¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

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Hasta 8,5 millones de votantes, indecisos aún entre el cambio y el miedo al cambio

Los expertos demoscópicos no recuerdan nada igual. A apenas seis días de la cita electoral del 20-D, aún hay, según algunas encuestas, hasta un 31,5% de electores que han decidido ir a votar, sí, pero que aún no saben a ciencia cierta a quién lo harán. En número de personas, hasta 8,5 millones de indecisos. Una enormidad.
-En mis mediciones más recientes, el porcentaje de indecisos es incluso superior a hace unas semanas -me comenta uno de esos expertos, uno que lleva desde el siglo pasado haciendo encuestas electorales.
-¿Y eso qué indica? -pregunto.
-Que el voto aún se está moviendo, y mucho. Que en vez de aclararse, aumentan las dudas entre opciones. Y que en una buena parte de los votantes hay un pulsión entre la emoción y la prudencia, entre el cambio y el miedo al cambio. En situaciones así, suele primar más lo segundo, la prudencia… pero incluso eso puede cambiar esta vez.

La batalla por el indeciso entra en el cuerpo a cuerpo a cuatro

La batalla por el indeciso ante el 20-D se recrudece, y en varios frentes: En los debates televisivos, en las propuestas novedosas de última hora, incuso en la divulgación de rumores de todo tipo.

Pablo Iglesias prometió ayer en Barcelona que, si gobierna, habrá un referéndum en Cataluña en menos de un año. Mariano Rajoy ha prometido esta mañana que, si gobierna él, eliminará el pago de IRPF a los jubilados que sigan trabajando y, durante el primer año, a los jóvenes que encuentren su primer empleo. Albert Rivera se apropia de frases y de eslóganes que hasta ahora sólo decía Iglesias: «Si podemos rescatar a los bancos, podemos rescatar a las familias y a los emprendedores. ¡Sí se puede!». Pedro Sánchez repite y tripite que, si todos le atacan a él y le dan por políticamente muerto es porque ven en el PSOE a la única alternativa que realmente puede sacar al PP del Gobierno…

Y mientras, circula por Madrid el runrún de que el periodista Fulanito guarda para los últimos días de la campaña una información sobre corrupción tan explosiva que va a destrozar de modo inmisericorde a uno de los candidatos. (Pero no os alarméis aún, pasa casi todos los años a esta distancia de las urnas, puede que sí y puede que no).

No gobernará quien más votos sume, sino quien logre la investidura en el Congreso

Dale que dale. Ayer Mariano Rajoy por la mañana y Soraya Sáenz de Santamaría por la noche. Y hoy seguirán lanzando esa falsedad, y mañana, y pasado: Que tras el 20-D tiene que gobernar la lista más votada, el partido que recoja más votos en las urnas. Que eso es lo democrático y lo legal.

Pues no, no es así, y lo saben más que de sobra el señor registrador de la propiedad,  número 1 de la lista del PP por Madrid y presidente del Gobierno saliente y la señora abogada del Estado, número 2 de la lista del PP por Madrid y vicepresidenta del Gobierno saliente. La Constitución Española, tan invocada por el Partido Popular para otros asuntos, es clara y taxativa. Dice así:

«Artículo 99

1. Después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno.

2. El candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara.

3. Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgare su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple.

4. Si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores.

5. Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso».

Fin de la cita. En cristiano: No gobierna quien gana unas elecciones con los votos de los ciudadanos, sino quien consigue la investidura con el apoyo de los diputados, en primera votación de la mayoría absoluta del Congreso o en una segunda votación con la mayoría simple.

Si el PP insiste en la falsedad, habrá que llevarlo denunciado al Tribunal Constitucional, para que lo aperciba por propugnar el incumplimiento de la Carta Magna.

La ideología ya pesa menos en el voto

Definitivamente, la ideología ya no es el factor determinante del voto. Solo uno más, y probablemente por debajo de otros mucho más novedosos.

Me he ido a la letra pequeña del estudio Preelectoral del CIS, publicado el pasado jueves, en concreto a las preguntas de la escala ideológica. ¿Qué es la escala ideológica? El CIS propone al encuestado que, en una escala en la que el 1 fuera la extrema izquierda y el 10 la extrema derecha (y el 5,5, por tanto, el centro exacto), se coloque a sí mismo y coloque a los principales partidos.

Atentos al detalle de qué porcentaje de la población se coloca en cada punto de la escala (los que faltan para llegar al 100%, no saben o no contestan):
-En el 1, el 4,0%.
-En el 2, el 5,1%.
-En el 3, el 14,9%.
-En el 4, el 13,9%.
-En el 5, el 22,2%.
-En el 6, el 10,1%.
-En el 7, el 6,2%.
-En el 8, el 4,2%.
-En el 9, el 1,6%.
-En el 10, el 1,6%.

