Tres días de autobaja sin que firme un médico, para no tensar más la sanidad, lo propone ella misma, la ministra. El empleado legalmente contratado, si es que hay alguno (si es que la propia ley es legal, que si es sanchera no lo será, y si es rajoyesca tampoco), podría cogerse una baja (autobaja) tres días, o de tres días, sin ir a importunar a un médico. Los médicos hacen de notarios y viceversa, es un país estresado, con mala salud de cromo-vanadio, como Terminator dos, que se recompone tras ser laminado. España tiene una salud mental destroy y hasta los jefes máximos se cansan de fingir. Estamos ya en el fingimiento de tercera clase, dos negaciones afirman, tres fingimientos o fingificciones dañan el rulo neuronal. El obreraje, si es que existe y tiene papeles (y sus datos no han sido hackeados), necesita tres días de fiesta para caerse muerto y hacer cien mil encargos familiares de clan o tribu y ya gasta un día y medio en pedir hora y cita a bancos y burocracias de extremo riesgo incluyendo al médico o médica que nunca podrá atenderle. España se colapsa tanto que por eso hay tantas fiestas y cenas y lifaras y loterías y saraos, la autoayuda por fin tendrá un alivio, a cuenta del empresario, que en general ya ha cerrado. El asalariado sabe que si se coge tres días será eyectado al crujir de dientes. Esta medida será buena para funcionarios, ministros y altos jerarcas del Estado y sus Periféricos. El autónomo ya hace siglos que no existe para los gobs, solo para extirparle la cuota y que finja, como todos (pero con más mérito), que habrá un mañana y será guay.