El hecho cierto es que yo no querría que los inspectores que pasasen la ITV de mi coche, fuesen dueños o amigos de talleres mecánicos. El conflicto de intereses estaría servido y las sospechas de que las incidencias en la inspección serían abundantes estarían más que justificadas.
Durante los últimos años, he realizado -al igual que la mayoría de mis compañeros- decenas de inspecciones técnicas de edificios y hemos tenido que competir con aquellos que ofrecían el resultado del informe a precios ridículos, por debajo incluso de los costes de visado, desplazamientos, seguro de responsabilidad civil o incluso lo ofrecían gratis. Sí, has leído bien, gratis.
Obviamente el resultado de estas inspecciones gratuitas era negativo y la ITE venía de la mano de una empresa de reformasque realizaba las obras y que con el caramelo de ahorrarte el informe realizaban reparaciones en fachadas y cubiertas de los edificios. Vas a pasar la ITV y te dicen que tienes el carburador hecho cisco y ellos mismos se ofrecen a arreglartelo. Oye, pero esos manguitos te van a fallar en cualquier momento, y la junta de la trócola no pensarás llevarla así. Tu verás, pero la junta de la culata tiene una pinta horrible y con esa cara de pichón no creo que sepas cambiarla tu solo. Anda alma de cántaro, pasa por recepción que te preparamos la nota, si va a ser un momentito, no te va a doler.
Cuando, muy despacio para que no te desangres, te van sacando el puñal, ya casi no te acuerdas de aquel tipo gris que vino a ofrecerte una ITE por unos euros y que no venía con un señor detrás que se ofrecía a hacerte la obra. El caso es que luego, durante la obra, no lo volviste a ver y por allí no apareció ningún técnico a dirigir los trabajos, solo aquel tipo con un móvil que venía cada dos días a primera hora de la mañana y luego desaparecía. Eso sí, luego te dieron un certificado de idoneidad de las obras firmado por alguien que -en el mejor de los casos- pasó por allí tres minutos después de terminar las obras.
Me duele especialmente este post por una razón. Los técnicos que firman esos dictámenes a la sombra de una empresa constructora son compañeros, son arquitectos, aparejadores y tienen que comer, pero entran en un conflicto de intereses que éticamente no debemos aceptar jamás y ojalá los propietarios lo comprendiesen así, al igual que lo comprenderían si hablásemos de su coche.
Nota del arquitectador: Recomiendo a propietarios que contraten sus obras con el asesoramiento de un técnico independiente que les apoye en su control. Este dinero -se lo demuestro cuando quieran- se lo van a ahorrar en las dos primeras gestiones que haga el compañero al que contraten.