EEUU montó una flotilla para evitar que los hutíes de Yemen atacaran a barcos y colapsaran esa ruta mundial, en esa flotilla EEUU incluyó a España sin pedir permiso y SXXX se salió de la alianza improvisada, sacó a España del kit de defensa global. Biden llamó a SXXX pero SXXX no rebla, y las presiones de la metrópoli son por tierra, mar y aire y espacio y empresas y amigotes. Nadie osa rechistar pero el asunto se pone grave. Si un país medio del confín de Europa reniega de la flotilla informal esto es un cachondeo, España no es Francia, que ya se ha negado varias veces a estas alianzas obligadas, por ejemplo en el engaño del trío de las Azores. Además, España ya cedió con lo de Marruecos y el vuelco del Sáhara y aun no se sabe por qué ni cómo ni a cambio de qué. SXXX ha dejado escurrirse esa colada y nunca ha dicho ni mu (ni bee), no importa, el tiempo pasa, todo se olvida, Feijoo no entra en el siglo XXI, no se moja en los pellets. Se supone que el vuelco marroquí inexplicado agrada al imperio, pero entonces, ahora, ¿a qué fin este desplante mundial? De acuerdo, SXXX quiere ser líder de la (presunta) izquierda extinta y bastión antiultra en las elecs UE de este año, pero una cosa no quita lo valiente. Hay más soldados españoles en esos mundos que nunca (excepto cuando el imperio español propiamente dicho, qué vergüenza nos da el éxito, sobre todo si es tan lejano y no da dinero, rentas, algo). En fin, que Biden llama cada dos por tres. A ver SXXX cómo capea estas presiones y qué coste tiene la rebeldía para los que estamos al final de la cadena trófica.