda de penaltis nos dejaron fuera:

2. El fallo de Cardeñosa (Argentina 78). España se enfrentó en la primera fase del Mundial de Argentina 78 ante Brasil, entre otros equipos. Aquel partido acabó 0-0. Pero por su algo se recuerda, es por el fallo de Cardeñosa. El jugador del Betis cometió uno de los fallos más increíbles de la historia del fútbol. Si España hubiera ganado aquel partido, muy probablemente hubiera pasado a la segunda fase:

3. El fallo de Julio Salinas (USA 94). No fue tan escandaloso como el de Cardeñosa, pero casi. En el partido de cuartos de final entre España e Italia, el resultado era de 1-1. En el minuto 85, Hierro daba un pase largo a Julio Salinas, que se plantó solo ante Pagliuca. El delantero vasco falló la ocasión. Sólo tres minutos después, Roberto Baggio marcaba el 2-1 y España quedaba eliminada:

4. Los penaltis ante Corea del Sur (Corea/Japón 2002). Más allá de las comentadas polémicas de aquel partido, España se quedó de nuevo apeada en unos cuartos de final. Esta vez fue ante Corea del Sur y de nuevo en una tanda de penaltis. El entonces bético Joaquín fue el que falló el decisivo para la Roja:

5. El fallo de Zubizarreta (Francia 98). España empezó con muy mal pie el Mundial de Francia 98 y eso supuso su salida prematura del torneo. De aquel partido, en el que empezó ganando España, se recuerda sobre todo el gol en propia puerta de Andoni Zubizarreta. Fue el 2-2 de un partido que acabó 3-2 para Nigeria, nuestro rival aquella tarde en Nantes:

Hasta mañana.

Inglaterra 1966. Corea del Norte: la primera hazaña del fútbol asiático

El potero norcoreano saluda al salir al campo en el Mundial 1966 (YOUTUBE).

El portero norcoreano saluda al salir al campo en el Mundial 1966 (YOUTUBE).

Afrontamos los últimos días de Mundial y de este blog y lo haremos con una de las más impactantes historias en cuanto a revolución de equipo modesto se refiere. Creo que fue la primera gran sorpresa del fútbol en los Mundiales y todavía hoy es recordada. Es la hazaña de la selección de Corea del Norte en el Mundial de Inglaterra de 1966.

Corea del Norte llegó al Mundial tras eliminar a Australia en la fase previa. Hay que tener en cuenta que a esa Copa del Mundo no acudieron los africanos, que boicotearon el evento, disconformes con el sistema de clasificación.

Era la primera vez que este pequeño país se clasificaba para una Copa del Mundo. No habían pasado no 13 años desde el final de la Guerra de Corea y este pequeño país llegaba como la auténtica cenicienta del torneo. Quedó encuadrada en el grupo 4, junto a la Unión Soviética, Italia y Chile.

Su debut reafirmó la idea de su debilidad. El 12 de julio de 1966, en el Ayresome Park de Middlesborough, los norcoreanos debutaron contra la URSS, con resultado de 3-0 para los soviéticos. En su segundo encuentro, se enfrentaron en el mismo escenario ante Chile, equipo que había perdido en la primera jornada ante Italia. El resultado fue de empate a uno. Park Seung-zin fue el autor del primer gol de la historia de Corea del Norte en los Mundiales.

Corea del Norte, en el terreno de juego (YOUTUBE).

Corea del Norte, en el terreno de juego (YOUTUBE).

Así las cosas, el 19 de julio, de nuevo en Middlesborough, los norcoreanos tenían una opción de pasar. Se enfrentaban a Italia y debían derrotarla (y que Chile no ganara a la URSS) para pasar de ronda. En lo que fue, quizás, la primera gran sorpresa de la historia de los Mundiales, Corea del Norte derrotó a Italia, entonces bicampeona mundial, por 1-0 gracias a un gol de Pak Doo-ik, que tenía cargo de cabo en el Ejército de Corea del Norte y que fue ascendido a sargento tras la Copa del Mundo.

