El huevo está entero, a continuación le sale una pequeña grieta que se resquebraja cada vez más. Al final, la cáscara se parte por la mitad y la clara y la yema quedan fuera. Fin del vídeo.
¿Algo digno de mención? Sí, que el huevo no es de verdad: está dibujado en un lienzo. Una mano maneja el pincel con tal pericia que me costaría admitir que ese huevo nunca existió de verdad.
Duane Keiser (1966, Carolina del Sur) es el dueño de la mano que se mueve a toda velocidad. Es valioso en su sencillez, un pintor de la vieja escuela que tiene la maña artesana de quien no para de dibujar.
Es profesor en la facultad de artes de Randolph-Macon (Virginia) y los vídeos nacieron para demostrar a sus alumnos que un cuadro nunca tenía por qué estar terminado, que siempre se podía convertir en otra cosa sobre la marcha. «Pintar no consiste en ‘paso uno, paso dos, paso tres y voilà«, dice con el convencimiento del maestro.
El huevo no es una elección al azar: ha pintado «docenas» antes de romper uno en el lienzo. «Me gusta el sentido de alquimia que hay entre la pintura y el tema, concretamente entre la pintura y la clara. Es como si el pigmento se convirtiera en clara de huevo y viceversa. El huevo me permite ahondar en lo traslúcido del óleo».
También ha hecho el experimento pelando y desgajando una mandarina y derritiendo un helado de fresa.
Keiser demuestra una y otra vez que los objetos se pueden manipular incluso cuando no son tangibles.
En el plano pictórico constata que ninguna idea es irreversible, que nunca es tarde para empezar de nuevo.
La reacción del espectador al ver la mano intervenir el cuadro es de confusión. Es un dibujo terminado y parece no haber nada más que añadirle.
Las primeras manchas no aclaran nada, pero en tres movimientos más sorprende al espectador demostrando cómo el objeto se transforma, convirtiéndose en real, pero pegado siempre a las dos dimensiones de la tela.
No puedes dejar de mirarlo hasta que termina, aunque sepas de sobra el aspecto que tiene un huevo por dentro, los gajos de una mandarina o el charco que deja un helado si no te lo comes rápido.
Duane Keiser te encierra en un lienzo.
Helena Celdrán
fantastico parece muy real
22 abril 2011 | 18:46
Increible, no me extraña que sea maestro.
22 abril 2011 | 19:48
impresionante caliadad del uso del color! y muy divertido de ver, se puede aprender mucho
22 abril 2011 | 20:48
MONUMENTAL CHORRADA ….
CHORRADA MONUMENTAL ….
22 abril 2011 | 23:33
Un gran dominio de la técnica, muy interesante.
23 abril 2011 | 08:10
fantastisch um malen zu lernen!
23 abril 2011 | 08:47
Esta muy bien, fantástico, genial
Clica sobre mi nombre
23 abril 2011 | 09:17
MYOSOTIS:
MONUMENTAL ENVIDIA…
ENVIDIA MONUMENTAL…
23 abril 2011 | 09:47
po a mí me parese que debíase de grabarse en una mayor calidá visual y exponer en los museo el resurtao miarma
23 abril 2011 | 14:32
¡¡¡¡¡ME CAGO EN DIOS¡¡¡¡¡
23 abril 2011 | 17:17
Muy bueno.
Si te gusta la musica entra en http://mbmusica.es.tl
o clica sobre mi nombre. (estamos en creacion)
23 abril 2011 | 17:37
woooow…
(No queria decir nada mas porque el video me queto el habla, pero 20 minutos dijo que «wooow» es un comentario muy cortom para publicar. Gracias! me encanto!)
23 abril 2011 | 19:44
(i think i mess up on my first comment..so let’s try again)
H….
It’s a pleasure reading you.
About, Keiser, well, Bob Ross, I don’t think we’re in Kansas anymore….
(oh, and pardon my English…my Spanish is on a diet)
23 abril 2011 | 19:45