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El big data del alma

Desescalar el capitalismo pero sin tocarlo

Bajan los muertos, van saliendo al curro algunos vivos, poco a poco. La consigna gob es desescalar, nuevo verbo en marcha.

Salen los vivos al curro sin mucho ánimo, salen como Lázaros con la mascarilla bajo el brazo. Al final se impone el burka blanco, mascarilla de velo o tul. Salen los resucitados a ver qué ha quedado aparte de los ciervos.

Tanto para la operación salida como para que las arriscadas oposiciones se avengan a esos difusos pactos gob, el verbo es desescalar.

Pero si no habíamos escalado nada.

Todo va mejor en la cifra básica pero los datos tardan en ajustarse. Cuesta saber cuántos qué.

La consigna es desescalar, verbo que se une a «trasladar», ya un poco gastado, como todo lo oficial. Liderar.

Las reflexiones del finde, ya muy maceradas, insisten en desescalar el capitalismo pero sin tocarlo. Una cosa entre el Espíritu Santo y el Financial Times.

Como adelantó este blog empieza a hablarse tibiamente de indeminizaciones. Que China tendrá que indemnizar por su pangolinada monstruosa, etc.

Francia prolonga a mayo el confinamiento, aunque lo llevan bien/mal: las estampas de ayer de París con la gente por las calles.

Si es que son ciertas. Medios difunden bulos y luego los desmienten ellos mismos sin inmutarle, el asunto Whatsapp.

Un volán en Indonesia. Arde Chernobyl, los fuegos ya cercan Pripiat.

Empieza a hablarse de sexo en cuarentena por todas partes. Ya era hora.

Ya son normales los vídeos de ciervos por las ciudades, los gatos y gorriones llegan hasta la cocina. Tiempo de golondrinas y panales en flor… y virus desatados.

Luego está el asunto del helicóptero que esparcirá billetes de quinientos euros rápidos a los que más lo necesiten, el anuncio de la semana pasada, anuncio gob o semigob, rama Iglesias. Mañana martes hay consejillo de ministros y la expectación es tan alta como las horas que van cayendo, pagos, facturillas, futuros, derivados…

El pago exprés fue anunciado como medida urgente, un puente hasta que llegue la presunta renta básica, que la tienen que ir pensando para Navidades.

Europa también se ha autoaplazado echando dinero teórico del BCE, a ver la letra pequeñísima.

La Unión Europea es maestra en desescalarse. No necesita ayudas, se desescala sola.

El gob ha abierto la mano para que algunos trabajen algo, en este erial, selva sin gente. Salen de los sepulcros los obreros semiesenciales, resucitados. Sin bares.

A ver.

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La ciencia no ha emitido hoy nada reseñable. Estamos esperando alguna señal cierta.

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El Papa cojea más. El Vaticano ha ofrecido un espectáculo de primera, horas gratis de lujo y adhesiones a la pobreza, a los presos y oprimidos en el suntuoso marco de San Pedro.

Una de las solemnes homilías la dio Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, que dijo (texto completo):

«Él murió por todos. «Cuando yo sea levantado sobre la tierra —había dicho—, atraeré a todos a mí» (Jn 12,32). ¡Todos, no sólo algunos!»

O sea, que contradijo la doctrina oficial reciente que en misa explica que murió «por muchos» y que queda fatal.

Este caos doctrinal refleja lo mismo que el luxe de Bernini con las apelaciones a la pobreza. Una desescalada total. Uno de los que escribieron sus testimonios en el viacrucis del Viernes Santo era un cura que había sido acusado de lo de siempre y fue absuelto. Parecía una provocación, con la que está cayendo.

En fin. La fe aguanta aunque las iglesias estén online/cerradas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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