Gracias a ese gol, Corea del Norte se clasificó para cuartos de final (no había octavos). Era el primer país asiático que pasaba de la primera ronda. Su rival en esta fase era otra selección debutante en la Copa del Mundo del 66: Portugal, que estaba asombrando al mundo gracias, entre otros, a su estrella Eusébio. El 23 de julio se enfrentaron ambas selecciones enel Goodison Park de Liverpool. Corea del Norte empezó fuerte, ya que en los minutos 1, 22 y 25, Pak Seung-zin, Li Dong-woon y Yang Seung-kook, marcaron para su equipo. Corea del Norte se ponía 0-3 y en encarrilaba el pase a semifinales.

Pero en lugar de luchar por mantener el resultado, los norcoreanos siguieron empujando. Craso error, porque Portugal recurrió al talento de Eusébio. La Perla Negra marcó el 1-3 dos minutos después del 0-3. Justo antes del descanso, Eusébio marcó el 2-3 de penalti. En el 56, Eusébio empataba y dos minutos después, de nuevo de penalti, le daba la vuelta al marcador. José Augusto, en el minuto 80, marcó el 5-3 definitivo. Corea del Norte quedó eliminada, pero regresaron como héroes.

En 2002 se estrenó una película documental llamada ‘El Partido de Nuestras Vidas’, que recoge las opiniones de algunos de los supervivientes:

Hasta mañana.

Francia 98. El triunfo de la Europa multicultural

Los jugadores de Francia escuchan La Marsellesa antes de la final de 1998 (YOUTUBE).

Los jugadores de Francia escuchan ‘La Marsellesa’ antes de la final de 1998 (YOUTUBE).

En 1998, el Mundial se disputó en Francia. La selección anfitriona se proclamó campeona. Más allá de ser el primer título de un país de gran tradición como el galo, la victoria de Francia tuvo un significado muy profundo en el país vecino: fue el triunfo de la multiculturalidad.

Llegaba Francia a su Mundial con una extraordinaria generación de futbolistas, probablemente la mejor de su historia. Ella era el fiel reflejo de la sociedad francesa moderna, al borde del siglo XXI: un país lleno de ciudadanos de diversas procedencias, el fruto del colonialismo de la anterior centuria, el reflejo en el terreno de juego de la amalgama existente en las calles de los pueblos y ciudades franceses.

Un simple repaso a los 22 hombres que representaron a Les Bleus lo deja claro: Bernard Lama, de origen guyanés; Vincent Candela, de origen español; Bixente Lizarazu, de origen vasco; Patrick Vieira, nacido en Senegal; Youri Djorkaeff, de origen armenio; Marcel Desailly, nacido en Ghana; Zinedine Zidane, de origen argelino; Robert Pirès, de origen portugués y español; Thierry Henry, de origen antillano; Bernard Diomède, de origen guadalupano; Alain Boghossian, de origen armenio; Lilian Thuram, nacido en Guadalupe; Christian Karambeu, nacido en Nueva Caledonia (y que nunca cantaba el himno) y David Trezeguet, de origen argentino. Sólo Laurent Blanc, Didier Deschamps, Stéphane Guivarc’h, Fabien Barthez, Emmanuel Petit, Frank Leboeuf, Christophe Dugarry y Lionel Charbonnier, es decir, sólo ocho de 22, eran de origen francés ‘puro’.

Su victoria fue celebrada por todos los franceses, fuera cual fuera su origen o raza. Hubo excepciones, como la del político de ultraderecha Jean Marie Le Pen, que afirmó no sentirse representado por esa selección, pero el triunfo de esa Francia fue el triunfo de la multiculturalidad. Algunos expertos explicaron que la victoria de Francia en 1998 había hecho más para la integración que décadas de política. El presidente de la República, Jacques Chirac, dijo entonces que era el triunfo de una Francia «tricolor y multicolor».

