Hay un clásico de todos los mundiales que nunca falla: las mascotas. Desde 1966, no ha habido cita mundialista en la que no haya existido un simpático personaje que representara la cara más amable del evento y, a la vez, se convirtiera en fuente inagotable de ingresos a través de la mercadotecnia. Hoy vamos a ver, en una primera entrega, algunas curiosidades de estos simpáticos personajes.
World Cup Willie. Inglaterra, 1966. La primera mascota de los Mundiales de fútbol se estrenó en Inglaterra. El personaje, cómo no, rezumaba britishness por los cuatro costados: era un león, animal tradicionalmente vinculado al fútbol inglés y a Inglaterra en general, desde la dinastía de los Plantagenet. Además, lucía una camiseta con la Union Jack o bandera del Reino Unido. Su creador fue Reg Hoye, un ilustrador que solía trabajar creando los dibujos de los famosos libros de Enid Blyton. La FA directamente se puso en contacto con él para que creara a la mascota del Mundial. Hoye creó cuatro modelos: un niño y tres tipos diferentes de león. Willie tuvo un éxito arrollador. Se crearon numerosos productos con su imagen: muñecos, toallas, tazas, camisetas, cosas que en aquel entonces no estaban tan de moda como ahora. Tuvo incluso una canción. A día de hoy sigue siendo muy reconocido en Reino Unido. Como curiosidad, añadir que la fecha de ‘nacimiento’ (que no de creación, obviamente) del personaje es el 11 de enero de 1931.
Juanito. México, 1970. La segunda mascota mundialista de la historia fue la primera que representaba un ser humano. Era un niño de 11 años, vestido con el uniforme de la selección mexicana y, cómo no, un sombrero. Con la elección de un niño, la Federación Mexicana quería representar la inocencia y, llevada al fútbol, el fair-play. Tuvo una ventaja sobre Willie, y es que al ser el Mundial de México el primero televisado en todo el mundo, fue mucho más reconocido. No obstante (y esto es una opinión personal), a efectos de diseño Willie es superior. El nombre, por cierto, no fue casual. En todo el mundo, sobre todo en el anglosajón, Juan es el nombre por antonomasia de los mexicanos. Su fecha de nacimiento, el 5 de mayo de 1959.
Tip y Tap. Alemania, 1974. Seguimos con los niños. Para el Mundial de 1974, los alemanes eligieron no sólo una mascota, sino dos. Sus nombres, Tip y Tap, nacidos el 23 y el 24 de agosto (como yo) de 1965. Tip es moreno y Tap, más alto y rubio. Ambos llevan el uniforme de la selección alemana, pero Tip lleva las letras ‘WM’ en la camiseta (las siglas de Weltmeisterschaft, Copa del Mundo en alemán) y Tap un 74. Curiosidades: la cabeza de Tap tiene forma de salchicha, el alimento alemán por excelencia. Además, la elección de que fueran dos no fue casual. Se querían representar las dos Alemanias, por aquel entonces (y por quince años más), todavía separadas. Esta es la primera referencia política de las mascotas mundialistas. Sobre el nombre: hace referencia a un juego llamado Tip-Top, popular en Alemania, que llevaban a cabo los niños antes de jugar al fútbol. Dos ‘capitanes’ tenían como objetivo tocar con su pie el pie del contrario. El que primero lo consiguiera, elegía primero a sus compañeros de equipo. Por eso Tip tiene el pie por delante de Tap.
Gauchito. Argentina, 1978. Y seguimos con niños. Argentina presentó a un pequeño gaucho como mascota de la Copa del Mundo. La elección, por cierto, fue muy criticada, porque recordaba demasiado al mexicano Juanito, al menos en su concepto global. Salido del popular estudio gráfico bonaerense de Manuel García Ferré, donde nacieron numerosos y populares personajes de dibujos animados en Argentina, su autor fue el dibujante Néstor Córdoba. El personaje hace referencia al gaucho, al habitante de la Pampa, símbolo por antonomasia del país suramericano. Así, Gauchito lleva un sombrero típico de estos vaqueros, un pañuelo anudado al cuello y un ‘rebenque’, el látigo corto que usan los gauchos. Ataviado con el uniforme de la selección argentina, Gauchito tenía como fecha de nacimiento el 24 de diciembre de 1968. Originalmente, estaba previsto que el niño tuviera su propia serie de dibujos, pero no se llevó a cabo. Una curiosidad: el lector atento habrá observado que tanto las botas como la camiseta de Gauchito llevan los logotipos de la marca alemana Puma. Es un misterio cómo lograron encontrar su hueco en la mascota, habida cuenta de que FIFA ya entonces mantenía una estrecha relación con Adidas, principal rival de la marca del felino.
Naranjito. España, 1982. Sí, amigos, llegamos a España y a la que, para nosotros, es la mascota mundialista por antonomasia. Con Naranjito se acabó la tendencia de los niños-mascota y por primera vez, un producto hortofrutícola se convertía en la cara simpática de una Copa del Mundo. Hay que decir que Naranjito, que ahora nos mola mucho a todos, fue muy criticada en su época. Pero ha envejecido bastante bien y desde hace unos años, ha sido beneficiada por un revival muy acorde con la nostalgia y el hipsterismo tan en boga. Su fecha de nacimiento ficticia era el 19 de agosto de 1970. Sus autores, dos creativos publicitarios sevillanos llamados María Dolores Salto y José María Martín Pacheco. Precisamente la visión de los naranjos de la zona de la Plaza Nueva de Sevilla fue la que le hizo a Martín Pacheco encenderse la bombilla. Además, el colorido del personaje era un canto a los cambios que se producían en el país, con pocos años de democracia. El estudio publicitario recibió un millón de las pesetas de entonces por el trabajo. A nivel de mercadotecania, Naranjito fue explotado ampliamente. Los más veteranos recordarán también la serie de dibujos animados protagonizada por esta naranja con uniforme de la selección española: Fútbol en acción. En ella, Naranjito compartía aventuras con su novia Clementina, su amigo Citronio y el robot Imarchis y luchaba contra Zruspa y los malvados Cocos. Los dibujos se crearon con la ayuda de un estudio japonés y contaron con Alfredo di Stéfano como asesor deportivo y Matías Prats sénior como narrador.
Pique. México, 1986. Los Mundiales volvían a México y esta vez, los aztecas hicieron un trabajo centrado en alejarse de Juanito. Siguieron el ejemplo de España y crearon una mascota procedente de la huerta, también antropomorfa. El producto elegido fue nada menos que un pimiento o chile jalapeño (de ahí el nombre). Eso sí, Pique tenía unos rasgos muy muy mexicanos: enorme sombrero (cuya copa era en realidad la punta del propio jalapeño) y enorme mostacho. Además, como todos sus antecesores, iba vestido de futbolista, con unos enormes pies metidos dentro de unas también enormes botas. Se desconoce quién fue el autor, ya que el Comité Organizador encargó un concurso en 1983 y presentó a la mascota ganadora, pero no a su creador. Con una fecha de nacimiento del 14 de mayo de 1943, Pique supone el salto de los diseños antiguos a los más actuales. Como Naranjito, Pique tuvo una acogida desigual, sobre todo entre los propios mexicanos.
Ciao. Italia, 1990. El cambio fue radical en el Mundial de Italia. Tan radical que esta vez no hubo ni niños, ni animales, ni productos hortofrutícolas. El resultado fue bastante polémico, ya que aún hoy se considera a Ciao como la peor de todas las mascotas futbolísticas. Y es que consiste en una figura formada por palos con los colores de la bandera italiana, coronados con un balón a modo de cabeza. Una mascota que, la verdad, no decía nada. De autor desconocido y con fecha de nacimiento ficticia en el 1 de enero de 1979, Ciao fue un accidente en el camino del diseño de mascotas mundialistas. Era muy difícil sentirse identificado con un objeto totalmente inanimado. El nombre no merece mucha explicación. Ciao es una palabra que, como todos sabéis, sirve para saludar y despedirse en tono informal en italiano.
Continuará…
Fotos: FIFA.