Ahora es Nestlé y sus helados: retira 46 helados con productos tóxicos. Viendo las marcas ¡cuántos nos hemos comido!
Las marcas que nos ha emponzoñado la vida. Sanidad pide la retirada de 14 cremas solares.
Al ir al súper te preguntas: ¿Queda algo medio sano? Y te olvidas.
Intentas leer los ingredientes y la combinación de colores, el cuerpo de letra, la ubicación… todo conspira para que (contra una ley permisiva o quizá corrompida de origen) no consigas saber qué contiene, y en qué cantidad.
Lleva una lupa al mercado. Hay una app que ayuda a identificar productos malvados, más o menos. Hay que ir a comprar con desconfianza plena.
Y ahora Nestlé. Oh no. Pensamos que quedaba alguna multi algo honrada, quizá lo soñamos. Fue otro mundo. Pero salió el juicio de la talidomida y sus destrozos humanos, y dio la razón a los malvados. Perdieron las víctimas. Y además el olvido.
El asbesto, uralita, tantas sustancias que nos mutan y nos matan en la densa legalidad.
Pero Nestlé, el chocolate Dolca de la infancia, también Suiza, paraíso de los horrores del dinero, y también del producto tóximo.
Mañana habrán desparecido todas las referencias y menciones a esa toxicidad corporativa que nos han metido en el cuerpo, vagas excusas, como las de los vendedores del programa espía Pegasus.
Y que crezca el olvido, en la seguridad de que nadie habrá de eso nunca más. Bhopal diario en la cestada de la compra.
En fin.
Nos matan la infancia retroactivamente: además de los cuerpos, las almas.