La revista Nature ha calculado el gasto de energía de las IA, por ejemplo, el famoso Chat GPT podría consumir lo mismo que una ciuda de 33 mil habitantes. El mismo Sam Altman, que ha impulsado este chat, ya avisó hace tiempo de que el problema de las IAs iba a ser el agua y la energía. Así que, por decirlo rápido, en cuando la IA se haga mayor y gestione el mundo, que puede ser en cinco años yendo lento, el problema para ella seremos quizá los humanos, grandes consumidores de esos dos elementos: agua y energía. A lo mejor ella misma –la propia IA– se esmera tanto en hacer honor a su nombre que consigue gastar menos y/o producir esas dos cosas de forma eco bio sostenible bla bla. Eso sería guay. Quizá estos cálculos son formas de luchar contra el avance hiperacelerado de las IAs, o simplemente de avisarnos de que va a subir el precio de ambas: agua y luz, y que se privatizarán más, todavía quedan flecos públicos etc. También el bitcoin chupa lo suyo, y tiene mala fama (entre otras cosas) por consumo desaforado.
En todo caso la guerra antigua, aunque sea con drones IA es antigua, la vamos perdiendo. Las dos.