Pero sólo dos años después, aquel clima de optimismo se nubló. En un amistoso entre Francia y Argelia en el Stade de France, La Marsellesa fue fuertemente silbada por los hinchas argelinos que poblaban las gradas. O mejor dicho, por los hinchas franceses de origen argelino. Luego protagonizarían una invasión de campo que obligó a suspender el partido, en un día en que la opinión pública francesa se quedó muy tocada, conmocionada, muy impresionada al ver la reacción de esos nuevos franceses ante algo tan intocable como el himno nacional. Francia protagonizó años después graves incidentes en los arrondisements parisinos más poblados por inmigrantes, ha vivido sucesivos auges de la extrema derecha y hace cuatro años, el conflicto estalló en la Copa del Mundo de Sudáfrica, cuando se supo que el vestuario era un polvorín, en el que los jugadores de color, mayoría, dejaban de lado a otros franceses ‘puros’ (se citó el caso de Yoann Gourcouff) y mostraban una actitud poco comprometida. Al año siguiente, se supo que la FFF estaba estudiando crear cupos para equilibrar la presencia de jugadores de color o magrebíes en la selección.

Parece que las aguas han vuelto a su cauce en los últimos años. Aunque su participación en Brasil 2014 se ha quedado en cuartos de final, esta generación promete dar guerra.

Os dejo con un resumen de la final:

Volvemos pasado mañana.

Suecia 58. El Mundial que nunca se celebró

Los jugadores brasileños celebran su triunfo en Suecia 58 con una bandera sueca (YOUTUBE).

Los jugadores brasileños celebran su triunfo en Suecia 58 con una bandera sueca (YOUTUBE).

Uno de los Mundiales de los que aún no he hablado (mucho) es del de Suecia 58. Esta Copa del Mundo, que tiene la particularidad de ser la única celebrada en suelo europeo con campeón americano, tiene una divertida historia paralela, muy reciente, que os paso a contar en seguida. Y es que durante unos minutos, en el año 2002, el pueblo sueco quedó convencido de que nunca se celebró.

Como os decía, hace 12 años la televisión pública sueca emitió un documental llamado Konspiration 58 (Conspiración 58). El documental, dirigido por Johan Löfstedt, hacía una sorprendente revelación: el Mundial de Suecia de 1958 nunca se disputó. Según se explicaba, todo fue una conspiración de la CIA y la FIFA, en connivencia con el Gobierno sueco, para realizar un experimento sobre la efectividad de la propaganda televisada, para luego poder llevar a cabo pruebas similares de cara a la Guerra Fría contra el bloque soviético.

Así, la película consigue hablar con Bror Jacques de Wærn, un exmiembro de la Agencia Nacional Sueca, que fue quien descubrió el pastel tras haber llevado a cabo una investigación acerca del Mundial y no encontrar pruebas de su celebración. El documental aporta análisis de imágenes, tan detallados como las sombras de los futbolistas sobre el terreno de juego y la supuesta posición del sol en los días de la celebración de la Copa del Mundo para mostrar algunas inconsistencias. Análisis de los terrenos de juego o del urbanismo que rodeaba a los estadios eran otras de las claves que hacían ver que allí había pasado algo raro.

El documental partía de la base de que Suecia, en 1958, no disponía de las condiciones económicas y de infraestructura para acoger un evento de este tipo. Para reforzar la conspiración, el documental incluyó entrevistas con Lennart Johansson, expresidente de la UEFA entre 1990 y 2007, jugadores de la selección sueca del 58 como Kurt Hamrin o Sigvard Parling, periodistas deportivos de la época, psicólogos y exfuncionarios del Gobierno sueco. Todos coincidían en afirmar que se trataba de una farsa, de un montaje para hacer creer al mundo que en Suecia se celebró el Mundial.

No era hasta el final del documental cuando se revelaba toda la verdad: era un ‘mockumentary’, una obra de ficción con aspecto de realidad. Su objetivo, según el director, era demostrar cómo funciona el revisionismo histórico, sobre todo entre los negacionistas del Holocausto.

El documental está en Youtube, aunque me temo que en sueco. Aunque no entendáis ni jota, al menos os valdrá para ver el tono del trabajo:

Hasta mañana.

1958-1970. Pelé, el mundialista más grande

Pelé, abrazado a su compañero Jairzinho tras ganar el Mundial de 1970 (GTRES).

Pelé, abrazado a su compañero Jairzinho tras ganar el Mundial de 1970 (GTRES).

