Por J.C.A.
El mundo universitario debería ser algo enriquecedor, un mundo lleno de metas y logros, no solamente referido al mundo académico, sino también a vivir cosas nuevas, conocer gente con distintas maneras de pensar, hacer amigos y también la experiencia adquirida en lo que comúnmente llamamos prácticas.
Ciertamente, las prácticas pueden darnos esa experiencia que es imprescindible para cualquier trabajo actual, sin embargo, la vergüenza y el ridículo llega cuando al ver el listado de practicas existentes en muchas de las universidades públicas en España, nos damos cuenta de que, con el pretexto de adquirir formación y experiencia o simplemente gracias el fantasma de la crisis, las empresas abusan de lo que se puede ofrecer en el mercado de prácticas y allí es donde encontramos sin sentidos, ‘trabajos’ sin la más mínima retribución en los cuales se exigen completas locuras para poder ser uno de los ‘afortunados’ en entrar a formar parte de las mejores empresas del sector.

Imagen de archivo de una persona portando folios. (ARCHIVO)
Algunos ejemplos rozan lo insano, exigir un nivel C2 (bilingüe) en inglés o alemán (cuando muchos de sus directivos a lo sumo se desenvuelven malamente en un segundo idioma) o el hecho de pedirte que seas el chico/a multi-tarea, que no solo sea community manager, si no también bloguero, asistente de ventas, de marketing, generador de tráfico, gestor de todo tipo, analista y creador de bases de datos, servicio técnico, asistencia personalizada al cliente, comercial, fidelizador…
¿Hasta cuándo tendremos que soportar esta manera de actuar? y ¿hasta cuándo las universidades van permitir o a regular esto? no se dan cuenta de que esas prácticas gratuitas ni mucho menos lo son. ¡El estudiante paga por trabajar!, ¿dónde se ha visto eso!? pagas por el transporte, que indiscutiblemente tienes que usar para llegar al puesto de trabajo, tienes que pagar por toda la comida que necesitarás si no tienes la suerte de tener aún el apoyo familiar, pagas por los créditos universitarios de una práctica, que en muchos casos no bajan de los 300 €… Gratuitas dicen, ¡será para ellos!
Hasta cuando las empresas seguirán pensando que ese ‘ente’ mal llamado el becario, ‘ese’ infravalorado que para ellos solo se encarga del café y las fotocopias, ¿no tiene el derecho de cobrar por su trabajo como cualquier hijo de vecino? Cansa sobradamente que el ser estudiantes pese más que el desempeño y la carga de trabajo realizada dentro de la empresa, que en la mayoría de casos son muy similares a lo que el resto de la plantilla hace.
Se ha llegado al extremo en el que no hay ni el más mínimo respeto por la labor de un estudiante en prácticas y muchas empresas tienen departamentos llenos de gente de quita y pon, llegan unos y los becarios que salen son los encargados de formar a los recién llegados que sin duda alguna ocuparán su puesto y así en una cadena interminable, sin la más mínima esperanza de, algún día, optar a un puesto de trabajo en la empresa.
¡Ya basta de tonterías! Además de los expuesto, me sorprende que a pesar de las ventajas fiscales que la administración da a empresas que acojan a jóvenes universitarios, éstas ofrecen prácticas gratuitas y, luego, por ahorrarse las cuotas de la seguridad social (que serán bonificadas), pagan en negro a los estudiantes que tienen el valor y la resignación de aceptar prácticas gratuitas, ¡en qué mundo vivimos!
Resulta normal que la gran masa de jóvenes prefiera irse lejos, a un trabajo que no tenga nada que ver con su formación en el peor de los casos, solo por el hecho de tener una remuneración relativamente aceptable.
¿Hasta cuándo veremos esto?
Un estudiante indignado.