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El big data del alma

Las meninas de la colza

Afectados por el aceite de colza, tragedia del año 1981, se han confinado en el Museo del Prado junto a las Meninas y amenazaban con suicidarse tomando pastillas si el presidente Sánchez no atendía sus reivindicaciones. La colza, un desastre que colea. Víctimas desesperadas. (El País)

Los de la colza han ido a tomar en paz el Museo del Prado y amenazaban con suicidarse tomando pastillas en la sala de las Meninas ¿? hasta que la policía los ha desalojado. Pero han conseguido el minuto fatal de la atención sobre su tragedia de la España del 81, año del golpe y de tantas cosas nunca bien cicatrizadas.

Los destruidos por el aceite de colza quieren que el Estado les haga caso, que les reciba y les atienda. Pero nunca consiguen nada. Nunca nadie consigue nada. Excepto algún lobi.

Los de la colza son zombis de un pasado que nadie quiere que exista, por lo visto el Estado no los recibe, pasa de ellos y sus doloraciones, y se han lanzado a tomar el Prado, zona caliente de la patria más asumible por todos. Nadie reniega del Prado.

Momentos de hipertensión ante las Meninas. Seis desahuciados de la historia, zombis olvidados, delante de las Meninas de Velázquez. Se iban a suicidar tomando pastillas si en seis horas no les atendía el gobierno.

Sánchex, Sx, haría bien en darles un gesto, una solución, incluso una audiencia tal como pretendían. Un consuelo con algo de apoyo logístico, sanitario, algo de cariño de Estado. Un concepto nuevo. Cariño de Estado.

De momento han dado una idea a otros colectivos zombificados y olvidados: tomar el Museo del Prado. Ahora habrá más visitas a esa sala, el desastre olvidado de la colza ha dado una nueva vida a ese cuadro increible: no la necesita, pero sí que la necesita. Nadie está libre de ser zombificado por el veloz entorno.

Ahora, cada vez que alguien vaya a ver las Meninas se acordará de los daminificados por el veneno y el fraude de la colza. Al menos por unos días.

Las Meninas han sido por un rato las Meninas de la colza. Los damnificados, moribundos, deshauciados, olvidados (de Buñuel y del Estado y de todo el vasto mundo) han asomado su daño infinito, incurable, y su desolación por el olvido universal.

Las meninas no les han hecho ni caso, siendo un cuadro fabuloso sus personajes están encerrados en ellos mismos, igual que todos los que estamos afuera. Se tendrían que haber manifestado o encerrado junto a un cuadro de Goya, cualquiera de ellos, que siguen emitiendo dolor y furia.

Para otra vez, elijan a Goya.

El pasado zombificado y olvidado sale a competir en la jauría de noticias. Las malformaciones de la talidomida… (1957-63)… víctimas abandonadas. Siguen a duras penas.

En China un hombre desesperado porque su poderoso vecino le impedía hacerse su casa lo ha matado y ahora tiene el respaldo popular, el gob de Xi cierra las redes pero no acierta de cerrar esa brecha. El caso está en Infobae.

Pero todo esto es mundo analógico, pura obsolescencia, ya está Facebook desplegando el mundo virtual, con peor reputación que nunca. Su maldad la hace más atractiva, será como entrar al infierno.

Lo que dijo el Papa (¡sin ningún efecto!): «En un videomensaje dirigido a los participantes en el cuarto encuentro mundial de movimientos populares, Francisco lanza un fuerte llamamiento a los poderosos del planeta para que trabajen por un mundo más justo, solidario y fraterno. Pide la cancelación de la deuda de los países pobres, la prohibición de las armas, el fin de las agresiones y las sanciones, y la liberalización de las patentes para que todo el mundo tenga acceso a las vacunas.» (Vatican News)

Un pueblo de Zaragoza contrata un filósofo municipal. (Heraldo)

Un programa online permite ver los signos de puntuación de un texto, la estructura oculta de las comas, puntos, etc. Volcar aquí el texto que se quiere analizar y devuelve una página solo con los signos de puntuación. Y te da una imagen.

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Vuelven las huelgas, al menos en USA. (The Economist)

 

 

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