Al principio de la andadura de este blog le dediqué un capítulo a Diego Armando Maradona, uno de los grandes personajes de a Copa del Mundo. Si no es el más grande es porque hay otro que le discute, con mucha fuerza, ese título honorífico. Es más, muy probablemente sea el protagonista de hoy no sólo el mejor mundialista de todos los tiempos, sino también el mejor jugador de la historia. Es, cómo no, Edson Arantes do Nascimento, Pelé.

La historia de Pelé como mundialista va muy pegada a su historia como internacional con su selección. El 10 de Brasil debutó con su selección sólo un año antes de jugar su primer Mundial. Lo hizo en 1957, con tan solo 16 años de edad. Al año siguiente, Pelé formó parte de la selección brasileña que viajó a Suecia para disputar la Copa del Mundo. Llegó mermado físicamente y no disputó los dos primeros partidos de su selección. Debutó contra la Unión Soviética en el tercer partido, convirtiéndose en el más joven en jugar un Mundial. En ese partido dio una asistencia a Vavá. En cuartos de final, ante Gales, Pelé marcó su primer gol en un Mundial. Y en semifinales, logró un hat-trick ante Francia. Pelé redondeó su actuación marcando dos de los cinco goles que Brasil le metió a la anfitriona Suecia en la final. Tenía 17 años y 249 días y ya era campeón del mundo.

Cuatro años después, en la época del Mundial de Chile 1962, Pelé ya estaba considerado como el mejor jugador del mundo. En el primer partido de Brasil, ante México, Pelé dio un gol y marcó otro, pero en el segundo partido, se lesionó y no volvería a aparecer en el torneo, que se llevó Brasil.

Otra imagen de Pelé tras la final del 70 (Archivo 20minutos).

Otra imagen de Pelé tras la final del 70 (Archivo 20minutos).

Consolidado como el mejor jugador del planeta, en Inglaterra 66 Pelé pagó un alto precio por ser el número 1. Las defensas le dieron mucho y muy fuerte. Aún así, marcó un gol, convirtiéndose en el primer jugador en marcar en tres Copas del Mundo seguidas. Sea como fuere, Brasil quedó apeada en la primera fase. Justo después, Pelé anunció que no volvería a jugar un Mundial.

Pero si Pelé había asombrado al planeta en las tres citas anteriores, fue en el Mundial de México de 1970 cuando se convirtió en leyenda. Le habían convencido para que regresara a la selección. Estaba a punto de cumplir 30 años, estaba en el cénit de su carrera y lo demostró con creces. Además, Brasil llegaba con una generación irrepetible: Carlos Alberto, Rivelino, Jairzinho, Tostao, Gerson o Clodoaldo hacían de Brasil un equipo casi invencible. En su grupo estaban Rumanía, Inglaterra y Checoslovaquia. Pelé marcó en el 4-1 a los checoslovacos e hizo un doblete en el 3-2 ante los rumanos. Ante los ingleses, Pelé propició la que se considera mejor parada de la historia. En cuartos, ante Perú, Pelé dio una asistencia, algo que repetiría en semifinales ante Uruguay, si bien en ese partido lo que más se recuerda es lo que se llamó «el mejor no-gol de la historia». No lo describiré. Prefiero que lo veáis:

En la final ante Italia, Brasil arrasó por 4-1. Pelé marcó el primero y dio otros dos. Los brasileños se coronaron campeones por tercera vez, Pelé fue catalogado como mejor jugador del torneo y, sin lugar a dudas, se convirtió en el más grande.

Vídeos de Pelé hay muchos. Os voy a dejar con uno cortito, que recoge sus 12 goles mundialistas:

Volvemos el martes… que llegan las semifinales…

Suiza 54. El milagro de Berna

Eeeeeee

Uno de los goles de Alemania en la final del 54 (YOUTUBE).

El Mundial de 1954 significó el retorno a Europa de la Copa del Mundo después de la devastación de la II Guerra Mundial. No es casualidad que el país que lo acogió fue uno de los pocos que se libró de la guerra y la destrucción: la neutral Suiza.

A aquella Copa del Mundo llegaba un equipo como claro favorito: Hungría. Los centroeuropeos llegaban con una racha de 32 partidos invictos desde 1949. Poco antes de la cita mundialista habían derrotado dos veces a Inglaterra, por 3-6 en Wembley (en la primera derrota de la historia de los Tres Leones en su casa) y por 7-1 en Budapest.

