Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Es un plomo

Todo eso ya se ha olvidado. Las guerras mundiales, el dieselgate de WV, los grandes timos, algún genocidio no solo turco, el proyecto Manhattan, aquella guerra fría y su estado del bienestar, el fin de la historia, los 40 años de neolib (más largos que un franquismo), la presunta decadencia de USA, el crack dek año 8, el despegue de China… y así llegamos al cambio climático y la pandemia (o viceversa).

Todo bien, es la vida, los negocios. ¡El planeta!

El coche eléctrico, la bici, Amazon y las grandes plataformas feudales. Solo falta una neurona digital que consuma poco y funcione igual o mucho mejor que las cárnicas, que se anquilosan (al menos las mías: me hecho KH7 pero no hace nada).

De momento estamos en las factorías de cerdos a destajo. España es una potencia mundi en la matacía sistémica de cerdos. A falta del turismo y el adosado. Mientras tanto. Todo es un mientras tanto.

Ni incertidumbre queda.

Todo este lío desemboca en un lunes/martes de mayo con toda Hispania parada, en pleno colapso eco/bio, y esperando el dinero común de Europa, un crédito, una PAC, un apaño, una subvención no devolvible en cien años… lo que haya. Un hayga. (Gracias, Eloy).

Tal es la magnitud de la ESPERA que ya anuncian subidas de impuestos. Es inevitable. Millones de eres. Billonarios en eres.

Esta espera angustiosa y casi hambrienta —el Ibex necesita muchos millones para llegar a fin de mes— se pasa como se puede.

Hay que adelantar algo a las grandes empresas/bancos para que puedan despedir prejubilar sin sufrir. Sus ceos cobran más que en Europa.

La única propuesta entertainment son elecciones, cuando el agitprop se explaya y se expande hasta ocuprlo todo.

Este bimestre le tocaba a Madrid (Mad).

Es verdad, hay elecciones en Mad, pero apenas se sabe gran cosa. Habrá que esperar. Lo mejor lo ha dicho una candidata, la presi actual y futura de la CM:

—Es un plomo.

Esa frase resume todo, en cuanto se sustancie el recuento y el nuevo atasco volveremos a la jasca reality rociera: dinero bla bla.

El plomo Mad sucede al plomo Cat, que fue interminable y ahora ha desaparecido por mero cansancio, aunque sigue localmente. Sin gob.

Y así vamos saltando de una cosa superflua a otra estéril. Desmantelando lo que se pueda. Lockout y Fail. Demasiado pequeños para seguir.

Mad también ha saturado el imaginarium. Antes de Mad y Cat fue Vascongadas, País Vasco: durante glaciaciones enteras se apoderó de las noticias. Aquello sí que fue plomo, por desgracia, literalmente. Incluso técnicamente: los años de plomo.

En eso estamos. Se trata de hacer que no pasó nada, como así fue, así no fue, excepto si te asesinaron o destrozaron. En Cat tampoco pasó nada.

El resto de Esp ha desaparecido. Entre la Esp vacía y la que emite y satura sin parar —ella misma reconoce que «es un plomo»—, está la Esp intermedia, la tierra media de Fantasia: Andrés Cabello publica La España en la que nunca pasa nada, un ensayo sobre ese otro trozo de Esp que apenas emite ni da la brasa.

A ver si se disipa la monserga —es un plomo— despierta Europa, hace un Biden y llega el dinero, aunque sea todo para el Ibex, algo siempre gotea.

 

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Ejercicio: comparar el prota de El Gatopardo con el noble esp de Los pazos de Ulloa, (completa pdf) en cuyo primer capítulo ya emborrachan a un niño pequeño… lo emborracha de vino su propio abuelo, por hacer una gracia.

 

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