Tengo pensado ir hablando de muchas cosas en este blog, a la par que voy sacando animales necesitados: la adopción de adultos o incluso viejitos, sobre cómo malviven los gatos de la calle…

Hoy voy a hablar de uno de esos temas que tenía en la mochila antes de tiempo empujada por el correo de un lector. Daniel me cuenta:

Yo tengo un perro adoptado, lo he llamado Otilio y es un galgo precioso. Lo adopté a través de «Galgos Sin Fronteras» galgosinfronteras.org. Estaría bien que les mencionases en un artículo o que saques galgos a menudo en el blog ya que los españoles por desgracia no consideran al galgo como animal de compañía, sino como animal de caza o carrera. Vamos, que los tienen encasillados, y son de los mejores animales de compañía: tiernos, cariñosos, incapaz de hacer daño a una mosca, poco ruidosos (ladran poco), pacientes con los niños, en fin… lo mejor.

Daniel tiene toda la razón. He rescatado alguno que otro por los campos de Castilla y soy testigo de primera mano de cómo son una de las razas más castigadas, que con más traumas psicológicos y físicos llegan a las protectoras, pero que más rápidamente es adaptan a la vida en un hogar y se convierten en animales felices, dulces y agradecidos.

La mayoría de galgos son descartados para la caza muy jóvenes, una cruel paradoja ya que se trata de una raza especialmente longeva.

En otros países más civilizados con los derechos animales: Alemania, Bélgica, Inglaterra… lo saben y acogen a nuestros galgos con los brazos abiertos.

Pero no estaría mal que empezáramos también los españoles a apreciar la compañía de una de las razas más nuestras.

Además de en Galgos sin Fronteras, también se puede acudir para adoptarlos a SOS Galgos o a cualquier protectora o perrera municipal (salvo las de la cordillera cantábrica, allí el problema no lo tienen los galgos, sino otros perros).

Y ahora un par de galguitas.

Beka y su hermana Dida están en Barcelona, pero son naturales de Toledo. Tienen siete años. Iban a ser eutanasiadas pero fueron rescatadas justo a tiempo y ahora están en una casa de acogida.

Son muy cariñosas. Beka cuentan que mueve tanto la cola pidiendo mimos que parece que esté bailando samba. Dida es algo más miedosa. Su única pega es que no se llevan demasiado bien con los gatos. Están en adopción juntas o por separado.

Si estás interesado en estas dos bellezas escribe a sosgalgos@sosgalgos.com.

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NOVEDADES

Tanto Beka como Dida fueron adoptadas recientemente. Han ido a muy buenas familias y están muy bien. Hago copia a sus dueños, Tony que ha adoptado a Beka en Barcelona y Sonia en Sabadell que ha adoptado a Dida para su información para que puedan ver como las has ayudado con publicar sus fotos en el 20 minutos. Gracias por tu ayuda en difundir su necesidad de ser adoptadas