El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

Nuevas y acertadas recomendaciones en el horizonte sobre el consumo de azúcares: ya era hora

Stuart Miles vía freedigitalphotos.net

Stuart Miles vía freedigitalphotos.net

Ya era hora… o espero que lo sea. La Organización Mundial de la Salud se plantea en un futuro próximo reducir a la mitad las recomendaciones de ingesta máxima sobre el consumo de azúcar. Ya era hora.

Y digo que ya lo es porque el tema de las llamadas “recomendaciones” se presta en este terreno a una sutil y frecuente mala interpretación. El caso es que cuando la población general oye eso de “recomendaciones” se piensa que eso, la medida señalada, es la adecuada. Y no en todos los caso es así. En el caso de los hidratos de carbono simples, los azúcares, lo que dicen las más habituales recomendaciones es que su presencia en nuestra alimentación no debe superar el 10% del valor calórico total de la dieta (la que sea en cada caso). Lo que no dice es que deba ser del 10% (actualmente), sino que no se deba superar dicho porcentaje. Lo que es muy diferente.

Sin embargo, como digo, esta misma recomendación, la del 10%, está bajo “investigación” y se baraja disminuirla hasta la mitad, lo que no es ninguna tontería. Es decir, reducir hasta el 5% del valor calórico total de la dieta la ingesta máxima de este tipo de nutriente. Ya era hora (otra vez). Esta medida está relacionada, de nuevo, con la, desde hace tiempo, persistente epidemia de obesidad… lo que se ha dado en llamar globesidad.

Pero como siempre hay muchas matizaciones que hacer. La incidencia de obesidad en la población general es ciertamente alarmante, pero, para que me entiendas sin lugar a dudas y si se me permite lo desabrido de mi vocabulario, este es un problema jodidamente complejo. Y esto es algo que saben bien las autoridades sanitarias (me refiero a la OMS, entre muchas otras). La carencia de actividad física, la presencia de lo industrial en gran parte de lo que comemos, la super presencia de comida en cualquiera de los entornos en los que nos hallemos, las cuestiones culturales, educacionales… hacen de la cuestión obesa, un problema de muy difícil abordaje.

Pero una de las cosas más claras a mi modo de ver, y ahora por fin también al de las autoridades sanitarias, es la de la superabundancia de azúcares en nuestra dieta. Me refiero a ese componente etéreo, laminero, antisaciante y enfermante que supone la extraordinaria presencia de azúcares en nuestra dieta. Este exceso se pone de manifiesto especialmente si se tiene en cuenta que en torno al siglo XIX el consumo de azúcar por persona en un año rondaba los 5 kg, hoy esa cifra se ha disparado hasta los ¡50 kg de azúcar por persona y año!

Al igual que desde hace se tiempo se trata de poner de relieve que gran parte del sodio que consumimos no los pone el consumidor en el plato, sino que está ahí, fruto de las frecuentes elecciones alimentarias que se suele hacer cuando los alimentos procesados son un elemento especialmente abundante en nuestra alimentación… ahora le toca el turno a los azúcares. Ya era hora. Por que la problemática del sodio y de los azúcares es muy similar. Ambos están presentes en nuestro patrón alimentario, a pesar de que el consumidor final no es el que lo agregue físicamente a su comida: refrescos, salsas preparadas, cereales de desayuno, bollería, galletería, zumos… hay azúcares donde se espera que estén… pero también, en muchas ocasiones, donde menos se espera que estén.

Y que no se me entienda mal. No es que los azúcares sean malos. De nuevo, lo que es perjudicial, rematadamente, no es el nutriente en si mismo, sino es el uso que se hace de este. Hace años, no tantos en la historia del Hombre, pero sin embargo sí muchos para nuestras individuales perspectivas, el azúcar era empleado más como una “especia” que como un ingrediente inevitable que es en lo que a día de hoy se ha terminado por convertir.

Otra vez más, y a la espera de que lleguen las recomendaciones oficiales, mi consejo es que evites siempre que puedas los alimentos procesados, o que los utilices muy de ciento a viento. Pasa de refrescos, de la bollería, de la galletería, de los cereales de desayuno. Y, además, utiliza el azúcar (ya sea refinado, moreno, en forma de miel, etc.) más como una “especia” que como un ingrediente principal (lo que implica en escasa cantidad y de vez en cuando).

