Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Archivo de agosto, 2023

Última utopía casi conseguida

La última utopía es conseguir la independencia y cobrar de los que te la dan. La metrópoli, el Estado, los padres, cónyuges…

Esta era geotérmica y selfiaca se distingue a simple vista a mil millones de años luz porque las utopías se alcanzan enseguida.

Es un éxito total. Independiente no hay casi nadie o ninguno, quizá Elon y gente así, pero todo ente tiene su perímetro como la célula su membrana. El perímetro es lo que roza con el exterior, la antiquísima realidad, que a veces puede ser la competencia. Si funciona el mercado, la mano invisible, etc. Esa era la penúltima utopía, luego ya hay que remontarse a los socialismos, la rev fr y así hasta Jescucristo, justo antes de Jesucristo.

La independencia llega hasta el tanque del vecino, Marruecos o quién toque. Hasta el dron del vecino. Enjambre de drones. Asesinos autónomos. A los grupos armados hay que ponerles, como se ha hecho siempre, una pensión y un cargo vitalicio y hereditario en el seno del sistema. Y sus misiones ya las hacen y harán los robots autónomos asesinos. Los robots llevan el patriotismo vía software.

La independencia y cobrando. Qué luxe.

Top luxe.

Para eso se ganan las elecciones, cargos, libre albedrío (al menos hasta la puerta de la calle) y dinero cada mes. Funcionarios del honor sin nada que hacer.

Se podrían enfadar los vecinos sometidos a este desgaste pero no lo hacen, quizá porque hay para todos y cada día habrá más. Más indepenedencia y más dinero para chuches. La indep consiste en poder elegir una chuche entre dos o tres sabores, modelos, etc.

Poder elegir la que te digan.

El gentío está desatado, no para de dar vueltas y ver cosas, aunque principalmente se mira a sí mismo/a, ya que ha ido al gimnasio pilates etc y está algo perfilado y el tatuaje ya reproduce la lente gravitatoria, el agujero negro del año pasado o los cuásars que trae JWST y ahora Euclid, nuevo telescopio de ESA dispuesto a todo.

El fin del mundo se podrá ver más o menos enseguida, siempre que los ingenios espaciales enfoquen en la dirección adecuada.

Todo es ideal. Indep cobrando.

Gimnasio y tatuaje entra en la Sanidad Pública, o en Educación, según la CCAA.

Ah, si el nematodo (gusano) de 46.000 años hablara…

 

 

Independencia y cobrar

El gentío móvil se ha contagiado de la exuberancia irracional de los mercados (frase mítica de Greenspan), hasta los propios mercados se han lanzado a la espiral de alzas del verano.

El gentío inmenso va por todas partes, circula sin límites y en todas las edades, baila y tapea, o solo toma una cerveza en una terraza, a saber qué hace el gentío.

Los mercados van locos, a punto de crack, ese subidón playero, pay play. la huelga de guionistas ha matado a las majors y la huelga de actrices y actores era obligada porque ninguna o ninguno tenía ya frases que decir.

Pero quién escribe las frases del cine y series.

La locura estivalera es total, Monegros Desert, pueblos de un habitante revientan la taquilla con toda clase de actos culturales, la cultura y los comistrajos de bellas artes calientan el verano y su ola de frío polar que ya se nota en los telediarios. Llega antes el frío por wifi.

Exuberancia racional, en el lado oscuro se empieza a hablar de dinero, que es la misma nitidez: independencia y cobrar. Es el summun, el famosísimo summun.

Independencia y cobrar del ente del cual te independizas. Dos utopías en una. El copón.

Exuberancia de expectativas / casi esperanza en código antiguo, cuando era una de las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.

Qué artículo si tuviera tiempo.

Peta Niger, se rompe África, que no acaba de entrar en la fiesta opípara (China no es buena metrópoli, por eso) y se arrojan a Rusia, qué desquiciamiento. Plutonio para Francia y hambre suicida. Estado tapón sin cobrar.

Independencia sin cobrar… imposible.

Los futuramas del New Frankenstein, los sociminis, quieren los pagarés por adelantado, avales, o mejor, el furgón del dinero, que lo mande Bruselas sin pasar por Madrid, que les haga un Bizum.

El gentío viaja más que nunca en la historia de las humanidades, incluyendo las movidas de Gengis Kan, Darío, Jerges y Artajerges y el gran Alejandro. El gentío consume todo lo que le echen, paella, pizza, tortilla, medusas fritas…

El ideal del Occidente impío en su largo declivar es sencillo: independencia y cobrar.

A ver.

A ver quién lo paga.