Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Calma tensa esperando los euromillones

La sanchería se consolida sobre sus propias ruinas, que son las nuestras, las de todis, la Deuda Pública Esp y la villarejada que no cesa.

La sanchería se afianza pero los euromillones no llegan. ¿Dónde están?, preguntan los cien aúlicos cuentívoros con sus excel a medio rellenar.

El gang del ventrílocuo movía presuntamente cada pocos días un maletín de millones, ¡más que la familia Pujol!

Pero Bruselas no firma el placet. El nihil obstat. ¡Merkeeeeel!

Roubini pronostica inminente crisis de deuda, según pone en el ascensor.

El túmido verano se abalanza sobre el turístico erial. Bruselas no afloja. Tiembla el sanchazgo. Con lo que le gusta al gentío comer paella y chapuzarse en la playa entre las sacudidas sísmicas florentinas, refinerías y plásticos.

Apura el sorbo, que van a prohibir las pajitas.

Los agobios del Cambio Climático cercan el verano, que pasa in albis. Ha muerto Carrá.

Ahora que podemos cambiar de sexo quitan el plástico. ¡No hay derecho!

Hay coleccionistas que ya acaparan pajitas, platos. La cubertería de plástico valdrá más que la de Sèvres, Ming, etc.

Las fiestas más exclusivas tendrán menaje de plástico.

La ley trans, aparte de necesaria, trae algo inédito al denso follaje leguleyo esp: la agilidad.

Pese a lo que predican hace décadas formar una empresa o hacer un papel cualquiera con el Estado y sus miles de admins derivadas y/o emancipadas requiere una vida. Una eternidad. Una brasa.

Esp(aña) es tan presencial que se va a librar de que la hackeen.

Sin embargo el cambio de sexo es veloz y automático. Ni una póliza. Esto es un avance. El Estado autolimita su burocracia, su tutela ominosa con funcionarios temporeros.

La ley trans va ser ágil. Señal de que el asunto no es importante. No hay nada que rascar. Aunque no se ha precisado cuánto cuesta el trámite. El reglamento todo lo complica.

Las deudas personales del procés las va a pagar o avalar la Gene, con lo cual el Tribunal de Cuentas, dentro de un lustro (si sigue) volverá a pedir el dinero al actual gob cat. A lo mejor entonces el Tribunal de Cuentas ya es del gob cat.

El sanchazgo se va afianzando sobre sus propias cenizas, que son las de la época, el kali yuga.

Va a hacer fijos a los funcionarios temporeros.

En fin.

Pero no llegan los euromillones.

 

 

Los comentarios están cerrados.