Sánchez a secas ya es presi. Ha prometido en un tictac y ahora se toma su time. Bastante ha sufrido el hombre, así que ya merece, según él, una pausa.
Esta demora en enumerar su equipo de gobi es un privilegio del cargo, quizá el único. Una vez que dicte la lista todo serán doloraciones y premuras. Qué hay de lo mío, qué hay de lo nuestro, qué hay de blablá.
Así que se ha tomado una semana para decidir. Aquella libreta azul de Aznar, o de quien fuese. La tríada aznareña de la sucesión, Rato, Cascos & Rajoy. No viene a cuento, pero es que nada lo viene.
A lo mejor Sánchez solo quiere dormir unos días en paz.
Como dijo aquello de que no podría zzz teniendo a Iglesias en su consejo de ministros. La verdad es que la mayoría de la gente tampoco duerme, la vida está algo o muy apretujativa. Y si no duermes pero eres presi de un gob pues oye, ya tienes una pensioncica. Aunque Macron ha renunciado, cómo estará la cosa.
A lo mejor Sánchez quiere subastar algún ministerio y por eso se toma su semana sabática o de rebajas. A fin de cuentas, una vez que has dado un trozo del pastel a esa gente que quiere trocear y acabar con la patria (o sea, quieren un sueldo vitalicio, que para eso son las naciones), qué más da revender un negociado.
Pero no, lo que quiere Sánchez es estar solo unos días. Después de tantas zozobras y tantas reuniones, meses, años de penurias y coches viejos, aviones presidenciales de segunda mano, desplantes, carantoñas, admoniciones… qué angustia ya.
Ahora lo que quiere el nuevo presi es ser rey. Es decir, no tener a nadie cerca. No aguantar la monserga. Estar solo, tranquilo, sin pensar en nada.
Ya se lo merece.
Sánchez lo que quiere ahora es hacer un Rajoy.
Un puro, el Marca, el perrico faldero… a ver qué se siente.
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