Seis preguntas y respuestas sobre el ‘streaming’ de los Beatles

Dadas las albricias globales que escucho y leo, la Navidad parece haber regalado lo que todos habían pedido como primera opción en las listas de deseos.

El desembarco de la música de los Beatles en nueve plataformas de streaming, entre ellas el monstruo Spotify (100 millones de usuarios en el mundo, la quinta parte de ellos, de pago)ha sido recibida con una especie de hurra planetario al que, aunque sólo sea por la ictericia que toda operación de mercadotecnia debería producir, conviene colocar en una justa medida.

1. ¿Está toda la música de los Beatles en streaming?

No. Los propietarios del catálogo han dejado fuera de acceso discos básicos como la colección The Beatles Anthology [volumenes, 1, 2 y 3], editada entre 1995 y 1996, un tesoro que abarca toda la historia del grupo e incluye versiones no grabadas, temas inéditos, descartes y abundante material que, en muchas ocasiones, supera al original y que, sobre todo, demuestra cómo cocinaba el grupo con mejor química de la historia durante el proceso de composición, arreglos, grabación y mezcaldo.

Tampoco está disponible Live at the BBC (1994), el único disco en directo decente del grupo, con 56 canciones, una treintena de las cuales nunca habían sido publicadas.

Y, sobre todo, no hay rastro de las versiones en mono de los discos que el grupo editó en su carrera —todos los álbumes excepto tres— y que fueron primorosamente empaquetados en la caja The Beatles in Mono, publicada en 2009 al mismo tiempo que la versión remasterizada The Beatles  (The Original Studio Recordings), también conocida como The Beatles: Stereo Box. Es de estas remasterizaciones en estéreo de las que se nutre el catálogo parcial colocado en streaming.

The Beatles In Mono, 2009 - Apple - EMI

The Beatles In Mono, 2009 – Apple – EMI

2. ¿Es un capricho querer escuchar a los Beatles en mono y sin intervenciones posteriores?

La respuesta no puede ser definitiva y debe, antes que nada, partir de la grandeza de varios de los discos del mejor grupo de poprock de todos los tiempos. Los Beatles son los Beatles en mono, en estéreo, remasterizados o remezclados. Han logrado superar incluso la pompa artificiosa de Giles Martin, hijo del productor de confianza de la banda, George Martin —el mashup Love (2006) para el Circo del Sol que, por cierto, tampoco se encuentra en streaming—.

Ahora bien, la excelencia de las grandes obras del cuarteto no debe nublar el juicio y escuchar en mono A Day in The Life o Helter Skelter sigue siendo una experiencia bastante más intensa que en estéreo, al menos para mí. La web The White Album Project da algunos motivos que comparto.

3. ¿Quién sale ganando?

Los politólogos y los cínicos —gente igual de deleznable pero que sabe moverse con destreza por el mundo— suelen considerar que la única cuestión necesaria para señalar el culpable de cualquier conflicto es preguntarse quién saca la mayor tajada.

En este caso la gran triunfadora del negocio es la casa discográfica propietaria del catálogo de los Beatles, Universal, que lo compró a EMI en 2012, pero parte de los derechos —en un porcentaje que varía según los paises: en los EE UU es del 33% y en otros puede llegar al 50— son de los herederos de John Lennon y del todavía heredero de sí mismo Paul McCartney y, en menor medida, de la viuda de George Harrison y de Ringo Starr, a quienes los dos líderes apenas dejaban meter mano en la composición.

Para hacerse una idea del montante (aunque el streaming apenas paga en comparación con las emisoras de radio o televisión y los compradores de discos particulares), debe considerarse que los Beatles han demostrado con holgura que siguen siendo un gran negocio, con unos 600 millones de discos vendidos en el mundo.

Se calcula que la señora Yoko Ono, viudísima de Lennon, ingresa cada año 15 millones de dólares en regalías.

4. ¿Qué se juegan las corporaciones de streaming?

Spotify —que tiene un valor estimado de 8.400 840 millones de dólares acaba de comprar la empresa Seed Scientific para derivar los servicios de música en línea y obtener beneficios del tráfico de datos —¿de quién?, de los usuarios, por supuesto—.

La corporación, fundada en 2008, se apunta al espionaje y el tráfico de las valiosas tendencias de gustos personales. No es raro: entre los socios de la megacorporación están varias telefónicas, fondos de pensiones nacionales, negociados de inversiones y, por si no queda claro que el capital no entiende de geopolítica, el Reino de Abu Dabi.