La posición ideológica media donde se ven los encuestados es de 4,69, luego se podría afirmar que el conjunto de la población española se considera de centro izquierda. Insisto, 4,69, a casi un punto a la izquierda del centro exacto, que es 5,5.

¿Y en qué punto ven los encuestados a cada uno de los partidos? A Podemos, en el 2,30, y a IU, en el 2,46, luego cercanos ambos a la extrema izquierda. Al PSOE, en el centro izquierda, en el 4,40, y el más cercano a la media de la población. A UPyD, en el 5,33, luego sería el más cercano al centro. A Ciudadanos, en el 6,37, el centro derecha. Y al PP, en el 8,26, casi la extrema derecha.

Un marciano que aterrizara entre nosotros y viera todos estos datos le auguraría una victoria cómoda al PSOE, un buen resultado a UPyD, un papel muy secundario a Ciudadanos… y nada de eso parece que vaya a producirse.

Definitivamente, la ideología ya no es el factor determinante del voto. Solo uno más, y probablemente por debajo de conceptos más novedosos como la experiencia personal del votante con unos u otros gobernantes, la intuición sobre cómo le afectaría la gestión económica de cada uno en su propio bolsillo, la telegenia de los candidatos, su edad, su experiencia, su mochila buena o mala, su capacidad de trasversalidad, los equipos que tenga o no tenga detrás, los aciertos y los errores en la campaña…

El cambio social probablemente también es todo esto.

La batalla de Madrid, clave del 20-D

Una de las mayores sorpresas del Preelectoral del CIS que conocimos ayer estaba en su previsión para Madrid. El instituto público de investigación de opinión pública augura que el PSOE será superado aquí no sólo por el PP sino también por los dos partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, y que se convertirá en la cuarta fuerza política. Los 36 escaños que se reparten en la principal circunscripción española -más del 10% del total de diputados- quedarían el 20-D así, según el CIS: PP, 14-13; Ciudadanos, 10. Podemos, 6-7. PSOE, 5. IU, 1.

He hecho el ejercicio de irme a las elecciones más recientes, las autonómicas de mayo pasado. A los votos reales que recogieron en aquellos comicios en la Comunidad de Madrid las cinco formaciones -PP 1.047.056 votos; PSOE, 804.692; Podemos, 587.949: Ciudadanos, 383.874; IU, 130.890-, les he aplicado la Ley D’Hondt para los 36 escaños que se adjudican el 20 de diciembre, y me sale esto: PP, 13. PSOE, 10. Podemos, 7. Ciudadanos, 5. IU, 1.

Si te fijas, verás que la proyección de aquellos votos de mayo y la previsión que ahora hace el CIS arrojan resultados prácticamente idénticos para PP, Podemos e IU y cambian radicalmente para PSOE y Ciudadanos, que pasan de un 10-5 en la proyección de los datos reales de mayo a un 5-10 en las encuestas del CIS ahora. ¡Qué enorme diferencia!

¿Qué ha pasado en apenas medio año? ¿Cómo es posible que se mueva tanto el voto y en solo dos de los cinco principales jugadores? ¿Se ha venido abajo el madrileño Pedro Sánchez (PSOE) en su propio campo de juego? ¿Es creíble que el trasvase de votos se haya producido sólo del PSOE a Ciudadanos? ¿Las posiciones de derecha -PP- y de izquierda -IU y Podemos- no se han alterado prácticamente nada, y sin embargo en el centro se ha producido un trasvase intenso desde PSOE a Ciudadanos, de modo que el primero se está convirtiendo en casi residual y el segundo en piedra angular? ¿Estará pasando otro tanto en otros territorios, no sólo en Madrid? ¿Está el Ciudadanos de Albert Rivera sustituyendo al PSOE de Pedro Sánchez como el partido más centrado y más centrista del espectro ideológico español, y el único capaz de articular mayorías de Gobierno tanto a su derecha como a su izquierda, en estos nuevos tiempos de fragmentación del voto y ausencia de mayorías absolutas, en los que la capacidad de pactar en muchas direcciones es el activo más importante? ¿O estamos asistiendo más bien a un error de la muestra y de la cocina del CIS en Madrid, y el 20-D pondrá realmente las cosas en su sitio, en un escenario más parecido al de mayo?

PD. Me han contado esta mañana que estudios propios del PSOE le dan 8 escaños en Madrid, un poco más cerca de los 10 de la proyección con los votos de mayo que de los 5 de las encuestas del CIS. ¿Será así?

Este es nuestro candidato a presidente del Gobierno, Albert, pero si no te gusta tenemos otra

Las calles se han llenado esta noche de carteles electorales con las caras de los candidatos para el 20-D. Unos nos miran a la cara, otros miran no sabemos muy bien dónde, ni por qué sonríen.

