Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

El libro «El imperio de las luces», de Octavio Gómez Milián, te exige todo y te da más

El imperio de las luces, de Octavio Gómez Milián, es un libro demasiado importante así que esto es una aproximación. Ha ganado el 32 Premio de Narrativa Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal de 2022 que convoca la Diputación Provincial de Zaragoza; consta de 23 cuentos en 157 páginas y se subtitula Historias de un apeadero, lo que me lleva, sin leerlo, a Onetti y a Faulkner, y después de leerlo, también, o más. (Me nombra en los Agradecimientos y en otras partes: muchas gracias).

Octavio –en su blog de esta casa, Hotel Margot, su autobio— es especial, atesora cultura viviente en todos los formatos, es un erudito pop, fanzinero, insaciable, mitómano, romántico, zaragozano, de Ateca y, con su mujer, padre y madre de Román.

El libro es insondable, denso, lleno de referencias con tope sentimiento, sentido, cultura transida de evocaciones y sucesos y personas, algunas son reales, otras fantásticas, otras fantasmas, zombis indetectables.

Es un libro para leerlo siempre, sin prisa, un libro de cabecera en el que los cuentos son unos y trinos y están conectados por tubos ya digo insondables y el autor entra y sale de ellos con naturalidad y a veces coincide consigo mismo y uno seduce a la chica y el otro se queda solo. Es increible, cotidiano, incontrolable.

Por eso es para tenerlo siempre a mano y pluma (o boli): Octavio ha hecho un libro que merezca estar, por supuesto, en su colección, pero también en la de los que con diez libros ya se agobian.

«Usaremos una antena analógica para evitar ser detectados por la realidad».

Voy por la segunda vuelta y aun me falta todo por descifrar, el libro es un enigma que exige atención extrema y si se la entregas te va dando premios, cromos de ciclistas, boxeadores, escritores, antipreceptiva, conceptos ensamblados que son fórmulas matemáticas traducidas a texto plano.

El profesor de matemáticas, padre, marido, sobrino, explorador, fanzinista, llega a todas partes, a sí mismo, a los clones levemente desincronizados de cada cual, de cada día. Sale Félix Romeo en el viaje con Ismael Grasa a Soria buscando a Peter Handke y sus Ensayos del jukebox, sale todo el mundo en todos los formatos, la mitología USA y las glorias locales encarnadas en lo más alto del panteón.

Sale un anillo delgado que abre y cierra el mundo, sale la guerra civil como un cuento perdido de Herrumbrosas lanzas y Faulkner. Sale un anillo –otra vez– que atraviesa los cuentos, una casa con la ventana rota que va y viene y la quieres olvidar pero no se deja.

«Como es una fábula, es el narrador quien la controla y es él quien sostiene la historia, aunque esta historia esté desmoronándose conforme avanzan las palabras, las líneas y las reglas, las normas de las historias se están difuminando (…)».

Salen los ángeles de El cielo sobre Berlín y Win Wenders. Almas en pena. «Siempre hay luz en el apeadero de Purroy».

Los consejos de Félix, el propio Félix más vivo que cuando lo estaba, sus frases literales, su forma de exprimir la vida, las vidas, la intensidad, su piso de Las Fuentes que amenaza con hundirse por el peso de los libros.

La fábrica de Huesitos de Ateca, el equipo ciclista. Los ciclistas que atraviesan los relatos, las vidas, Ocaña, Merkx, Perico Fernández.

Desdoblamientos y clonaciones. Varios Octavios que se suceden y a veces coinciden en el mismo piso, en los mismos tiempos, pero cada cual con sus vidas a su vez múltiples, esto es genial.

Y lo mejor:

«Esto esta pasando, es verdad».

El imperio de las luces es para tenerlo siempre a mano, como la Tabla Periódica o las de la Ley, los elementos de Euclides o los Principia de Newton, porque siempre que les das atención –tarea titánica– te la devuelven multiplicada, te hacen un hueco enorme y tu doble empieza a funcionar por los cuentos como un personaje o un objeto más.

Luis Algorri entrevista al autor. El libro se presenta el jueves 16 de marzo en la DPZ, Zaragoza.

Entrevista de Antón Castro en Heraldo de Aragón.

Los comentarios están cerrados.