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Entradas etiquetadas como ‘descanso’

El Congreso de los Diputados, cerrado por vacaciones

Por Javier Prieto Pérez

Congreso de los Diputados (Archivo).

Congreso de los Diputados (Archivo).

Después de los tres meses transcurridos desde la celebración de las pasadas elecciones, nuestros políticos han llegado a un acuerdo en el Congreso. Por fin, sus señorías han mostrado una gran voluntad negociadora, lo cual habría sido motivo de júbilo si fuera en aras del bien común de todos los españoles. El problema es que dicho consenso, alcanzado en unos instantes, no tiene como fin establecer una coalición que permita la gobernabilidad en España. Ese pacto hace mención a las tres semanas de vacaciones que van a disfrutar los parlamentarios en Semana Santa.

Como consecuencia de esta medida, que supone la ampliación de su periodo de descanso, se pospone la Junta de Portavoces del 22 de marzo, y el Pleno del día 29 de marzo se retrasa al 5 de abril. Al margen de las cuestiones de calendario, resulta indignante comprobar cómo esos mismos diputados que se muestran intransigentes a la más mínima concesión del adversario, se transforman en camaradas y aliados de hemiciclo cuando sus intereses particulares están en juego.

Dicha actitud irrita a los ciudadanos por dos cuestiones. Porque España está sumida en una parálisis por culpa de su intransigencia, preocupados sólo de sus fines partidistas. Y, sobre todo, porque la lacra del desempleo golpea a más de 4 millones de personas que padecen graves problemas económicos.

Ante esta situación, nuestros representantes se permiten el lujo de interrumpir su actividad durante un espacio de tiempo tan prolongado. Demuestran que viven en una burbuja, de espaldas a la realidad, y lo que es peor, con el dinero del contribuyente, de cuyos problemas reales no se ocupan. Las dificultades graves se afrontan trabajando con energía y responsabilidad, no incrementado los periodos vacacionales.

 

Caja Mágica, ocio sin límites para la clase alta

Por Vanesa Serrano

El domingo 11 de mayo se celebró dentro de la Caja Mágica el final del torneo de la Master de Tenis de Madrid de este año. Es un torneo que debido a los precios que tiene es absolutamente inaccesible para la gente del barrio, pero lo que sí tenemos que sufrir es la fiesta de clausura, que se prolongó hasta las 4.30 de la madrugada con la música tan alta que la oía desde mi casa, que está a 850 metros.

Imagen exterior de la Caja Mágica (JORGE PARÍS)

Imagen exterior de la Caja Mágica (JORGE PARÍS)

Durante toda la semana ha habido furgones de la policía nacional en la puerta de la Caja Mágica; las leyes que rigen el cierre de locales de ocio a las 3.30 de la madrugada no se aplican si el ocio es de la clase alta de Madrid. ¡Indignante!

¿Vacaciones?

Por Francisco Pineda Zamorano

Andamos tan enfrascados en los problemas del país que apenas nos da tiempo para disfrutar de los pequeños placeres que nos ofrece la vida. Entre primas de riesgo, bajadas de bolsa, el paro, la crisis, los corruptos de varios lados, gobiernos en la picota y malandrines de la política, se nos olvida hasta aprovechar los espacios de relax y la maraña de malnacidos nos estropean lo cotidiano.

No hay conversación en un café, en un paseo, en un chiringuito que no pase por darle un repaso a la actualidad de la desafección hacia la política, en un gira que gira de una espiral dolosa que convierte nuestra rutina en un sin vivir. Incluso en la época estival, donde deberíamos desconectar del peso de la losa, no podemos apartar demasiado tiempo del imaginario colectivo lo mal que estamos.

Tampoco deberíamos desconectar del todo, porque entonces estaríamos olvidando la cantidad de perrerías que están haciendo con nosotros saliendo impunes de todo o de casi todo. Pero un respiro sí que toca darse: unos buenos paseos por la orilla de la playa, por los paseos marítimos, jugar con los hijos o con los nietos, una cerveza fresca o tinto de verano contándonos lo que nos haya ocurrido durante el año, preguntarnos por la salud, refrescarnos la memoria de las amistades y tener la oportunidad de estar unos días sin hacer absolutamente nada.Descanso en la playa

Las vacaciones son cada vez más cortas, tanto por el presupuesto destinado a las mismas como por la necesidad de incorporarse cuanto antes a la actividad laboral, aquellos que como privilegiados la tenemos. Estaremos menos días disfrutando del ocio total, gastaremos menos reduciendo nuestras comidas en terrazas, pero es básico que tomemos estos días para poder enfrentar un otoño que no sólo se presenta caliente sino que es muy posible nos traiga algo de magma de volcanes en erupción. Después de un cuasi apaciguado veranillo tendremos que resituar el asunto de la crisis económica, política y social que vivimos en nuestro país. Por unos días le daremos descanso (aunque hablemos de ella), pero la crisis forma parte ya de nuestro presente y de nuestro futuro, viéndonos obligados a enfrentarla en todas sus vertientes.