En las calles del centro de Madrid, sorpresa: he visto esta mañana al venir hacia la redacción tantos Marianos como Sorayas, y muchos de ambos. En varias grandes avenidas que he cruzado, el presidente del Gobierno y número 1 del PP por Madrid, Mariano Rajoy Brey, cuelga en los cartelones de las farolas de las aceras de los impares y la vicepresidenta del Gobierno y número 2 de la lista del PP por Madrid, Soraya Sáenz de Santamaría, en las de los pares, tan retocada por cierto su imagen que de lejos -la edad, la presbicia…- me parecía Tejerina más joven y más alta.

Es como si, a la luz de las encuestas, que dicen que el PP necesitará para gobernar sí o sí el apoyo de Ciudadanos, le dijeran ya en el día menos 16 al líder de esta formación, Albert Rivera, parafraseando a Groucho Marx:
-Este es nuestro candidato, Albert, pero si no te gusta, tenemos otra.

Así son los 13 millones de electores que aún no han decidido a quién votar

El estudio Preelectoral del CIS publicado esta mañana está lleno de información. Además de la previsión que hace de voto directo y de voto CIS, hay una que llama poderosamente la atención: el 41,6% de los que dicen que van a votar aún no han decidido a quién, o al menos no lo habían decidido cuando se hicieron las encuestas, entre el 27 de octubre y el 16 de noviembre pasado. Es un porcentaje altísimo, por lo general son en torno al 30% los que a esta distancia de la cita electoral no han decidido su voto.

Echemos cuentas, metamos la lupa en ese dato.

  1. El censo electoral para el próximo 20 de diciembre es de 36,5 millones de personas.
  2. Según el CIS de esta mañana, el 75,3% de ellas van a votar «con toda seguridad», y el 11,6%, «probablemente sí» lo hagan, luego la participación sería del 86,9%. Altísima también, tampoco hay precedentes de una movilización tan alta, es difícil que sea así, pero es lo que dice el estudio del CIS.
  3. El 86,9% de 36,5 millones de personas son 31,7 millones de votantes reales.
  4. El 41,6% de 31,7 millones son 13,2 millones. Según el CIS, por tanto, unos 13 millones de ciudadanos han decidido que van a votar pero aún no han decidido a quién. Es un mercado inmenso de votos por el que todos los partidos se van a pelear en los 17 días que nos faltan para las elecciones.

Volvemos al CIS, al detalle de los indecisos. Veamos entre qué dudan ese 41,6% de indecisos, esos 13,2 millones de electores que han decidido votar y que aún no han decidido a quien:

  • El 11% de los 13,2 millones de indecisos dudan entre votar al PP y votar a Ciudadanos: unos 1,45 millones de personas.
  • El 9,1% de los 13,2 millones de indecisos dudan entre votar al PSOE o votar a Ciudadanos. Son, matemáticas mediante, un poco más de 1,2 millones de votos los que ahí están en juego.
  • El 9% de los 13,2 millones de indecisos dudan entre votar al PP o votar al PSOE. Son también 1,2 millones de votantes más.
  • El 7,7% de los 13,2 millones de indecisos dudan entre PSOE y Podemos: en torno a 1 millón, por tanto.
  • El 6,6% de los 13,2 millones de indecisos dudan entre Ciudadanos y Podemos: unos 870.000 votantes.
  • El 4,8% de los 13,2 millones de indecisos dudan entre IU y Podemos: en tono a unos 630.000 votantes.
  • El 3% de los 13,2 millones de indecisos dudan entre PSOE e IU, unos 400.000 votantes.

Sumando los indecisos por partidos, el PSOE es el que más mercado potencial tiene (3,8 millones de votos más de los que ya han decidido votarlo), seguido de Ciudadanos (3,5 millones), Podemos (2,5 millones), PP (2 millones) e IU (1 millón).

¿Y cómo son esos indecisos? Pues fundamentalmente son mujeres y jóvenes. Ese 41,6% de ciudadanos que tiene decidido votar pero no han decidido aún a quién se desglosa de una manera muy diferente por sexos y tramos de edad. Entre los hombres, los indecisos son el 37,6%. Entre las mujeres, el 45,3%. Entre los jóvenes de 18 a 24 años, los indecisos son el 52,9%; y entre los de 25 a 34 años, el 46,6%, muy por encima de ese 41,6% general. Entre los más mayores, el voto está más asentado: Entre los de 65 años y más, los indecisos son el 33,4%.

Y un último dato muy significativo. Los indecisos abundan sobre todo en el centro y el centroizquierda. El porcentaje de indecisos, ese 41,6% general de los que van a votar y aún no ha decidido a quién, se eleva al 46,3% entre los que a sí mismos se consideran 4 en la escala ideológica (una escala en la que 1 es extrema izquierda y 10 es extrema derecha) y al 50,2% entre los que se autoubican en la posición 5 de la escala.