Además, el equipo que presentaba Hungría era de ensueño: Grosics (recientemente fallecido), Buzánsky, Lóránt, Lantos, Bozsik, Zakariás, Czibor, Hidegkuti, Toth, Kocsis y Puskás. En el mundo anglosajón eran conocidos como los Mighty Magyars (Los Poderosos Magiares).

El favoritismo de Hungría se fue confirmando ya que derrotaron por 9-0 a Corea, por 8-3 a Alemania (ojo a este resultado), por 4-2 a Brasil y por 4-2 a Uruguay en su camino a la final Es decir, una media de 6,25 goles por partido.

En la final se presentó Alemania, que como habéis visto, en su segundo partido cayó por una goleada escandalosa ante los húngaros. Pero se repusieron y tras ganar un desempate ante Turquía, eliminaron a Yugoslavia y a Austria.

Nadie dudaba de que Hungría ganara la final, que se disputó en el Wankdorf Stadium de Berna, el 4 de julio de aquel 1954. La única sobra era el estado físico de Ferenc Puskás, que llegaba recién recuperado de una lesión. Hay que tener en cuenta también que Alemania estaba en pleno proceso de recuperación tras la guerra. Habían sido derrotados, no les dejaron participar en el Mundial del 50, se sentían casi humillados.

Aquel día llovía copiosamente sobre Berna. Los alemanes llevaban botas Adidas de tacos intercambiables, algo nunca visto hasta entonces. Eso les permitió adaptarlos al terreno de juego. No obstante, Puskas adelantó a los húngaros en el minuto 6 y Czibor hizo el 2-0 en el 8. Pero apenas pudieron saborear su ventaja, ya que Morlock empató en el minuto 10. Y no mucho después, Helmut Rahn marcó el gol del empate. Quedaban 70 minutos y estaba todo como al principio.

Ambos equipos tuvieron ocasiones claras para adelantarse, pero sobre todo los húngaros, desbaratadas por el alemán Toni Turek. Y en el minuto 86, Helmut Rahn marcó el 3-2. Quedó aun tiempo para que los húngaros, por medio de Puskás, marcara el 3-3, pero fue anulado. Acabó el partido y Hungría vio cortada su espectacular racha en el peor escenario posible: la final de un Mundial.

Os podéis imaginar cómo supo esa victoria para la maltrecha moral alemana. Fue un subidón en la autoestima de un país que por primera vez desde la II Guerra Mundial, escuchaba su himno en un acto público.

Desde entonces, y ya para siempre, a aquel partido se le llamó ‘el milagro de Berna’.

Os dejo con un documental de aquella final:

Hasta mañana.

Alemania 2006. La ‘Batalla de Núremberg’ y el récord de tarjetas

El luso Petit dialoga con Robin van Persie en el partido de octavos de final del Mundial de 2006 que enfrentó a ambas selecciones en Núremberg (ARCHIVO 20MINUTOS).

El luso Petit dialoga con Robin van Persie en el partido de octavos de final del Mundial de 2006 que enfrentó a ambas selecciones en Núremberg (ARCHIVO 20MINUTOS).

Las polémicas arbitrales en los Mundiales son tan antiguas como la propia competición. No ha habido Copa del Mundo que no tuviera una de ellas. En el Mundial de Alemania de 2006 hubo un partido que tuvo tal volumen de polémica que pasó a la historia como ‘la Batalla de Núremberg’.

Se disputaban los octavos de final entre Portugal y Países Bajos (aka Holanda). Arbitraba el encuentro el ruso Valentin Valentinovich Ivanov. En ambos equipos llegaban con una mezcla de dos generaciones. En Portugal estaban todavía jugadores como Deco, Figo o Maniche, pero también otros como Cristiano Ronaldo o Hélder Postiga. En la oranje, que aquel día jugó con camiseta blanca, unos jóvenes Robin van Persie, Arjen Robben o Wesley Sneijder compartían equipo con jugadores como Van der Sar, Cocu o Van Nistelrooy.

