El Cuchillo de Norfolk, una extravagancia victoriana

El Cuchillo de Norfolk

La herramienta resulta tan exagerada que a primera vista parece un puercoespín metálico o la pieza estropeada de alguna máquina añeja. Con 75 hojas, unos 55 centímetros de grosor y unos 86 centímetros de largo, el Norfolk Knife (Cuchillo de Norfolk) es una asombrosa extravagancia victoriana.

En 1851 lo presentaban como el cuchillo más sofisticado jamás creado. William Barnforth —artesano destacado que trabajaba para los fabricantes de cuchillos, cubiertos y tijeras Joseph Rodgers & Sons— invirtió dos años en elaborar la pieza. El mango, de «perla de manila», está tallado sin escatimar detalles y en muchas de las hojas hay grabados retratos de personajes ilustres como la reina Victoria, escenas de caza y reproducciones de edificios ilustres, entre ellos la Casa Blanca, a pesar de que la independencia de los Estados Unidos en 1776 todavía escocía.

Tarjeta-souvenir del Cuchillo de Norfolk

Tarjeta-souvenir del Cuchillo de Norfolk

La ostentosa pieza fue un encargo especial para la Great Exhibition (Gran Exposición), un gigantesco evento celebrado en Londres de mayo a octubre de 1851, enfocado como una exposición universal, pero que sobre todo tenía como fin mostrar la grandeza del Imperio Británico.

Organizada por el Príncipe Alberto, consorte de la reina Victoria, en el monumental palacio de cristal de Hyde Park —destruido en 1936 por un incendio— la exposición era un alarde de poder, reunía materias primas y arte de las colonias británicas, piezas únicas y exóticas, la maquinaria más puntera de la revolución industrial, lo último en tecnología y ciencia, instrumentos musicales, muebles, obras de arte… Había más de 100.000 objetos (la mitad de ellos británicos) que condensaban todo lo que uno podía desear ver de cerca según el criterio decimonónico: el diamante más grande del mundo, los más sofisticados telégrafos, colmillos de elefante sudanés, esqueletos de dinosaurio, daguerrotipos, instrumentos de cirugía…

El cuchillo, de Joseph Rodgers & Sons, procedía de una de las más prestigiosas fábricas de útiles de metal de la ciudad inglesa de Sheffield, apodada «la ciudad de acero» precisamente por su producción de artículos de acero desde la Revolución Industrial a los años setenta y ochenta. La empresa ya despuntaba en el siglo XVIII por sus navajas plegables y fue ganando prestigio hasta que en 1821 la familia real británica la eligió para encargarse de sus cubiertos.

Ahora expuesto en el Cutlers’ Hall, la sala de exposiciones de la Sociedad de Cuchilleros de Hallamshire, en Sheffield, el objeto de aspecto monstruoso revive el espíritu naíf y algo perverso del magno evento, que demostraba el poder del ser humano sobre la naturaleza y alababa la colonización como el mayor logro nacional.

Helena Celdrán

Pasillo principal de la Gran Exposición, una ilustración creada durante el evento a partir de un daguerrotipo

Pasillo principal de la Gran Exposición, una ilustración creada durante el evento a partir de un daguerrotipo

Ilustración del día de la inauguración de la Gran Exposición en 1851 - Thomas Abel Prior

Ilustración del día de la inauguración de la Gran Exposición en 1851 – Thomas Abel Prior

2 comentarios

  1. Dice ser Nono

    Desde luego… Que si esa es la navaja, habrá que imaginarse el bolsillo… 😉

    03 octubre 2014 | 16:41

  2. Increíble cuchillo multiusos, muestra muy exagerada y representativa de la época victoriana. No lo conocía.

    05 octubre 2014 | 14:48

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