Tengo un conflicto terrorífico. Soy de los que piensan que eso de Halloween es una americanada de importación que hace 20 años ni se celebraba, lo reconozco. Pero también soy un amante del cine de terror y de pasarlo bien preparando buenos sustos a mis amigos. Y como el papel envuelve a la piedra, me dejo llevar y termino acudiendo a fiestas de disfraces cuidadosamente caracterizado como reparador zombificado.
Este año me toca organizar la fiesta en mi casa, y como me estoy documentando para decorarla como los muertos mandan, he pensado dedicar esta entrada a comentar algunas ideas que he encontrado por ahí y a preguntaros cómo pensáis obrar vosotros el infierno en vuestras propias casas…
Ding-dong… “La muerte llama a su puerta”
Lo primero es dar la bienvenida en condiciones, que el personal sepa que sus pasos le pueden conducir a un buen susto si atraviesa mi puerta. Por eso me ha llamado la atención esta alfombra tuneada sobre la cual parece haberse posado alguien extremadamente paciente o, directamente, un Terminator.
Necesitarás cartulina, spray de pintura negra mate, cinta de carrocero, un cutter y… sí, una alfombra (puedes utilizar el reverso de tu alfombra habitual, si su grosor y diseño lo permiten).
Prepararla es tan sencillo como:
- Descargar esta plantilla que la gente de thisoldhouse.com ha preparado a tal efecto.
- Imprimirla sobre una cartulina o papel de buen gramaje.
- Recortar por las líneas.
- Colocarla sobre la alfombra a personalizar, sujetándola por los bordes con la cinta, y aplicar el spray en varias pasadas hasta conseguir el grado de intensidad que desees.
¡Y listo! Ahora, bienvenidos a mi humilde morada…
Miedo y Asco en mi casa
No hay mansión encantada sin telarañas. Y es que los fantasmas son poco dados a limpiar, así que tendremos que simular este elemento monstruoso empleando algodón enrollado o guata. Aquí apelo a tu habilidad para romper el tejido aquí y allá, deshilacharlo a conciencia y repartirlo de forma irregular por muebles y cuadros hasta que parezca obra de Spiderman.
Por cierto, compra algunas arañas de goma en cualquier tienda de juguetes o productos de broma para darle el toque realista. ¿O piensas atribuirte el mérito de haberlas tejido tú solito?
«¿Quién anda ahí?» ¡Sombras tenebrosas!
Hay otro toque que añadirá al panorama del vecindario un agradable calor de hogar: la presencia de tétricas sombras acechando en tus ventanas. Montar el show es muy sencillo: solo tienes que recortar siluetas temibles en una cartulina negra (fantasmas, arañas, brujas, esqueletos, manos con cuchillos…) y pegarlas con celo en el interior de la ventana. Después, colocarás por detrás y a una distancia de unos pocos palmos (experimenta) una vela para crear la sombra por recorte y darle, de paso, un poco de movimiento. Si corres una cortina no muy tupida lograrás difuminar un poco el perfil y dará todavía más canguelo…
Soy un manitas, sí, ¡pero sangrientas!
Esta idea es mi favorita: llenar de huellas la casa para que la gente se lleve un buen susto al ir, por ejemplo, al baño. Conseguir el efecto es muy sencillo: emplearemos pintura acrílica roja y una brocha para aplicárnosla en las manos. Después, las posaremos sobre la cortina de la ducha (¡después sale, tranquilos!), sobre toallas o prendas viejas que no nos importe dejar algo tocadas, o sobre el cristal de las ventanas, para que nuestros vecinos sepan lo formal y tranquilo que es nuestro hogar.
El resultado es espectacular, y el proceso divertidísimo, ¿verdad? Ya solo falta el típico cuadro perturbador para rematar el conjunto y…
Bueno, yo ya me estoy frotando las manos (todavía limpias) pensando en la fiesta que voy a montar… ¿y vosotros? ¿Cómo pensáis decorar vuestras casas durante el próximo día de Halloween?
Fotos: thisoldhouse.com, ehow.com, media.mlive.com, thebeautifulbudget.blogspot.com.es, @ciudadfutura, hogartotal.com.