El estudio Preelectoral del CIS (íntegro aquí), en fin, lo que indica es que hay mucho partido a jugar entre los principales contendientes en los próximos 17 días.

[Relacionado: El PP ganaría las elecciones y Ciudadanos sigue subiendo, pero un 41,6% no sabe a quién votar]

Inadmisibles incomparecencias de Rajoy

Cuatro años de muy pocas comparecencias en ruedas de prensa, pocas entrevistas, pocas explicaciones… y algunos plasmas. Muchos, demasiados silencios y ‘nosabe/nocontesta’, tanto ante los grandes asuntos de debate público en nuestra sociedad como ante informaciones muy graves y concretas que le afectaban directamente. Y para remate final de la legislatura, desprecio olímpico por los debates electorales, desprecio a sus rivales de los otros partidos, desprecio a sus votantes y a los que no lo son, desprecio y menosprecio en fin al conjunto de los ciudadanos.

La incomparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante la opinión pública española en estas semanas finales de su mandato es inadmisible en una sociedad avanzada. A menos de tres semanas de la cita con las urnas, Rajoy está pidiendo con su actitud a los electores que pasen de él como él pasa de ellos. Está diciéndonos a todos que la silla y/o el atril que él deja vacíos se lo demos el 20 de diciembre a otro.

El 20-D también se juega en online

Enhorabuena a elpais.com, que ha conseguido organizar el primer debate electoral digital de nuestra historia para unas elecciones generales y al que tienen confirmada la asistencia tres de los cuatro principales candidatos a presidente del Gobierno para el día después del 20-D: Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos).

Hace dos campañas, en las elecciones de 2008, desde 20minutos.es
promovimos un debate online entre los candidatos de los dos grandes partidos de entonces, José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) y Mariano Rajoy (PP). Lo abrimos desde el primer minuto a todos los medios online que se quisieran sumar a la iniciativa, y se sumaron muchísimos, desde grandes diarios a modestos blogs.

Al final, tras muchas idas y venidas, muchas llamadas, correos y reuniones, el PSOE -que estaba en el Gobierno- aceptó nuestra propuesta, pero el PP -que estaba en la oposición- no se atrevió, y no pudimos hacer finalmente el debate porque nos faltaban la mitad de los convocados. Veo que ahora tampoco han conseguido los colegas de elpais.com que Rajoy acuda al ciberdebate, pero este sí se va a celebrar, con asistencia del 75% de los llamados.

Se equivoca en la inasistencia el director de campaña del PP, Jorge Moragas -si es que ha sido él, que lo dudo de su inteligencia-. Las batallas electorales ya no se juegan sólo en los mítines, los medios impresos, la radio y la televisión. Los medios online, las redes sociales y el conjunto del entorno digital son cada día más determinantes en el debate público y en la formación de la opinión pública sobre todo tipo de asuntos. Incluso en la decisión del voto.

Aguirre se resiste a que Montoro vaya en la lista de Madrid

A estas horas de la tarde-noche (las 20.50), las listas del PP para las elecciones generales del 20-D siguen sin cerrarse por completo. Hay al menos cinco provincias en vilo -Madrid, Valencia, Pontevedra, A Coruña y Valladolid-, cinco circunscripciones donde la dirección nacional del partido y las correspondientes direcciones autonómicas discuten, debaten, se enrocan, se replican, tejen y destejen.
La clave es Madrid, donde la presidenta regional del partido, Esperanza Aguirre, se niega a admitir al ministro de Hacienda, el jienense Cristóbal Montoro, desplazado de la lista de Sevilla (por donde concurrió como cabeza en 2011) porque en esta había que hacerle sitio al alcalde caído Juan Ignacio Zoido.
Aguirre aún le hace responsable a Montoro de la filtración en mayo pasado de su declaración de la renta, lo que según la lideresa le costó a ella la Alcaldía de la capital. Por si ello fuera poco, la presidenta autonómica, Cristina Cifuentes, quiere colocar también en la lista madrileña a algún nombre suyo, y Moncloa quiere disponer de puestos seguros para la ministra García Tejerina -por si no la admiten en Valladolid- y para Álvaro Nadal o para José Luis Ayllón por si no logra imponerlos de cuneros en algunas de las otras provincias aún con la lista abierta.
La solución, esta noche tarde o quizás mañana.

PD. Actualizado a las 22.50. La lista de Madrid ya es oficial. Rajoy de número 1. El 2, Soraya. 3, Tejerina. 4, Montoro (hace unos días parecía que iba a ir de 3). 5, Nadal. 7, Ayllón