Para que os hagáis una idea, la primera tarjeta la vio Mark van Bommel en el minuto 2 de partido. A los 20 minutos, ya había otros dos jugadores amonestados, el holandés Boulahrouz y el luso Maniche. Fue precisamente el exjugador del Chelsea y del Atlético de Madrid el que marcó en el minuto 23 el único gol del partido. Cristiano Ronaldo se retiró lesionado tras una falta de Boulahrouz. Antes del descanso, el portugués Costinha fue expulsado por doble amarilla, una por una falta y otra por una mano.

En el segundo tiempo, la cosa empeoró. Una falta sobre Figo le costó a Boulahrouz la segunda amarilla y la segunda expulsión del partido. Esa acción provocó una tangana. Poco después, Deco cometió una dura falta y vio amarilla. De nuevo hubo rifi-rafe y Sneijder fue amonestado. Van der Vaart protestó y también la vio. El juego se había endurecido y el portero Ricardo vio tarjeta por perder tiempo y Nuno Valente por una dura falta. En el minuto 78, Deco fue expulsado tras ver su segunda amarilla también por perder tiempo. Y ya en el descuento, van Bronckhorst, que había visto una amarilla en el 59, fue expulsado al ver su segunda amonestación. En total, 16 tarjetas amarillas, de las que tres fueron dobles y por ende, rojas. Es el récord de un partido mundialista.

Ivanov fue duramente criticado por su facilidad a la hora de sacar tarjetas e incluso el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, lo criticó, diciendo que el colegiado ruso también merecía tarjeta por su actuación. Blatter después se retractaría de sus declaraciones.

Os dejo con un resumen de este horror de partido:

Hasta mañana.

Italia 90. Cuando Argentina drogó al brasileño Branco

Momento en el que Branco recibe una botella de agua supuestamente intoxicada (YOUTUBE).

Momento en el que Branco recibe una botella de agua supuestamente intoxicada de manos de Giusti (YOUTUBE).

Italia 90 es uno de los Mundiales más criticados de la historia: hubo pocos goles y juego rácano, pero también hubo hueco para la polémica. Una de las más recordadas enfrentó a los dos grandes de América, Brasil y Argentina, en un curioso caso que os cuento brevemente.

Se enfrentaban ambas selecciones en los octavos de final, en un partido celebrado en el recién estrenado Stadio Delle Alpi de Turín. Pese a la proximidad a los Alpes, hacía muchísimo calor en la capital de Piamonte. En el minuto 39 de partido (0-0), el brasileño comete una falta sobre el argentino Troglio. Las asistencias de la albiceleste entraron para atender al futbolista de la Lazio. Jugadores de ambos equipos aprovechan para refrescarse, tomando bidones de agua que portaba el masajista argentino.

El lateral izquierdo brasileño Branco (entonces en las filas del Oporto) aprovechó la situación y pidió a los argentinos algo de líquido para refrescarse. El jugador de Independiente Ricardo Giusti le ofreció a Branco un bidón, que el brasileño bebió. Dos minutos después, en otro parón, Branco se quejó de algo ante el colegiado. El encuentro siguió y, finalmente, al argentino Caniggia aprovechó un gran pase de Maradona para marcar el único gol del partido, eliminar a Brasil y darle el pase a Argentina.

Al acabar el encuentro, Branco denunció que había pasado todo el segundo tiempo somnoliento, como drogado, y aseguraba que era por algo que le habían dado los argentinos. La denuncia de Branco se hizo famosa, si bien al no tener pruebas nunca fue más allá, hasta que en 2005, José Horacio Basualdo, uno de los integrantes de aquella selección argentina, reveló que en efecto, habían drogado a Branco: «Nosotros nos enteramos en el momento, cuando íbamos a tomar agua porque hacía más de 40 grados. En el momento en que un jugador se lesionó nos acercamos y ‘Galíndez’ (apodo de Miguel Di Lorenzo, el masajista argentino) se encargó de darnos los recipientes. Fue ahí cuando nos enteramos de que le habían echado una sustancia al agua y Branco fue el encargado de llevarse el bidón. Justo él, que cobraba los tiros libres».

Branco, minutos después de haber sido intoxicado (YOUTUBE).

Branco, de pie junto a los jugadores argentinos, minutos después de haber sido intoxicado (YOUTUBE).