Así que a reponer fuerzas, a disfrutar lo que se pueda y a prepararse para lo que se viene encima. Aquellos instalados en el poder por el poder, los que nos han metido en este pozo que parece sin fondo, no deben respirar aliviados porque estemos de asueto. Deben preocuparse de la reacción porque han conseguido que la ciudadanía despierte y esté dispuesta a ponerlos en su sitio: mandarlos a la cola del Inem.

 

Abusos de falleros

Por José Mª Furquet

Quiero poner de manifiesto mi enérgica e indignada protesta contra los desmanes que se vienen permitiendo a las congregaciones falleras, en general a lo largo del año y en particular en fechas cercanas a las de celebración de las propias Fallas. Ni entiendo ni creo justificable permitir a nadie que haga de un lugar público su feudo y la realización de eventos, mayoritariamente de carácter lúdico, que molestan (¡y cómo!) al resto del vecindario. Indignación que vengo arrastrando y sufriendo desde hace años, ya que por mis condiciones laborales no puedo abandonar la ciudad. Y ayer [9 de marzo] fue el día en que cayó la gota que desbordó el vaso.

Si bien esta circunstancia se dio en las instalaciones provisionales que tienen por estas fechas las distintas congregaciones falleras o “casales” en esta ciudad, me voy a referir a la que, en concreto, nos privó del sueño hasta altas horas de la madrugada sin que se le pusiera freno por parte de autoridad competente alguna. La Falla ubicada en la confluencia de las calles Justo y Pastor y Serrería mantuvo su “discoteFallasca” hasta bien pasadas las cuatro de la madrugada. Evento que se desarrolló dentro de una carpa instalada en medio de la calle, como todos los años, para uso y disfrute de los integrantes de la Falla de turno y de sus invitados. No se interprete este comentario como represalia por no contarme entre los invitados de Falla alguna. No tengo la más mínima afición por la fiestas populares, sean cuales sean e incluidas las de Valencia. La única vez que he podido ausentarme para evitarlas lo hice sin dudarlo un solo instante.

Ante tal abuso solicito a quien proceda a que tome las medidas oportunas para evitar estos atropellos a la dignidad de los vecinos de nuestra ciudad, a su descanso y, por extensión, a su salud. Entiendo que no se debe permitir estos ruidosos eventos –discotecas móviles, karaokes, representaciones varias, actuaciones, etc.- en ninguna fecha del año. Las horas nocturnas se utilizan por la mayor parte de los seres humanos para descansar y reponer fuerzas, aun las previas a días no laborables o lectivos, por lo que veo fuera de lugar conceder permiso para llenar la calle de ruidos, sea cual sea el día del año de que se trate. Para tales celebraciones hay muchas horas durante el día para llevarlas a cabo, reduciendo considerablemente las molestias que causan al resto de ciudadanos.

Festivos de menos

Por Eira Mogas

Ahora les ha dado por recortar los días festivos. Es sabido que, frente a Europa, tenemos esa desafortunada imagen de “país de vacaciones” ya que gozamos de un mayor número de fiestas anuales y también de unas vacaciones de verano más largas. Pero, ¿alguien se ha planteado comparar la jornada laboral? ¿O los salarios? ¿O la tasa de desempleo? No creo que nadie en norte-Europa acabe de trabajar a las diez de la noche, cobrando un salario mínimo de 600€ al mes y se levante cada día con miedo de quedarse sin trabajo…

Me parece aceptable que quieran “parecerse más a Europa” pero no comparemos uvas con peras: si nos reducen los días festivos –cosa que me parece correcta si tenemos en cuenta que sólo en el primer trimestre se concentran la Diada, la Mercè, el Pilar, Todos los Santos, la Constitución, la Inmaculada y Navidades–, que nuestra jornada laboral se ciña también a las 8 horas, que se invierta más en una educación de calidad o en la creación de puestos de trabajo para evitar las tasas desorbitadas de desempleo o el hecho que todos los recién licenciados deban emigrar en busca de oportunidades decentes.