Un informe sobre las consecuencias económicas del cambio climático amenaza con reducir la riqueza mundial un 20% y sumir a los países occidentales en una depresión como la de los años 30. Los que nos preocupamos por lo del calentamiento global del planeta y sus efectos sobre la generaciones venideras estamos de enhorabuena. Por fin un argumento de peso para combatir las emisiones de CO2 y otros gases responsables del efecto invernadero. Hasta ahora cualquier protesta sobre esta cuestión se tomaba como una proclama ecologista más o menos apocalíptica. Pero acabamos de conocer que un sesudo informe encargado por el Gobierno de Tony Blair nos amenaza de que al paso que vamos no sólo destruiremos bosques, mares y demás sino que ¡nos puede costar dinero! ¡Qué gran argumento para convencer a las potencias más reticentes (EE UU y China) a cumplir con el Protocolo de Kyoto!