Quedamos avisados: Spotify puede saber en tiempo presente nuestro estado de ánimo. Nos deja escuchar música on line y a cambio somete nuestra alma al streaming.

Póster de 'Let It Be', 1970

Póster de ‘Let It Be’, 1970

5. ¿Por qué tienen miedo a distribuir el documental Let It Be?

El documental Let It Be, grabado durante las sesiones del disco del mismo título, lleva 44 años esperando la reedición. Incluso en la muy filtrada y nada ecuánime página web oficial del grupo pueden leerse mensajes de desesperados seguidores que solicitan la comercialización del film.

Aunque es cíclica la aparición de noticias que anuncian un prensaje en Blu-ray, la digitalización siempre ha sido postpuesta y la única forma de ver el work-in-progress tenso y absurdo del grupo en los últimos momentos de su carrera es acudir a la piratería.

Acaso el único motivo de la congelación sea precisamente que en el metraje es dolorosamente palpable el rencor entre Lennon y Ono, por un lado, y McCartney, por otro, y entre Harrison y los otros tres.

No se soportaban. No eran los cuatro fabulosos, sino cuatro malencarados que no desean estar allí y se odiaban. No se trata del reality feliz que nos quieren hacer creer.

6. ¿Por dónde debo empezar con el streaming?

Ya he advertido que no me atrevo a consejo alguno con esta gente, pero como se trata de celebrar un supuesto hito histórico, según anotan muchos de mis conocidos con arrebato —yo no le veo tanto valor: los Beatles nunca se habían ido de mi vida—, me lanzo a insertar una lista con doce favoritas para que en Abu Dabi tengan mis gustos presentes.

Creo que queda claro que no los soporto hasta 1965, es decir, mientras fueron una naíf rondalla yeah-yeah-yeah de letras ligeritas y música imitativa.

A partir de la mente expandida por la primera marihuana —a la que fueron invitados por Dylan, por cierto—, la escucha es un vuelo incomparable.

Jose Ángel González

7 comentarios

  1. Dice ser Paco Garcia

    No tiene ningun sentido que los archivos que tenemos ahora en el disco duro, ahora necesitemos tener y consumir ancho de banda para escucharlos y que esten en otro ordenador en la nube de sus propietarios, es ir para atras, espero que la gente no los deje hacer esto que quieren

    28 diciembre 2015 | 15:15

  2. Dice ser Edmundo Pérez

    Un pequeño eror, el beneficiado principal es y debe ser Sony y Michael Jackson Estate, propietarios del catálogo completo de The Beatles, en el catálogo Sony/ATV, el mismo McCartney se quejaba de tener que pagar por tocar su propia música, pues no es de él.

    28 diciembre 2015 | 18:45

  3. Edmundo Pérez: una cosa son los derechos de edición, en los que sí participa Sony/ATV (y los herederos de Jackson) y otra las regalías como compositores, de las que siguen ganando, y mucho, McCartney y la señora Ono.

    28 diciembre 2015 | 20:03

  4. Dice ser Paul McCartney (el verdadero) murió en 1966

    Aquí esta el porqué (?) los integrantes de The Beatles dejaron de congeniar ,,,,
    El Ultimo Testamento de George Harrison

    https://www.youtube.com/watch?v=yg5kqrRJm_U

    28 diciembre 2015 | 21:51

  5. Dice ser Fran

    Nada de acuerdo con la lista.

    Cada fan, obviamente, tiene la suya.
    Y «I Am the Walrus» puede que sea una de las que suena más actuales.

    Pero yo pondría, la primera, «I Want To Hold Your Hand», puede que la canción más influyente en la historia del rock: la canción que abrió las puertas de Estados Unidos a The Beatles y, con ellos, al resto del rock británico.

    28 diciembre 2015 | 22:35

  6. Dice ser Chirimoya

    «—que tiene un valor estimado de 8.400 millones de dólares acaba de comprar la empresa Seed Scientific para derivar los servicios de música en línea y obtener beneficios del tráfico de datos —¿de»

    Hablando de marihuana, creo que deberías abstenerte de usarla para escribir.

    28 diciembre 2015 | 22:43

  7. Dice ser Javier

    Ringo is alive!!

    29 diciembre 2015 | 08:38

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