Estoy escribiendo desde el aeropuerto de A Coruña, con mi colacao y mi tostada, a pocos minutos de embarcar en mi vuelo hacia Lisboa. Este año vuelvo a Eurovisión y lo hago creyendo en el renovado equipo de TVE, en la savia nueva que desde hace poco forma parte de él, en Amaia, en Alfred y en los responsables de su puesta en escena.

Es cierto que no van a ganar Eurovisión. No lo van a hacer no porque no valgan, no porque su actuación no vaya a ser sobresaliente, no porque la canción sea mala… No van a ganar porque, sencillamente, Eurovisión lo gana la mejor canción y Tu Canción, este año, no lo es. Dejaos de la tontería esa de que el festival es todo política… Los que quedan primeros siempre son los mejores.

Es cierto que es un buen tema, que es una canción evocadora, sencilla y efectista pero… conforme van pasando los días y nuestro síndrome de Estocolmo post OT va desapareciendo, muchos vamos viendo la realidad. No digo con esto que me arrepienta de haber apoyado a Almaia hasta la saciedad, quiero decir que igual, en lo que a la elección de canción para Eurovisión se refiere, nos dejamos llevar un poco por el fenómeno OT y su relación de amor. Pese a esto… sigo pensando que Tu Canción era la mejor opción de todas las que escuchamos en la preselección española. Lo Malo es genial, pero en directo pierde y Arde es fantástica pero pienso que este año hubiese pasado desapercibida. Además, me encanta que Raúl Gómez, el autor de Tu Canción, pueda ir a Eurovisión, aunque sea como compositor.

El caso es que, cuando falta menos de una semana para la gran final del festival, no dejo de leer comentarios en las redes sociales llenos de odio, de falsa sabiduría y mucha arrogancia. Esto no me gusta. ¿Por qué algunos se empeñan en crear falsos dramas donde no los hay? ¿Por qué algunos prácticamente les piden explicaciones de cada foco sobre el escenario a profesionales que llevan toda una vida haciendo los mejores espectáculos televisivos de este país? Mi no entiende.

Desde aquí, desde el medio que hace ya 4 años me llevó a Copenhague para descubrir en primera persona las luces y las sombras del polémico festival, quiero romper una lanza a favor de todos y cada uno de los responsables de la delegación española y su candidatura. Estos a los que critican son los mismos que un día lucharon porque OT volviese a la parrilla televisiva, los mismos que hace 16 años lo crearon, los que nos hicieron soñar con nostalgia con El Reencuentro, los que nos deslumbrarán con el documental de OT 2017, los que semana tras semana nos regalan espectáculos de 10 como los de Tu Cara Me Suena, los de Tú Sí Que Vales, Mira Quién Baila…

En serio ¿Alguien desde la comodidad del sofá de su casa y oculto tras el amparo de internet se atreve a dar consejos y lecciones de televisión a estos? Entiendo que la gente viva el festival con pasión y que quieran hacer llegar sus sugerencias a los responsables, de hecho, Tinet Rubira, el director de Gestmusic, las recibe encantado a través de twitter, pero de ahí al insulto, la descalificación o el casi acoso… hay un trecho. Confiad.

Insisto, entiendo la exaltación de los fans del festival, el interés en que España quede en un buen lugar, las ganas y la intensidad con la que muchos lo vivimos, pero… calma. La música está para disfrutar de ella, para bailarla y cantarla, para enamorarte y también para curar las heridas del desamor, para reír o para que te acompañe al llorar… para muchas cosas, pero no para discutir ni para crear malos rollos.

Es cierto que estos a los que hoy defiendo en su día, para muchos, no lo hicieron tan bien con Edurne en su paso por el Festival pero… ¿no tienen derecho a equivocarse? ¿a aprender? ¿a una segunda oportunidad? ¿a caso sabéis todo lo que había detrás de esa candidatura y todos los problemas con los que tuvieron que enfrentarse? Yo confío en ellos.

Y si todo esto lo escribo solo después de haber habido un único primer ensayo… imaginaos el ‘eurodrama‘ que se nos viene encima. El primer ensayo es para marcar posiciones, para que los cantantes se escuchen bien, para revisar los primeros planos de la realización, para hacer un primer put-in sobre el escenario, para ver qué cosas funcionan y cuales fallan… Sinceramente creo que fue un muy buen primer ensayo. Vocalmente estuvieron perfectos, y al final esto es lo que más nos debería importar, el resto son artificios. Si sus voces no funcionasen no se podrían cambiar, el resto de cosas sí.

Tiempo al tiempo. Tenemos un buen equipo y unos excelentes representantes. Apoyemos, y aunque podamos ser críticos… no destruyamos. Queda una semana de mucho trabajo, tensión, cambios, cansancio y pasión, vivámosla con calma, con respeto, con fe e ilusión. Y dicho esto: ¡A DISFRUTAR DE EUROVISIÓN!

Aquí os dejo mi última entrevista a Amaia y Alfred, la próxima será en Eurovisión, y también la veréis aquí. Si te interesa el Festival sígueme en instagram, porque ahí, en los stories, iré contando día a día y en directo todo lo que ocurra en Lisboa: www.instagram.com/davidmoreno