A Sánchez le dan por los dos o tres lados. En el Senado, que sigue ahí, como cámara frigorífica del cuarentañismo ya un poco ajado.
Y cuanto más le dan, más se bambolea y más estabilidad tiene. Es un tentetieso en el filo del bisturí español, que es el estoque de un torero en paro.
Le dan los independentistas catalanes y le dan los 155boys. Si estuviéramos en los 80 ya habría salido un grupo de subRock patatero perreador con ese nombre: Las 155 boys & bodys.
Pero hoy día un grupo de rock solo sirve para ir a la cárcel, o al exilio. La ley mordaza sigue vigilando el horizonte de sucesos.
Estamos muertos en medio de la crisis KRISIS y pensando que ya terminó hace años.
Macron está fuera, disimulando. Merkel se ha ido. May no se pone al phone.
Sólo Sánchez aguanta en el filo interminable del alambre de hielo. Es un superviviente. Ya colocada la familia y varias filas de amigos, solo hay que resistir.
Los exabruptos de los demás lo dejan en el centro… solo, pero en el sofá rojo del jet oficial. Con las gafas Rayban.
Allí está Torra en medio del jaleo, esperando en la mesa camilla que heredó de Jordi Pujol, cuyo brasero no se apaga nunca.
Allí está Torra dispuesto a incendiar el Paralelo y a cobrar la paga extra y a comerse el turrón.
Sabe que si sus huestes descontroladas no se sujetan le pone el 155 a huevo a Sánchez. Que no quiere, pero tiene a los barones temblando en modo Díaz.
Torra ha de hacer alguna torrada pero sin romper la navaja por cuyo filo se desliza Sánchez cual equilibrista sonámbulo.
Sánchez ya ha ofrecido subir el sueldo a los funcionarios que ya subió Rajoy (los anuncios es lo que tienen, que aprovechan a todos los gobernantes). Y los 900 euros de salario mínimo. Que se quedará en un número 900 que contesta un robot.
¿Cuántas veces ha subido el salario a 900 euros desde que está en el sillón de mando? ¿Cuántas veces más lo va a anunciar?
Y así va pasando otra semana del Primer Año del Sanchazgo. Todo bien por el gobierno. Lo demás ya tal.
Lo único que puede aplacar a Torra por una semana es mandar el furgón con 500 millones para pagar las nóminas, un anticipo, se entiende.
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Algunos datos. La Información explica que
«La nueva estadística refleja que las grandes empresas pagaron un tipo efectivo del 7,88% en el Impuesto de Sociedades, si bien con notables diferencias dentro de las mismas, ya que aquellas con más de 5.000 trabajadores pagaron solo un tipo del 4,03%, por debajo de aquellas con entre 2.500 y 5.000 (8,66%), entre 1.000 y 2.500 (9,47%) entre 50 y 1.000 (16,39%) y entre 250 y 500 empleados (15,47%).»
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Banco de España: INFORME SOBRE LA CRISIS FINANCIERA
Y BANCARIA EN ESPAÑA, 2008-2014