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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Una montaña en medio de Barcelona

Collserola. Una montaña que está en mitad de la ciudad, del área urbana. Y la vamos a usar para correr hasta que nos caigan los goterones de sudor por la rabadilla.

De hecho ya se usa para eso. El Parc de la Collserola es un pulmón extra que le surge a toda la comarca del Barcelonés en las últimas décadas del siglo pasado. Antes de ser transformado en un terreno a preservar, los barceloneses teníamos aquella referencia como el lugar donde estaba instalado el parque de atracciones del Tibidabo, su basílica, el cementerio y los depósitos de gas de la carretera de Cerdanyola y algunas barriadas donde las pendientes nos hacían aprender a caminar cuesta arriba y cuesta abajo.

Llegaron los años del diseño previo a los Juegos de Barcelona’92. Algo había que hacer aparte de plantar la torre de comunicaciones. Así que en 1987 se creó el Parque de Collserola, una entidad de 8.465 hectáreas. Y se fue convirtiendo en un lugar con estupendos caminos para correr, montar en bicicleta de montaña. Con este panorama tan al lado de casa, el próximo 23 de Noviembre se lanzan a organizar el Compressport Ultratrail Collserola de la ciudad de Barcelona.

 

En medio, dos nombres expertos y un ramillete de marcas. Tanto Mònica Aguilera como Marc Ràfols, dos corredores con gran recorrido dentro del mundo de la competición de larga distancia, forman parte de la organización de la competición.

¿Es apetecible aprovechar las sendas y caminos de un entorno así? Cómo no. Pero además, Barcelona cuenta con un privilegio parecido al de otras ciudades españolas. A menos de una hora de desplazamiento, prácticamente la totalidad de sus habitantes pueden disfrutar de un entorno natural.

Por lo tanto no podremos paladear esas laderas sobre las que escribía Eduardo Mendoza en «La ciudad de los Prodigios»:

Además de aquellas maravillas el jardín tenía recodos innumerables, pabellones, quioscos, templetes e invernaderos, avenidas misteriosas, de trazado deliberadamente confuso, por las que el paseante podía extraviarse sin temor y en cuyas revueltas podía toparse inopinadamente con la estatua ecuestre del emperador Augusto o con el semblante grave de Séneca o Quintiliano en sus pedestales respectivos, a través de cuyos setos conversaciones clandestinas podían ser oídas, citas amorosas sorprendidas y besos apasionados espiados a la luz de la luna. En los prados que se extendían en siete terrazas escalonadas en la falda de la montaña evolucionaban parejas de pavos reales y grullas egipcias.

Pero vamos a dar rienda suelta a toda la fiesta de correr por el campo. Caminos para mí desconocidos, vistas con las que me crié, una mezcla de sensaciones. En el mismo centro de Barcelona. A dos patadas del Carmelo o del Turó.

¿Se asentará esta prueba y pasará el corte de un calendario cada vez más saturado? . Para la Ultratrail de 74km y la Mitja Volta al Parc de 43km hace tiempo que no hay dorsales disponibles y las bajas se han ido cubriendo con la lista de espera. O sea, casi 1.500 corredores que ya hemos confiado en el caramelo.

Lo veremos en nada.

1 comentario

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Collserola como Monjuich son dos montañas que están situadas a orllas de Barcelona la montaña que se puede ver en medio, desde cualquier lado es– El Monte Carmelo –, se nota que no es usted de esta ciudad.

    Clica sobre mi nombre si eres inteligente, si no, no.

    26 octubre 2013 | 13:59

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