Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

La copa de la filfa

El mundial ya no interesaba antes del fiasco-soborno de Qatar. Es una brasa. Ves los goles abreviados, etc. O ni eso. Ves la mano de Dios de Maradona, el Gol de Nayim, lo que quieras, cuando quieras.

El Mundial y la FIFA (FILFA) es una brasa. Estaba bien cuando no había nada más. O sea, nunca. En la remota infancia de la humanidad.

Tanto ha sido el cansancio del fútbol que han tenido que poner en marcha el femenino a toda prisa.

Pero el relevo no ha llegado a tiempo. El público está a sus cosas.

Cansancio corrupto, que es lo mismo.

Las mujeres ha reavivado el fútbol, o están en ello, como en todo, pero este mundial catarí sigue en la era antigua, o sea, con meros hombres ya muy vistos.

El mundial y la FILFA han necesitado recurrir a un truco enorme para llamar un poco la atención (lo más escaso, está toda en tiktok) y volver a funcionar… y a facturar.

La fábrica de sueños. Cristianooo.

El truco ha sido toda esta movida infame de Qatar y sus polémicas inherentes inmanentes.

Haberle dado la contrata a disney, que ha cambiado de ceo… o a netflix.

O sea, el fútbol no basta. Necesita, como todo, alicientes añadidos, esteroides, corrupciones, giros de guión, sorpresas!!!

Que no va Shakira, que va Freeman, que si se ponen el brazalete arcoiris LGTB les sacan la amarilla…

El fútbol ya venía en mínimos en el ranking histórico de la atención. Y por eso enchufaron el var, otra monserga para crear suspense y hacer nervios y parar el juego…

Pero no era suficiente. Al revés.

Y por eso, y por los petrodólares añadidos, todo presuntamente, como los muertos, tuvieron que incentivar los extras.

Qué pelmazos. Filfa. Con lo majo que es el fútbol.

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