Pese a que el entonces seleccionador argentino Carlos Salvador Bilardo amenazó a Basualdo con revelar detalles íntimos de su vida privada si no se retractaba, a los pocos meses llegó otra voz confirmando los hechos, nada menos que la de Diego Armando Maradona. El ‘Pelusa’ contó en una entrevista televisiva que «Alguien había picado un Rohypnol (un somnífero) a una botella de agua… estaban todos y venían a tomar (agua) los buenos de ellos… Yo les decía tomá, tomá y Branco se la tomó toda. Después tiraba los tiros libres y se caía». En este caso, fue la AFA la que desminitó las palabras de Maradona, pero ya quedaban pocas dudas.

El propio Branco, que todavía cuando le preguntan destaca el peligro que sufrió («¿Se imaginan si después de ese partido me convocan para un examen antidopaje? ¿Qué habría sido de mí? ¿Cómo habría explicado la presencia de esa sustancia en mi organismo?») reveló años después que coincidió con Bilardo en un acto años después y, tras preguntarle por aquellos hechos de 1990, el ‘Narigón’ le respondió «Branco, en el fútbol vale todo».

Os dejo con un vídeo donde se explica muy bien lo que pasó aquel día:

Volvemos el jueves con más historias mundialistas.

Uruguay 1930. Lucien Laurent, el autor del primer gol mundialista

Lucien Laurent, en 1936 (WIKIPEDIA).

Lucien Laurent, en 1936 (WIKIPEDIA).

Ya hemos visto en este blog que los Mundiales originales, sobre todo los tres primeros, poco o nada tienen que ver con los modernos, más allá de su idea original. Prueba de ello es la historia que os relataré hoy. El protagonista es Lucien Laurent, el autor del primer gol mundialista.

Lo interesante de la historia no es tanto lo que ocurrió en su momento, que también, sino el hecho de que no se supiera hasta mucho tiempo después. Os diré que el 13 de junio de 1930, Francia y México disputaron en el estadio de Pocitos de Montevideo el primer partido mundialita de la historia. En ese partido, el primer gol fue obra de Lucien Laurent, jugador del CA Paris, al recoger en el área un centro de Ernest Libérati.

Lo que ahora nos parece algo digno de reseñar, recordar y destacar, algo que debería saber todo buen aficionado al fútbol y a los Mundiales, no fue tan interesante durante muchos años. Y es que el hecho de que Lucien Laurent fue el autor del primer gol de la historia de la Copa del Mundo fue desconocido hasta 1990, cuando una investigación periodística reveló el hecho. Lo curioso es que Lucien Laurent, que entonces tenía 83 años y vivía en Besançon, se hizo mundialmente famoso. Habían pasado 60 años desde su gol para que le llegara la fama.

Lucien Laurent, por cuerto, tiene una interesante historia, ya que participó en la II Guerra Mundial y fue hecho preso por los alemanes, que lo mantuvieron durante tres años en un campo de concentración. Tras ser liberado en 1946, regresó a Francia, donde siguió dedicado al fútbol como entrenador. Lucien Laurent pudo ver en 1998 a Francia proclamarse campeona del mundo y falleció en abril de 2005, a los 98 años de edad.

El estadio Pocitos, por cierto, empezó a ser desmantelado en 1940 y en 1946 ya no quedaba ni rastro, ya que sobre él se construyeron avenidas y viviendas.

En el año 2002, un arquitecto uruguayo llamado Héctor Enrique Benech decidió buscar y encontrar el lugar exacto en el que se marcó el primer gol de la historia de los Mundiales. Tras mucho rebuscar, en 1926 encontró una fotografía aérea de la zona, y superponiéndola a una actual, logró encontrar ambos puntos. Así, se convocó un concurso para colocar dos monumentos conmemorativos en el punto exacto donde estaba el centro del campo, y en el punto exacto donde estaba la portería en la que Lucien Laurent marcó el gol. El concurso lo ganó el escultor local Eduardo Di Mauro, que colocó dos monumentos, uno titulado Cero a cero y pelota al medio y Donde duermen las arañas. Me parece una iniciativa cojonuda, la verdad.

Os dejo con un vídeo sobre Lucien Laurent: