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"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Premios Luis Noé Fernández a las buenas prácticas en nutrición y de lucha contra el hambre

Premio

Me consta que muchos de los seguidores de este blog (cada día somos más y esto empieza a ser importante, gracias) viven o trabajan con bastante intensidad todas las cuestiones relacionadas con la nutrición y, en especial, desde un activismo social significativo.

Por tanto, creo que con especial consideración hacia a ellos puede resulta interesante el conocer la convocatoria 2014 del premio Luis Noé Fernández; unos galardones en coherencia con la Fundación Alimerka vinculada al Grupo empresarial del mismo nombre que D. Luis Noé Fernández fundó en su día y que está centrado en la distribución.

Así, el objeto de estos premios consiste en reconocer experiencias relevantes tanto en materia de nutrición como de lucha contra el hambre. En cuanto a la modalidad de “nutrición” se pretende premiar a la entidad o grupo de entidades cuyos programas o proyectos supongan una aportación relevante en el campo de nutrición y dietética, o bien de ciencia y tecnología de los alimentos.

En lo que respecta a la modalidad de “lucha contra el hambre” el reconocimiento está dirigido a la entidad o grupo de entidades cuyos programas o proyectos constituyan una aportación relevante a la lucha contra el hambre o la malnutrición, tanto en países en desarrollo como con colectivos vulnerables de nuestro entorno.

La dotación en cada una de las modalidades, no es tontería, se concreta en 12.000€ y una obra gráfica de la artista Helena Toraño. Además, la Fundación Alimerka se compromete a hacer difusión de la labor de los premiados durante un año.

Por si estás interesado te dejo una serie de enlaces para que estudies presentar tu candidatura. El plazo se abre el 8 de septiembre, este lunes próximo y concluye el 10 de octubre.

¡Que tengas suerte!

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Imagen: David Castillo Dominici vía freedigitalphotos.net

Fitoestrógenos, menopausia y sofocos: escasa (o nula) evidencia de sus beneficios

Bebida de sojaLa menopausia es una época en la vida de una mujer adulta caracterizada por la falta de menstruaciones. En condiciones normales suele ocurrir naturalmente en torno a los 45 años y su causa es la falta de producción de hormonas (estrógeno y progesterona) en los ovarios. Se considera que una mujer ha alcanzado la menopausia cuando deja de tener menstruaciones durante un año seguido. Sin embargo, los síntomas característicos pueden empezar años antes e incluyen: cambios en las menstruaciones (más o menos duraderas, profusas y con más o menos tiempo entre ellas); calores y/o sudoración (sofocos, más habitualmente por la noche); dificultad para dormir y concentrarse; sequedad vaginal; cambios de humor sin otro motivo aparente; pérdida de cabello y, en sentido contrario, más vello facial.

El tratamiento de esta sintomatología, más en concreto la cuestión de los sofocos, tiene diversas vertientes terapéuticas. Una de ellas, y enmarcada en la denominada medicina complementaria, es el uso de los fitoestrógenos (compuestos de naturaleza vegetal y no esteroideos similares a algunas hormonas estrogénicas humanas) presentes es una amplia variedad de plantas y que se pueden consumir, bien como alimento tal cual o como suplemento. En particular y para los fines que se persiguen esos fitoestrógenos se suelen encontrar en la soja, la alfalfa y el denominado trébol rojo (una leguminosa con un especial uso forrajero).

Con este planteamiento muchas mujeres utilizan tratamientos que se perciben como «naturales» y seguros, pero sobre los que con frecuencia no se tiene una buena información acerca de la efectividad de sus supuestos beneficios, ni tampoco de los riesgos potenciales.

Afortunadamente de vez en cuando se publican revisiones de la literatura científica que nos sacan de dudas o que al menos nos ayudan a ello. Tal es el caso de este artículo Phytoestrogens for menopausal vasomotor symptoms (“Fitoestrógenos para los síntomas vasomotores de la menopausia”) que sin marear la perdiz, aborda la cuestión de la eficacia de esta medida y su seguridad. Sus conclusiones son bastante concretas:

«No existen pruebas concluyentes que muestren que la suplementación con fitoestrógenos reduzcan de forma eficaz los sofocos o la sudoración nocturna típicos de la menopausia».

Hasta aquí, supongo, las malas noticias. No obstante, queda camino por recorrer en este sentido. En el mismo estudio se hace un llamamiento a la necesidad de profundizar en la investigación de un compuesto concreto, la genisteína (un fitoestrógeno en particular) con el que aparecer se han obtenido resultados en cierta medida prometedores.

De todas formas, otra de las lecturas importantes de la revisión del estado de la cuestión menopausia-fitoestrógenos es la escasa calidad de los estudios con los que se termina llegando a estas conclusiones. Se comenta tanto en la publicación que he comentado…

“Muchos de los ensayos de esta revisión fueron pequeños, de corta duración y de calidad deficiente, y los tipos de fitoestrógenos utilizados variaron significativamente”

… Como en otros artículos, como por ejemplo Phytoestrogens and other botanicals: on the problems of evidence-based evaluation (“Fitoestrógenos y otras moléculas vegetales: problemas en la evaluación basada en la evidencia”) cuando se afirma que habida cuenta de la escasa calidad de los ensayos clínicos publicados…

“Se deben tener en consideración la calidad de las investigaciones en este terreno y las posibles influencias de la industria con el fin de definir criterios de inclusión de aquellos estudios en los que se vaya a hacer un meta-análisis o una revisión”.

Más allá de los fitoestrógenos

En un terreno más positivo, cabe destacar que aquellas mujeres en la menopausia y que sufren sofocos podrían obtener una reducción significativa de sus síntomas en la medida que conservan un peso adecuado. Así, un reciente estudio piloto pone de relieve que perder peso podría ayudar a aliviar los sofocos que con frecuencia acompañan a la menopausia (tienes una noticia sobre los resultados del estudio en cuestión en este enlace).

Otras investigaciones recientes apuntan hacia posibles estilos de vida que podrían interferir en esos sofocos de la menopausia. Una posible manera de controlarlos en cierta medida podría radicar en la composición de la dieta. Esto significa que habría que observar cierta precaución con los alimentos picantes así como con el consumo de cafeína, alcohol y tabaco.

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Imagen:  winnond vía freedigitalphotos.net

Azúcares añadidos: recomendaciones y etiquetado (deshaciendo la madeja)

Refresco de cola

Antes de comenzar aclaremos que por “azúcares añadidos” se entiende cualquier tipo de azúcar que uno mismo pone en su plato, taza, vaso o receta; y también (esto es importante) todo aquel azúcar utilizado en la fabricación de todos aquellos productos alimenticios manufacturados, y que de forma típica, están presentes en: los (mal llamados) refrescos, las (mal llamadas) bebidas energéticas, los caramelos y chucherías, los productos de pastelería y galletería, las bebidas a base de frutas, los helados… etcétera.

Las recomendaciones

A día de hoy la mayor parte de gobiernos y sociedades científicas implicadas han realizado recomendaciones de límites superiores de ingesta para los “azúcares añadidos” y han establecido ese límite superior en el 10% del valor energético total de la dieta. Es decir, que de todas las calorías aportadas, los azúcares añadidos no deberían contribuir en más del 10% de las calorías. Es más, como ya te conté en esta entrada desde la OMS se está barajando incluso el hacer bajar esta recomendación sobre la presencia de azúcares añadidos a no más del 5% de las calorías totales. El tema es importante ya que uno de los principales problemas con este nutriente es que, tal y como comentamos en este otro post, la mayor parte de los “azúcares añadidos” en nuestra dieta no los añadimos nosotros sino que van insertos en la matriz de ese alimento industrial que nosotros elegimos poner entre nuestras manos o en nuestro plato. Y ya que el elegir estos alimentos es especialmente frecuente, tentador y ubicuo se terminan sobrepasando con facilidad ese 10% máximo de calorías aportadas a partir de los “azúcares añadidos”.

Pero, ¿alguna vez hemos reparado en la cantidad real de azúcar que representa esta cifra del 10%, no digamos ya la del 5%? Pues es muy poco, vamos a verlo.

Considerando una dieta estándar de 2000 kcal, su 10% serían 200 kcal que para aportarlas con azúcar, haría falta a una cantidad de 50g de azúcar. Es decir, las recomendaciones de las que hablaba indican que no se deberían incorporar más de 50g de “azúcares añadidos” y que se estudia reducir esta recomendación para no superar los 25g (la OMS), insisto en una dieta “tipo” de 2000 kcal.

El etiquetado y la legislación

La cosa se complica notablemente cuando uno revisa el etiquetado de algunos alimentos. Tomemos por ejemplo la etiqueta de un conocido refresco de cola (así como la información contenida en su propia página web). Me he tomado la libertad de repoducir sus datos a continuación por si el enlace falla. En ellos, dentro de la información nutricional, se dice que una unidad de 250 mL contiene 27g de hidratos de carbono de los cuales, su totalidad son azúcares. Todos son, evidentemente, de los considerados “azúcares añadidos”. A continuación nos informa de los porcentajes que implica tal cantidad de hidratos de carbono y azúcares respectivamente en la consabida dieta estándar de 2000 kcal… y aquí es donde viene el lío que voy a tratar de aclarar. Recordemos que con 27g de azúcar (los presentes en una botellita de “refresco” de las pequeñitas) estaríamos en principio cubriendo un 54% de las recomendaciones actuales de muchos gobiernos al respecto de la presencia de “azúcares añadidos” ¡y llegando a un 108% si tuviésemos en cuenta las mencionadas expectativas de la OMS de no superar su presencia en un 5%!

Coca-cola Información nutricional

Sin embargo, tanto web como etiqueta informan que esos 27g de hidratos de carbono aportarían el 10% de la energía total que se recomienda provengan de los hidratos de carbono en una ingesta de referencia de 2000 kcal y que además, esos mismos 27 gramos, siendo como son azúcares simples aportarían tan solo el 29% de la energía proveniente en forma de azúcares simples en esa misma dieta estándar. Como se puede apreciar muy lejos del 54%… y no digamos del 108% mencionado como posible. Sin embargo, y aunque parezca un contrasentido hay que decir que la citada etiqueta, y por tanto la marca en cuestión, cumplen escrupulosamente con la legislación del etiquetado. ¿Cómo es esto posible?

Es posible gracias a las aclaraciones que hace el panel de expertos de la EFSA que puedes descargar en este enlace. En él se aclara que el porcentaje de hidratos de carbono que se va a considerar adecuados dentro de una ingesta dietética de referencia de 2000 kcal es del 52%, que traducido a gramos de hidratos de carbono, son 260g. Así sí: los 27g de hidratos de carbono del «refresco»son, aproximadamente, el 10% con respecto a esos 260g, y que es lo que aparece en la etiqueta.

¿Y con respecto a los azúcares? Pues igual. En el mismo documento, el panel de expertos de la EFSA sostiene que la ingesta de referencia para el etiquetado propuesta para azúcares totales (no solo los añadidos) es de 90g, es decir el 18% del valor energético total de la dieta. En este punto hay que aclarar que por “azúcares totales” se entiende tanto los intrínsecos o presentes de forma natural en alimentos como la fruta, las verduras, los cereales y la lactosa en productos lácteos; como aquellos azúcares añadidos a los que estoy haciendo especial referencia en este post. Con estos 90g de referencia queda claro entonces que los 27g de azúcar del refresco se corresponden con el 29% (de azúcares aportados en la ingesta detética de referencia) que refleja.

Así, el comité de expertos entiende que esta cifra de 90g para azúcares totales es compatible con el límite superior de recomendaciones de ingesta para los “azúcares añadidos” del 10% para la población general propuesto por algunos gobiernos ya que:

Se ha calculado que la ingesta de azúcares intrínsecos proporcionada para la ingesta de las cantidades recomendadas de frutas, verduras, cereales y productos lácteos equivale a aproximadamente a 45g en adultos. Suponiendo que los 45g restantes de azúcares (hasta llegar a los 90g propuestos por la ingesta de referencia para el etiquetado) son azúcares añadidos, ello se correspondería al 9% para una dieta 2000 kcal.

Es decir, que la EFSA considera que los azúcares consumidos en una ingesta dietética de referencia (90g) provienen de forma arquetípica de dos fuentes bien distintas. Por un lado los presentes de forma natural en frutas, verduras, cereales y productos lácteos hasta llegar a los 45g de azúcares dentro de un consumo racional de estos alimentos, y otros 45g opcionales (“opcionales” lo digo yo, no la EFSA) con los “azúcares añadidos”.

Conclusiones, son tres

Primera: Con tan solo el consumo de un único envase de medio litro del “refresco” mencionado, muy accesible hoy en día en cualquier máquina de vending, supermercado, etcétera, se supera con creces el actual límite superior (y más permisivo) diario de consumo de «azúcares añadidos» establecido por diversos gobiernos. Imagina lo que supone si además de este refresco, te tomas un café (¿con azúcar?) o dos, más un caramelo… o dos, más una pieza de bollería industrial… en un solo día. Como ves es relativamente fácil superar ese límite con nuestro lamentable patrón de consumo. Y eso sin hacer burradas que seguro todos conocemos y que a lo mejor peor, no son tan infrecuentes. Imagina además que en vez de esa recomendación fijada actualmente en el 10% , se termina por imponer la de 5%. Consumimos mucho, pero que mucho azúcar, y no precisamente del “intrínseco”.

Segunda: El etiquetado como hemos visto (al menos en este ejemplo) es escrupulosamente fiel a la legislación vigente sobre el etiquetado. Sin embargo, las cifras que muestra en forma de porcentaje ofrecen, en mi opinión, una trampa que el consumidor medio dudo mucho que pueda percibir, pudiendo tener la impresión que se pueden llegar a consumir tres unidades y pico de ese “refresco” (del de 250 mL) sin pasarse de la cantidad de azúcar recomendada. Y eso suponiendo que dicho consumidor no le dé por comer además una fruta, algo de verdura, etcétera que también aportará azúcares a la suma.

Tercera: Esto es así, porque en la legislación no se contempla la posibilidad de incluir la información al respecto de la cantidad (y su porcentaje, que sería lo importante) de “azúcares añadidos” dándole el mismo valor gramo-a-gramo al azúcar que vienen en un vaso de leche o una manzana, que al que vienen en un “refresco” o cualquier otro producto manufacturado (pasteles, galletas, chucherías…). Esto, para mí, es una cuestión que se debería mejorar sin lugar a dudas. O al menos que se tenaga en cuenta por el consumidor.

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Nota: Quiero agradecer a Rafael Urrialde (@RUrrialde_PhD) sus inestimables aclaraciones para confeccionar este post.

Imágenes: Naypong vía freedigitalphotos.net

20 aforismos gastro-dietéticos de Brillat-Savarin (los conocidos y los no tanto)

SavarinPara aquellos a los que no les suene quién fue Jean Anthelme Brillat-Savarin (1755-1826) digamos que, más allá de lo que nos cuenta la Wikipedia, fue lo que hoy en día se conocería como un intelectual. Básicamente un jurista y político francés con una amplia formación clásica en lo profesional que tuvo sus más y sus menos en el tiempo de la Revolución francesa, viéndose obligado a salir por piernas y poner tierra de por medio entre su cabeza y la de sus perseguidores que querían verla rodar, literalmente, en la famosa guillotina. En este punto las diversas fuentes consultadas no se ponen de acuerdo a la hora de atribuirle a su persona una postura de absoluta defensa de la pena de muerte, o bien en sentido contrario, la de apoyo a ultranza de su abolición. El caso es que las modernas referencias a su persona lo hacen destacar como un músico de cierto talento, un hombre muy culto y, para lo que a este blog afecta, como un comensal y anfitrión ameno, especialmente distinguido y refinado. Sin embargo, no falta quien discrepa de esta bonita estampa y lo retrata más bien como una persona zafia que jamás supo comer; que gustaba de los platos fuertes y vulgares y con vista solo a llenarse el estómago, que hablaba muy poco; y que en los finales de las comidas mostrábase abotargado hasta el punto de dormirse “en público” tras estas. Así más o menos lo describe Marie-Antoine Carême (reconocido gastrónomo y cocinero francés como pocos de su misma época).

Bueno, a lo que íbamos, el caso es que a día de hoy Brillat-Savarin ocupa un espacio en el olimpo de los gastrónomos clásicos (dudoso para algunos) gracias a su obra póstuma Physiologie du goût (Fisiología del gusto) publicada de forma anónima dos meses después de su muerte. Esta obra es anunciada por muchos como la primera en pretender dar a conocer los fenómenos anatómicos e histológicos de la alimentación. Primero desde una perspectiva científica describiendo el papel de cada uno de los órganos de los sentidos y de la digestión. Más adelante, proporciona al lector ideas, observaciones y teorías sobre los vínculos entre la alimentación y el sueño, las diferentes dietas, la obesidad y la delgadez… sin perder de vista una perspectiva “gastronómica”. Sea como fuere y a modo de aperitivo para sentar las bases de su holística filosofía gastro-dietética, la obra a la que me refiero ofrece una serie de 20 preceptos en los que se refiere al yantar y las relaciones que con la alimentación establecemos los comensales. Conviene observarlos con la merecida perspectiva y reflexionar sobre la validez de muchos de ellos. Son estos de aquí:

1. El Universo no es nada, sino es por la vida que alberga, y todo el que vive se nutre.

2. Los animales llenan su estómago; el hombre come; el hombre de ingenio es el único que sabe comer.

3. El destino de las naciones depende de su alimentación.

4. Dime qué comes y te diré qué eres.

5. El Creador, al obligar al hombre a que coma, le convida a ello por medio del apetito y le recompensa por medio del placer.

6. La golosina es un acto de nuestro raciocinio, por la cual damos preferencia a las cosas gratas al paladar sobre aquéllas que carecen de esta cualidad.

7. El placer de la mesa es de todas las edades, de todas las condiciones, de todos los países y de todos los días. Puede asociarse a todos los demás placeres y es el único que nos queda para consolarnos de la pérdida de los demás.

8. La mesa es el único sitio en que nadie se aburre durante la primera hora.

9. El descubrimiento de un nuevo manjar contribuye más a la felicidad del género humano que el descubrimiento de una estrella.

10. Aquellos a quienes se les ha indigestado la comida o que se emborrachan no saben ni comer ni beber.

11. Los comestibles serán presentados en esta forma: Primero, los sustanciosos; después, los más ligeros, progresivamente.

12. Las bebidas, primero las más ligeras, acabando por las más cargadas de alcohol.

13. Es una herejía el pretender que no se ha de beber más que un vino en una comida de consideración; el paladar se embota, y al cabo del tercer vaso, no tiene ya sabor particular el mismo vino.

14. Postre sin queso es como una mujer hermosa que fuera tuerta.

15. El asar no depende de la práctica, nace con uno; el cocinero se hace. Es decir, que se aprende a guisar, pero sólo por intuición se asa bien.

16. La cualidad sobresaliente del cocinero es la puntualidad; también ha de ser la del convidado.

17. Esperar demasiado a un convidado es una falta de respeto para los demás convidados presentes.

18. El que convida a enemigos y no se cuida con esmero de lo que van a comer, no merece tener amigos.

19. La dueña de la casa siempre debe asegurarse de que el café sea excelente; como el dueño de que los licores sean de primera categoría.

20. Convidar a alguien es tratar de hacerle grato el tiempo que permanezca en nuestra casa.

Al menos a mi juicio, muchos de estos aforismos son, o deberían ser, por su mensaje principal, de rabiosa actualidad a pesar del tiempo pasado, en especial aquellos que reflexionan acerca de la prudencia en el comer, el carácter placentero de los alimentos, etcétera. ¿Mis preferidos? Pues sin lugar a dudas los son el 2, 3, 4, 7, 10… en el plano dietético-conceptual; sobre el resto, los más gastronómicos, me gustan mucho el 17 y el 20. Y tú, ¿qué opinas?

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Imagen: Juan Revenga (@juan_revenga)

Semana mundial de la lactancia materna 2014 y amamantar en “cualquier sitio”

semana mundial de la lactacia materna 2014

Fiel a su cita, tras 21 ediciones anteriores y promovido inicialmente por OMS y UNICEF, estos primeros días de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna (#SMLM2014) bajo el lema: “En el siglo XXI, amamanta donde sea, cuando sea!”. Esta edición, se explica desde el portal de la OMS, se establece con el fin de normalizar, en cualesquiera que sean las circunstancias que acontezcan, la práctica de la lactancia materna:

[…] para recordar a la población general que es preciso derribar los obstáculos más importantes que impiden a las mujeres decidir por sí mismas si quieren amamantar y durante cuánto tiempo. Entre estos obstáculos se cuentan la influencia de las prácticas culturales, la escasa orientación y el magro apoyo que ofrecen los hospitales y los servicios de salud, las prácticas inapropiadas de comercialización que utilizan los fabricantes y distribuidores de las preparaciones para lactantes y otros sucedáneos de la leche materna, y la ausencia de protección de la maternidad y de programas que abogan por la lactancia materna en el lugar de trabajo

Una práctica cultural perjudicial [que] está ligada a las presiones, tanto explícitas como implícitas, que imponen que no se debe amamantar en público. Muchas mujeres no se sienten cómodas para amamantar en público debido al ostracismo social que surge con demasiada frecuencia cuando lo hacen. Para superar este obstáculo, las madres deben sentir el apoyo social necesario para sentirse cómodas al amamantar a su bebé cuando éste lo desee, dondequiera que esté. Sea que esté en su hogar o en público, debe sentirse cómoda para amamantarlo cualquiera sea el sitio o el momento en que el bebé tenga hambre o necesite consuelo. Amamantar de esta manera transmite un mensaje claro y convincente a su familia, la comunidad y la sociedad de que la lactancia materna es natural, y ayuda a reestablecer en algunos entornos, y a incorporar en otros, la lactancia materna como un comportamiento normativo de la mujer moderna.

 

Comerías tú aquí

Poniendo en alza esta circunstancia, la dificultad que encuentran no pocas madres para dar el pecho a sus hijos en lugares públicos, por la que la siguiente campaña ha salido a la luz. Fruto de la iniciativa de dos estudiantes de diseño gráfico, Johnathan Wenske y Kris Haro de la University of North Texas, y ante lo “mal visto” que está en determinados ambientes el amamantar a un niño en público. Situación que suele “solucionarse” con las madres dando el pecho en los servicios del establecimiento más cercano para no “ofender” a nadie. Para ello han creado esta impactante obra con el lema “¿Comerías tú aquí?” en las que se ve a tres mujeres sentadas en el inodoro de sendos servicios públicos dando el pecho. En el texto de los posters se puede leer:

¿Comerías tú aquí? No hay leyes que protejan a las madres lactantes frente al acoso y el rechazo de amamantar en público, viéndose con frecuencia obligadas a realizar esta práctica en espacios aislados e incluso en los servicios públicos. Póngase en contacto con la administración pública y las autoridades sanitarias para expresar su apoyo a las madres que amamantan, porque un bebé nunca debería ser alimentado en dónde “la naturaleza llama” [hay que reconocer que el juego de palabras final no está nada mal pensado]

Cada una de las tres fotografías se acompaña con un elocuente título o lema: “Buen provecho”; “Mesa para dos” y “Cena íntima”.

Desde luego y en este sentido nos queda mucho camino, hacia delante, por recorrer.

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Imégenes: OMS y Photo by Johnathan Wenske and Kris Haro

Dieta sin gluten: imprudente recomendación dietética para la población general

Pan y bolleríaYa he comentado alguna vez la simpleza de la recomendación de seguir una dieta exenta de gluten para obtener, vaya a saber usted qué beneficios por parte de la población general no celiaca. Como siempre en estos casos no faltan las recomendaciones de manos de algunos famosos y celebrities que argumentan con su éxito (profesional, deportivo, etcétera) los beneficios de este planteamiento dietético que debiera estar reservado para aquellas personas con celiaquía.

El caso es que hoy saco a colación este tema porque lejos de ir a menos parece que la tendencia va a más, por eso y porque el otro día me tropecé con este fenomenal artículo que deja las cosas más que claras. Para quien quiera verlo, claro, porque para el resto ya sé que será difícil de convencerlos. Pero bueno, por intentarlo que no quede.

El título del trabajo que te hablo es prácticamente el mismo que el del post: Gluten-Free Diet: Imprudent Dietary Advice for the General Population?. En interrogante, eso es cierto, desconozco el  porqué de plantearlo así si en su interior se dejan las cosas bastante claras.

Sea como fuere, ya te lo he contado a grandes trazos:

A pesar de las frecuentes afirmaciones con las que se hacen descansar una serie de propiedades saludables sobre una alimentación exenta de gluten, no existe ninguna evidencia experimental publicada que apoye dichas afirmaciones en la población general. De hecho, hay datos que sugieran que el propio gluten podría aportar algunos beneficios para la salud, y que su eliminación en individuos sanos no está justificada por ningún motivo. Es más, es necesario tomar conciencia de algunos de los potenciales peligros que se asumen al adoptar una dieta sin gluten en el caso de personas sin trastornos relacionados con el gluten.

Así pues, las dietas sin gluten están claramente indicadas para pacientes con enfermedad celíaca o para aquellas personas con sensibilidad al gluten. Así, su retirada de la dieta podría beneficiar a personas con patologías autoinmunes crónicas como por ejemplo, la psoriasis, la artritis reumatoide y la diabetes tipo 1. Las dietas libres de gluten, bien planificadas (para lo que suele ser preciso la contribución de un profesional cualificado, en especial un dietista-nutricinista) pueden estar perfectamente equilibradas si se tiene cuidado en la elección de los alimentos. Esto no implica que una dieta libre de gluten, por su mera definición, sea una dieta más saludable.

Además, los resultados de varios estudios con pacientes celiacos sugieren que una dieta exenta de gluten mal planificada puede, en realidad, empeorar algunos descriptores de salud, entre ellos el Índice de Masa Corporal cuando estos pacientes cuentan ya con sobrepeso u obesidad.

Por último, una de las proteínas más características del gluten, la gliadina, podría contribuir con su presencia en la dieta al control de la presión arterial y a la normal función del sistema inmune. Y más allá, hay cierta evidencia que sugiere que una dieta libre de gluten puede afectar negativamente a la salud intestinal en aquellas personas sin enfermedad celíaca o sin sensibilidad al gluten.

En cualquier caso, el estudio termina afirmando que son necesarios más estudios para aclarar los efectos de salud de gluten, y las probables consecuencias de eliminar aquellos cereales que lo contengan.

Al parecer, según las actuales tendencias, hay algo de glamuroso en eso de recomendar dietas sin gluten y la verdad es que no sé dónde radica ése glamur… que se lo pregunten, entre otros, a un celiaco

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Imagen:  amenic181 vía freedigitalphotos.net

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Actualización: con el post ya escrito, pero no publicado, cuando comentaba su próxima aparición, un usuario de Twitter, Xabier Ochotorena (@ochoto) nos hizo notar a Pablo Zumaquero (@pzjarana) y a un servidor (@juan_revenga) que el estudio en cuestión tiene como primer autor a GA. Gaesser presidente del Grain Foods Foundation Scientific Advisory Board (Consejo Consultivo Científico de la Fundación sobre Alimentos basados en Cereales) y que así se hace constar en la declaración de posibles conflictos de intereses del mencionado artículo. Creo que si en otras ocasiones he cuestionado que determinadas personas implicadas directameente en un asunto escriban artículos científicos sobre esas materias en las que son «parte», es justo que ahora también lo haga constar.

Las claves de la Dieta Mediterránea (hagan juego señores)

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente acaba de hacer pública una información enmarcada en la estrategia “Mediterraneamos” cuyo principal objetivo es la promoción de la Dieta Mediterránea entre niños y jóvenes. Su fin, en general, de dar a conocer sus efectos beneficiosos dentro de una dieta equilibrada y como una estrategia de salud que nos es particularmente cercana (al menos geográficamente hablando).

Para ello en la edición de este año ha generado una serie de materiales dirigidos a colectivos de educación primaria y secundaria, y que puedes consultar en este enlace. Como verás se trata de mucha información presentada de forma diversa bien a los niños más pequeños o bien a aquellos más mayores.

Como casi siempre en estos casos el grueso de la información se termina aglutinando en un decálogo. Bien es sabido que no soy muy de decálogos, no entiendo muy bien esta costumbre de tener que resumir por sistema tantas y tantas cosas en grupos de 10 consejos o recomendaciones (supongo que será parte de nuestra tradición cristiana).

El caso es que entre tanta información, al final, con el decálogo, todo aparenta que la información tiende a priorizarse de una forma y no de otra, entendiendo como más importantes unos consejos que otros. En el caso que nos ocupa, por ejemplo, el decálogo dirigido a los chavales de primaria (y supongo a sus cuidadores) es este (haz click para poder acceder a la imagen):

 Claves dieta mediterránea

En líneas generales estoy bastante de acuerdo con esta información pero desde mi modesto punto de vista hay cosas que hubiera hecho de forma diferente. Por ejemplo: ordenar los consejos empezando por aquellos a mi juicio más importantes; además de hubiese puesto juntos (o directamente unando) aquellos que están intrínsecamente relacionados… y así hubiera dejado para al final los más prescindibles. O incluso habría alguno del que yo hubiera prescindido del todo y que por tanto no lo hubiera incluido… a cambio quizá de otros que sí hubiera puesto. Así pues, si de mí dependiera la elección, sin numerar, hubiera sido la siguiente:

  • Mantener un patrón alto de actividad física en el día a día. En mi opinión, eso de “realizar actividad física todos los días” suena a condena diaria, a dedicarle un tiempo per se a esa actividad física. En su lugar creo que merece más la pena incentivar el que el día a día (desplazamientos, juegos, ratos de ocio, tareas “obligadas”…) se realicen con la incorporación de actividad física. Sin hacer de menos, claro, a la práctica deportiva.
  • Consumir alimentos de origen vegetal en abundancia (frutas, verduras, legumbres y frutos secos). En este sentido, la fruta fresca debería ser el postre en la mayor parte de los casos (aquí se aúnan el consejo 2 y el 8, no le veo el sentido a separarlos salvo para llegar al consabido decálogo)
  • Es conveniente hacer uso de los alimentos frescos de temporada. Este consejo (y su explicación) está en relación con el anterior, el uno ayuda al otro y viceversa, y por eso los situaría juntos.
  • Los alimentos procedentes de cereales: pan, pasta, arroz en sus versiones integrales, es conveniente que estén presentes en tu alimentación cotidiana. Eso de que estén presentes “en todas las comidas principales” y señalar al pan aparte del resto me parece un poco desproporcionado.
  • Entre los alimentos de origen animal, preferir el pescado tanto blanco como azul, las carnes magras y los huevos. No entiendo la llamada a la moderación en el caso de los huevos en base a lo que hoy ya se sabe sobre este alimento y que traté en este post.
  • La bebida por excelencia ha de ser el agua.

Y como ves me salen 6 consejos. Para mí mejor que 10. Como verás he prescindido del consejo de tomar todos los días, porque sí, una determinada cantidad de lácteos. De hecho me gustaría que alguien me dijera en qué parte de la “tradición mediterránea original” está esa matraca con los lácteos. En realidad, mediterráneo a un lado, las actuales tendencias (basadas en la evidencia) no invitan a incluir los lácteos como un alimento “indispensable” en la dieta diaria y menos cuando, tal y como suele suceder, estos se acompañan de otros ingredientes con una alta proporción de azúcares, bien porque el usuario se los añade directamente, bien por que ya vienen añadidos, bien porque se les incorpora el consabido cacao en polvo que también los incluye.

Y luego está el tema del aceite de oliva. Tampoco lo he incluido (ahora es cuando me llueven las tortas). Entiendo que el constructo “dieta mediterránea” difícilmente se puede comprender sin la incorporación de esta grasa… y me parece bien. Pero eso no quiere decir que no se pueda seguir un patrón de alimentación saludable sin él y, aunque menos tradicionales hay otras fuentes de grasa vegetal tan saludables como el aceite de oliva. Otra cosa es el sabor, ahí ya y a título personal, he de morir al palo y decir qua mí el aceite de oliva virgen extra no me lo quita nadie. Te sugiero que eches un vistazo a este post en el que se cita un ultraresumen de las principales claves de la “Dieta mediterránea” de manos de Ancel Keys, su principal ideólogo.

En resumen, tal y como mencioné en este otro post, el problema de nuestro NO seguimiento del patrón dietético mediterráneo está más en los elementos dietéticos y de estilo de vida que incorporamos habitualmente y que no le son propios (productos procesados, platos preparados, comidas independientes, sedentarismo elevado a la enésima potencia, etcétera) que en lo que nos falta por incorporar. De esta forma yo hubiera añadido un apartado en este folleto que pusiera de especial relieve a los más pequeños qué NO es la dieta mediterránea y cómo, por tanto, nos alejamos de sus salutíferas propiedades (pero claro, al final de hacerlo así “se mancillarían” algunos productores de alimentos y no creo que el MAGRAMA esté por esa labor)

Lo que más me ha gustado, eso sí, son las cuatro líneas que se dedican al final para aclarar que

“Dieta mediterránea” no es solo una forma de comer: La Dieta Mediterránea en realidad es una forma de vivir.

Si te ha gustado esta entrada te invito a que consultes:

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Nota: Quiero agradecer una vez más a Guillermo parís (@waltzing_piglet) el hacerme partícipe de este tipo de informaciones.

Recomendaciones sinsentido de la cerveza SIN durante la lactancia

Mujer cerveza

En una reciente nota de prensa de Europa Press se da cuenta de una sorprendente recomendación nutricional dirigida a las madres que dan el pecho referente a las bondades de incorporar cerveza sin alcohol en su dieta habitual y en una cantidad de dos raciones al día. Algo que en verdad tampoco nos debería de llamar tanto la atención cuando en su día se recomendó esta bebida a todo tipo de mujeres, ya estén embarazadas, sean lactantes o estén en la menopausia. Más o menos, si eres mujer y por tu salud has de beber cerveza SIN. Y siempre, no solo por aquello de no tomar la cerveza normal, con alcohol, algo lógico por sus claros efectos deletéreos, sino al parecer por las pretendidas bondades intrínsecas de esta bebida en lo que se refiere a su aporte nutricional

Lo que sí es sorprendente se mire como se mire es quienes hacen llegar al alimón esta recomendación, no te lo pierdas: La Asociación Española de Matronas y Cerveceros de España… XD que así dicho (es como está en la nota de prensa) no debe ser, no creo que haya una asociación con ese nombre sino que deben ser dos: la española de Matronas por un lado y la de Cerveceros de España por el otro. Para que luego digan que la política hace extraños “compañeros de cama” (no voy a seguir por este camino que me pierdo)… matronas y cerveceros… bien, bien… quién lo diría. Bueno, vamos al meollo.

No he sido capaz de encontrar y descargar el documento tal cual, del que al menos de momento, la asociación de matronas no se hace eco en su web. No así el Centro de Información Cerveza y Salud (¡como no!, ¿te acuerdas?) que comenta a bombo y platillo su relación con las matronas.

Con el eslogan “Su alimentación depende de ti. Durante la lactancia, bebe SIN” se hace hincapié en diversos puntos, algunos con más insistencia que otros:

  • La incompatibilidad del consumo de bebidas alcohólicas durante el proceso de lactancia [bien]
  • La importancia de que la madre preste una especial atención a su alimentación en este periodo [bien]
  • Los beneficios de la lactancia materna [A medias bien, y me explico: ¿es necesario comentar los beneficios de respirar? No, porque es lo “natural”; pues con la lactancia materna lo mismo (entendiendo en este caso cuando hay una posible disyuntiva entre dar y no dar el pecho)]
  • Comparar cuánto beneficio se halla en la leche de madres que beben cerveza sin alcohol y las que no la beben [mal]

O fatal… el relato de todos estos beneficios surgen al parecer de un único estudio titulado «Efecto de la cerveza sin alcohol sobre la leche materna» que no hay forma humana de encontrarlo publicado. Se habla de él, pero es imposible acceder al mismo y conocer sus entresijos, metodología, financiación, conflicto de intereses… etcétera. Si yo tuviera que apostar, apostaría a que está detrás el ínclito Centro de Información Cerveza y Salud. De todas formas recordemos las preclaras palabras de Ben Goldacre:

Sea como fuere, ya sabes o te imaginas lo que viene a decir el consabido documento: que si la leche de las madres que beben cerveza SIN es mucho más rica en antioxidantes (de los que no se ha constatado beneficio alguno directo), además de muchos otros beneficios que al final por repetirlos se los van a terminar por creer hasta ellos.

Se vuelve a la carga con aquello de que la cerveza, incluida la SIN es rica en lo de siempre: ácido fólico (o vitamina B9), magnesio, calcio, fósforo, potasio y silicio… ¿será cierto? Ya sabes que no, o que no para tanto como para que merezca la pena destacarlo. Recordemos esta entrada:

  • Un vaso de cerveza SIN de 200 ml aporta el 4,10% de la Cantidad Diaria Recomendada (CDR) de ácido fólico. Por su parte, un plátano aporta más del 12% de esa CDR; un plato de alubias rojas el 128%; un vaso de zumo de naranja natural el 68%; un plato de espinacas el 108%… ¿seguimos?
  • En cuanto al calcio, el mismo vaso de cerveza SIN aporta entre el 1% y el 2% de su CDR… sin embargo, un vaso de leche alcanza el 35,6%; un plato de espinacas 35,3%; un puñado de almendras 8,75%; dos yogures 43,1%… ¿seguimos?
  • En cuanto al magnesio, potasio, fósforo, calcio y muchos otros minerales cuya riqueza habitualmente se hace destacar en la cerveza… nada de nada. Pero nada de nada porque son minerales para los que no hay normalmente ningún peligro de sufrir una deficiencia… hay que tener una alimentación francamente desequilibrada para que se presenten deficiencias de ellos. Es decir, no habría porqué destacar a la cerveza, ya sea con o sin, con elementos habitual y constantemente presentes en la mayor parte de alimentos. Ahora bien, está claro que si los mencionas queda muy, muy guay cara a la población general.

Con tanto supuesto parabién en la cerveza SIN, planteo la pregunta de siempre: ¿por qué no aparecen todos estos superbeneficios en la etiqueta de las cervezas SIN? Ya te lo digo yo, porque a pesar de no tener alcohol en esta ocasión el contenido en esos nutrientes es tan exiguo que la legislación no permite ponerlos en la etiqueta… otra cosa es en un panfleto confeccionado entre Cerveceros de España y la Asociación Española de Matronas. Ahí sí que se puede, y todos tan contentos.

Además ¿por qué estos convenios con las matronas no se celebran con la Asociación para la promoción de frutas y verduras 5 al día o con la Asociación de productores de lentejas (que no sé si existe) o con Pescaderías Asociadas Españolas (que tampoco lo sé)?

Vuelta a las suposiciones y a las apuestas… si de mi dependiera respondería que por el maldito dinero que tienen unos y el que les falta a los otros. Aunque igual es una falta de perspectiva y resulta que todas estas asociaciones (5 al día, lentejas, pescado…) y en especial la de matronas, simplemente, no han caído en la cuenta que hay una mejor forma de hacer las cosas.

Post data: Si te preocupa verdaderamente lo de no tomar alcohol en el embarazo o la lactancia te recuerdo que las cervezas del tipo «0,0» son las que menos alcohol aportan (según la legislación no pueden aportar más de 0,09% ) y que las denominadas SIN deben tener menos del 1% en volumen, es decir, pueden llegar a tener un 0,9%.

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Nota: mi agradecimiento de hoy para @SeanMurchainpor hacerme partícipe en TW de esta, en realidad mala, noticia.

Imagen: vectorolie vía freedigitalphotos.net

Lo más de lo más: el vino como elemento protector frente a la caries

Copa de vinoPues sí, como lo oyes, la espiral sin fin de las recomendaciones salutíferas al respecto del consumo de vino (ahora le toca al vino… y mañana a la cerveza) parece que está entrando en artística barrena. Ahora, tal y como nos han hecho llegar algunos medios, la cuestión se centra en los beneficios del consumo de este a la hora de prevenir la caries.

Afortunadamente algunos medios están ya con la mosca detrás de la oreja y comienzan el relato de la noticia cuestionándose el reiterativo y machacón mensaje de la recomendación del consumo de vino en pro de la salud. Por ejemplo, este artículo de ABC en el que se da cuenta del tema de la relación entre vino y caries comienza de forma bastante elocuente… sin decir nada, pero al mismo tiempo diciéndolo todo:

Son muchos los efectos positivos de beber vino tinto que la ciencia se ha empeñado en demostrar: aumenta los niveles de colesterol bueno en la sangre, previene las complicaciones cardiovasculares, libera endorfinas… y ahora también previene las caries. Al menos, esta es la conclusión del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid tras un nuevo estudio.

Antes de continuar, quizá te estés haciendo una pregunta: ¿Cómo demonios es posible que si hay tantos beneficios en el consumo de vino solo conozcamos estos a partir de los medios y las notas de prensa de algunas sociedades científicas y nunca los podamos leer en las etiquetas del propio producto o en su publicidad? La respuesta es muy sencilla…

Porque está prohibida. Porque según el artículo 4 apartado 3 del Reglamento Europeo 1924/2006 relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos:

En las bebidas con una graduación superior al 1,2 % en volumen de alcohol no podrán figurar declaraciones de propiedades saludables.

¿Y porqué no? Pues el Reglamento no da justificación alguna de esta medida, yo al menos no la conozco, así que solo se pueden hacer especulaciones. La mía, bastante lógica creo, es que habida cuenta del carácter tóxico que tiene cualquier ingesta de alcohol importante, y al parecer se considera importante el riesgo con cualquier producto que incorpore más de un 1,2% en volumen en su composición (ya sea en una matriz de vino, cerveza, orujo, cazalla, ginebra… o la que sea) no resulta coherente anunciar beneficio alguno. Voy con un ejemplo (y espero que se entienda, que no se descontextualice) si le ponemos la suficiente cantidad de vitamina C a la cocaína, ¿podremos decir que una rayita ayuda al normal funcionamiento del sistema inmunitario durante el ejercicio intenso? Pues eso, y con las bebidas alcohólicas parecido. Aunque se identifiquen elementos o sustancias que por si solas supongan un beneficio la resultante de todos los pros y todos los contras resulta claramente negativa. El problema, es que esos elementos “beneficiosos” no se toman solos, se acompañan de los no beneficiosos, en este caso del alcohol.

En el caso de la prevención de la caries, en el estudio en cuestión se ha puesto de manifiesto que, in vitro (un detalle a tener en cuenta que algunos medios de comunicación “científicos” no solo han pasado por alto sino que le han dado un sentido contrario) el vino tinto ejerce una función antimicrobiana de algunas estirpes bacterianas típicas de la placa dental que favorecen la enfermedades bucodentales… ¿Y ya está? No, espera que hay más.

En el vino desalcoholizado y en el agua con extracto de semillas al 12% de alcohol también se observa este beneficio

Los resultados antimicrobianos del vino también fueron igualmente contrastados cuando dichas estirpes microbianas fueron expuestas, de nuevo in vitro, a una solución de vino sin alcohol y a una solución acuosa y alcohol al 12% con extracto de semilla de uva; y luego… y luego resulta que es “el tomar vino” el que es bueno contra la caries; anda que no.

Y por cierto que esto del vino y la caries ni tan siquiera es algo novedoso, un estudio de 2007 ya enredó con la idea. Tal y como he leído por ahí a un indignado con este tipo de estudios (o más bien con algunos titulares de los medios cuando se hacen eco de algún estudio de este tipo) confiar en la ingesta de vino para tratar o prevenir la caries tiene el mismo sentido que hacerlo con magdalenas… Créeme cuando te digo que hay muchas cosas que hacer contra la caries antes que valorar el tomar o no vino.

Si te gustó esta entrada quizá te interese consultar:

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Nota: mi agradecimiento de nuevo a Guillermo Peris, @waltzing_piglet  y a @fulmercurio por hacerme partícipe en TW de esta no-noticia

Imagen: digitalart vía freedigitalphotos.net

Plan HAVISA: curioso plan para promocionar hábitos de vida saludables

DonutsTal y como pone en el título, con el Plan HAVISA (Hábitos de Vida Saludables), se conoce una campaña iniciada en el año 2013  promovida por la desaparecida AESAN (hoy AECOSAN, Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición) y la Fundación Alimentum (organización privada compuesta por muchas de las principales empresas de alimentación y bebidas que operan en España) que consiste, según la propia web del Plan, en una campaña de comunicación de aplicación en la TV que se concreta en la inclusión de leyendas y mensajes para la promoción de una alimentación saludable y la práctica regular de actividad física […]

Me imagino que ya sabes en qué consisten. Son esos mensajes que pasan a toda velocidad en el faldón de los anuncios de TV de aquellas empresas que han firmado la campaña y que nos advierten, aconsejan o… avisan (que hábil calambur) de lo adecuado de comer bien y moverse lo suficiente… en letra de pata de mosca y, como digo, a una velocidad que dificulta bastante su lectura.

¿Te acuerdas de aquella entrada ¿Qué es lo que “grita” un snack desde la cúspide de la pirámide? Pues vamos, más de lo mismo o parecido. Ser un alimento de los considerados superfluos y, encima, jugar a ponerse la medalla de estar en esta campaña o en aquel plan para la promoción de hábitos de vida saludables. Resulta sorprendente el importante número de empresas que firman este plan y que, sin ambages, pertencen a la categoría de productos superfluos. Estamos hablando de empresas cuyo principal negocio está basado en la producción y venta de snacks dulces y salados, de caramelos, de bollería industrial, de refrescos, de dulces y chocolatinas, embutidos y platos industriales…  A esto en mi pueblo le llaman, «a Dios rogando y con el mazo dando», aunque ahora que caigo también se le puede aplicar de aquello de “atar los perros con longanizas”.

No me gustan este tipo de planes cuando quienes dicen participar en la promoción de soluciones son parte del problema. Es como si, por ejemplo, un congreso internacional de bomberos estuviera financiado en mayor o menos medida por una asociación de pirómanos. Pirómanos que luego, por haber participado en el congreso se pondrían la medalla de estar colaborando con la integridad de nuestros bosques. Pirómanos que en una absurda y paranoica realidad recibirían el reconocimiento de las autoridades por su participación en este tipo de congresos. Esto no cabría en cabeza alguna.

Sin embargo, lo que sigue sin caber en ninguna parte aunque es real como la vida misma es que empresas como las antedichas reciban premios de la administración, en este caso de la desaparecida AESAN, por su “compromiso nutricional”. Me alegro por la empresa en cuestión, qué duda cabe (ejem), pero no deja de ser curioso que sean estas empresas quienes reciban este tipo de reconocimientos. Tal y como mencionaba en esta entrada (documental que no debes perderte) se hace difícil de comprender que los directivos de ciertas industrias alimentarias reciban premios por parte de la administración en base a “sus acciones emprendidas en pro de la salud”.

Por mi parte, no digas que no te aviso, el Plan HAVISA tiene pinta de ser poco, por no decir nada, eficaz para los fines propuestos y menos si como criterio de su éxito se toma en consideración variables como el número de vistitas a su web o las encuestas en torno a su, en realidad poco probable, utilidad. Todo ello en vez de usar como criterio de eficacia, por ejemplo, la evolución de los datos al respecto de las últimas encuestas nacionales de salud, tal y como sugiere de forma acertada esta newsletter del Grupo de Revisión Estudio y Posicionamiento de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas.

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Imagen: artemisphoto freedigitalphotos.net