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El big data del alma

Las plumas que pierden tinta o el fin de otra época

La comunidad anglófila está de luto por Javier Marías.

Alberto Olmos sobre Javier Marías.

El Supremo ha dado mil y pico folios para recondenar a Chaves y Griñán por lo de los EREs. De paso el Supremo confirma que existe en plena forma. La justicia estará bloqueada pero las impresoras funcionan.

Diversas fuentes, entre ellas el CIS Tezanesco, confirman que Sánchez no existe, nadie repara en él. Lo del Senado (ente fantasmal de manual), y la audiencia de las teles, miden la ectoplasmia. Quizá le aqueja la fatiga del guapo.

Claro que esta fantasmalidad, si no te presentas a unas elecciones, no es grave, la mayoría de la gente no existe y es un alivio.

La existencia solo se soporta si trae dinero. Lo explica muy bien Rosalía, que llega justo cuando quitan la filosofía del temario.

Otro que apenas existe pese a su rango y errática trayectoria es el nuevo rey Carlos III del Reino Unido: existe tan macilentamente que parece que el finado es él. Tan poco existe que ha tenido que despedir a decenas de empleados para coger vuelo, y sus servicios le preparan un surtido de anécdotas ridículas típicas de la corona y de sus egregios ancestros.

Las plumas que le dan a l nuevo rey para que firme pierden tinta. Es lógico que él y James Bond se pregunten si es una conjura o una confabulación.

¡¡La tinta se sale de la pluma: no lo soporto!!!

Por un clavo se perdió un reino, ¿cómo era?

Carlos III, el nuevo viejo rey del Reino Unido, se ha alterado al firmar un libro de visitas, se ha salido la tinta de la pluma y su reacción ha sido impropia de alguien que lleva todoa la vida en esos saraos. Es muy raro. Le ha dado la pluma pringosa a su mujer, Camila, que es la reina consorte y esperaba de pie para firmar el dichoso libro. Antes del exabrupto el nuevo rey no sabía qué día era, si doce o trece, le pregunta a su mujer. Era 13, ayer martes.

Y además despide a decenas de empleados. Empezamos bien.

Todo esto es muy raro, Irlanda, Escocia, Gales, Inglaterra, desfiles, diez días en danza, quizá estiran la cosa demasiado. Claro que es su supermeme, el contenido postimperial, la reina y todo el abolengo, que culminará, se supone con el entierro en el que España se la juega otra vez, como siempre, menos mal que ganaba Nadal, ahora Alcaraz, y nos queda la excepción con Portugal.

España, con sus debilidades estructuralistas (((ya desapareció esa moda pelmaza, ahora hay otras peores, la moda vigente siempre es la peor))), con sus debilidades estructurales –corrupción–, siempre que pasa algo tiembla más de la cuenta. Ahora es el sepelio de Isabel II, la guerra de Ucrania, el gas, el crack del 2008, la pandemia… Todo es una amenaza. Y un agujero de deuda.

Reino Unido va a peor (brexit) porque aun piensa en el imperio. España ya se olvidó y se conforma con el papel subordinado mediano, etc. Quién no ha tenido un imperio, asirios, hititas, egipcios, babilonios, hurritas, amorreos, persas, otomanos, árabes… por suerte con los siglos se olvida y se subsume uno en la nada ambiente, que ahora es el CC y la guerramundi fría caliente.

El problema de las metrópolis recientes, como RU, es que sufren melancolía pertinaz y aires de grandeur. Un horror.

En fin. Putin ya ha avisado que se prepara la guerramundi, pero sólo es el «prólogo». Parece que aun pasaremos el puente del Pilar.

Entretanto, con tanto lío (a Ursula no le hace mucho caso nadie, como corresponde a su cargo), el rescate del capitalismo y la reformilla de sus modlidades más perniciosas tendrán que esperar… un poco más no se notará. Qué alivio de locura.

Quizá todos estos barullos incluyendo la guerra enloquecida son trucos del propio cap para que no haya tiempo ni ganas de cuestionar sus prácticas mafiosas (sic) o simplemente los errores inherentísimos a Él. No sería la primera vez.

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