Los héroes no están solos, 60 años de ‘Río Bravo’

Encuadres

Hay escenas de películas que no me cansaría de ver y, claro, también películas enteras. Río Bravo del gran Howard Hawks es una de ellas. En ella John Wayne realiza una de sus grandes interpretaciones como sheriff de un pequeño pueblo fronterizo con México.

Y está tan convincente que siempre logra que me olvide de que rebasaba la cincuentena en las escenas que compartía con una Angie Dickinson de 27 años, y que estaba igualmente maravillosa. Momentos que, naturalmente, servían para que sus dos personajes se enamoraran.

Río Bravo (1959)

( ©Warner Bros )

Angie era la principal protagonista femenina de una historia de hombres, de tipos muy duros, de otros que desearían serlo y alguno más que era una sombra de lo duro que había sido. Su personaje de Feathers, una jugadora de cartas profesional, también lo era, a su manera.

Pero la columna vertebral de Río Bravo es la del sheriff John T. Chance (John Wayne), que con la única ayuda de tres otros hombres, un alguacil borrachuzo (Dean Martin), un viejo cojo (Walter Brennan) y un joven primerizo pero muy diestro con las armas (Ricky Nelson), custodia a un prisionero acusado de asesinato, entre los barrotes de su pequeña cárcel, ante el acecho del rico y corrupto hermano de éste, un terrateniente.

Mientras, afuera suena el Degüello, los compases con los que el general mexicano Santa Ana mandó tocar ante las tropas norteamericanas en el asedio de El Álamo, anunciando una guerra sin cuartel.

Y aunque era un western muy bien podría haber sido una película policíaca (dentro de este género hizo su particular remake John Carpenter en la tensa Asalto a la comisaría del distrito 13 de 1976). Pero sobre todo es una historia de segundas, o terceras oportunidades, en la que los personajes predominan sobre la acción, y una de las películas que mejor reflejan la visión de Howard Hawks sobre la camaradería entre personajes masculinos y los valores de lealtad y solidaridad. No en vano, Río Bravo fue su respuesta a la soledad con la que debía lidiar Gary Cooper en la no menos famosa Solo ante el peligro (1952).

Se me ponen los pelos como escarpias solo con recordar que, ocho años más tarde, Hawks dirigió El Dorado (1967) un remake de su propia película de nuevo con John Wayne (y Robert Mitchum en el papel de Dean Martin). El resultado fue otra incontestable obra maestra.

Río Bravo (1959)

( ©Warner Bros )

No se puede empezar mejor

Río Bravo es una obra maestra de principio a fin. De hecho su primera secuencia es ya de las que podría visionar en bucle, una y otra vez.

La de Dude (Dean Martin), antes un hombre de disparo rápido y certero, ahora un «borrachón» por culpa de un mal de amores, siendo humillado en una taberna por un bravucón (Claude Atkins) que le tira una moneda en una escupidera para que se tome un trago.

Será de nuevo su amigo John T. Chance quien le saque del apuro. Más o menos, porque su acción será el detonante del resto de la trama.

‘Río Bravo’ se estrenó en los cines norteamericanos el 4 de abril de 1959 en EE.UU. y el 23 de noviembre en España.

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1 comentario

  1. Dice ser Lola

    ¡Peliculón! Hace un par de días leí en un blog que habla de cine sobre los comentarios un tanto despectivos que hizo una presentadora de Tele Madrid quien decía algo así como que «las películas de John Wayne» solo la veían señores mayores» Poca cultura cinematográfica creo que tiene esa señora. Saludos.

    06 abril 2019 | 15:48

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