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10 comentarios

  1. Dice ser Mi Dieta Cojea

    Sinceramente, te planteas una dieta de 3000 kcal, y asumir que hasta 300kcal de ellas pueden ser rellenadas por alimentos superfluos con calorías vacías… es un disparate.

    Me gusta la comparación que haces con el azúcar como «especia» Juan 😉 Creo que es cercano y ayuda a transmitir el mensaje.

    ¡Un saludo!

    08 enero 2014 | 11:19

  2. Dice ser Syl

    Uf! pues no sé cómo voy a endulzar mis infusiones…he dejado el azúcar y me he pasado a la miel, y no sé si con un poquito de miel me voy a conformar. He oído hablar de la stevia, que dicen que es un edulcorante natural sin los inconvenientes del azúcar o la miel. ¿Podrías dedicar una entrada?

    08 enero 2014 | 13:41

  3. Dice ser Daniel L.

    el azúcar, cuanto más integral, menos malo.
    el refinado es veneno.
    podías hablar de las demás opciones, miel, panela, stevia…

    08 enero 2014 | 13:55

  4. Dice ser yomisma

    Yo uso la stevia para los tés e infusiones, pero no las pastillas industriales, sino la planta.
    Le pongo un pelín, como una puntita pequeña de una cucharilla a la infusión y la endulza suficientemente.

    Cuanto menos azúcar se toma, te acostumbras a ello, y luego te parece lo que tomabas antes una burrada: todo te sabe a «azúcar con», y ya no te sabe igual, por lo que ya no vuelves a viejos hábitos.

    Lo digo yo, que de pequeña me gustaba, pero llevo años sin probarlo, a no ser en un buen croissant, algún pastel…En las bebidas, nada de nada.

    08 enero 2014 | 14:16

  5. Dice ser Zzz

    Para Syl:

    Yo uno a mis infusiones una bolsita de manzanilla con anís, que endulza lo suficiente para mí. También puedes optar por añadir anis estrellado a las infuciones.

    08 enero 2014 | 14:27

  6. Dice ser Vaya tela

    No, claro, claro que el azúcar no es malo, sino el uso que se hace de él. De igual modo, el TABACO no es malo, es malo el uso que se hace de él. No te jode. El azúcar es una droga DURA.

    08 enero 2014 | 15:59

  7. Dice ser rg

    @Vaya tela

    La comparación es absurda. El tabaco hasta ahora, y mira que se han buscado motivos, no aporta nada positivo a ningún nivel, solo el simple placer que luego se convierte en adicción.

    El azucar es un elemento fundamental de la alimentación humana y no humana; las acotaciones técnicas, mñedicas y científicas no contemplan esos extremos porque no es lo mismo. Captain Obvious pero es lo que tienen los extremos; yo no tengo problemas de azucar porque me limito con ella pero soy fumador enganchado, ya ves.

    Saludos.

    08 enero 2014 | 17:14

  8. Dice ser rg

    O dicho de otra manera, si lo consideras droga dura has de acostumbrarte a vivir con ella, no se puede eliminar; el tabaco es una elección errónea de la que se puede prescindir.

    Droga dura suena muy amarillista pero si lo quieres ver así también tendrás que tener en cuenta que hay muchas drogas duras con las que lidiamos a diario sí o sí, y ahí está la cuestión: lidiar con ellas, que no es facil.

    08 enero 2014 | 17:18

  9. Dice ser mavi

    si prescindimos de galleteria y cereales ¿podías proponer un tipo desayuno saludable? ¿están mal alabadas los supuestos beneficios del consumo aconsejado de cereales (¿cuales?) en la dieta? Gracias.
    ¿para cuándo un post sobre como engordar saludablemente sin decaer en el intento ni caer en los suplementos calóricos?

    10 enero 2014 | 00:45

  10. Dice ser gaby

    Definitivamente el azucar se encuentra en todos los alimentos industrializados si no modificamos el habito de la mal nutricion y se educa desde nivel primaria a los niños para llevar un estilo de vida mas saludable sera mas dificil combatir los niveles altos de obesidad

    16 enero 2014 | 04:41

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