Nadie es perfecto, excepto Billy Wilder: 60 años ‘Con faldas y a lo loco’

En blanco y negro

Érase una vez una comedia de hollywood que se proyectó en absoluta primicia en uno de esos pases previos que se acostumbran a organizar para valorar las reacciones de los espectadores. El de esta película fue un desastre.

Los cronistas cuentan que asistieron varios centenares de espectadores de una pequeña localidad, la mayoría de mediana edad. En la sala silencio, como si estuvieran asistiendo a un drama solemne. Algunos se retorcían, cansados, en su butaca e incluso más de uno abandonó el cine. Pero al menos una persona sí que se rió, una sola vez. La película había tenido un rodaje tumultuoso, y también se había pasado del presupuesto inicial. Sin embargo, el esfuerzo parecía haber sido en vano. Todo pudo haber empezado y acabado allí.

Con faldas y a lo loco (1959)

( ©MGM )

El argumento cruzaba los destinos de dos músicos muertos de hambre, un saxofonista y un contrabajo, disfrazados de mujer y huyendo de unos gangsters con el de una orquesta de jazz femenina, Sweet Sue y sus chicas sincopadas, compuesta solo por rubias.

Una de ellas norteamericana de origen polaco, vocalista y experta en tocar el ukelele, poseedora de un irresistible magnetismo sexual e igualmente huyendo, en su caso, de una incontrolable atracción por los saxofonistas. Su noble objetivo se habría focalizado ahora en hallar marido, pero no uno cualquiera sino un millonario ingenuo y bonachón que la quiera.

La película que estuvo a un paso de quedar sepultada en los archivos de Hollywood, afortunadamente, tuvo más pases previos y resultaron ser un tremendo éxito. Y de tal magnitud que obligó al director a alargar algunas de las escenas para conceder unos instantes a las risas antes de proseguir con los siguientes diálogos (como en la escena con Jack Lemmon, contando la propuesta de matrimonio de su inesperado pretendiente mientras toca las maracas entre frase y frase).

Con faldas y a lo loco (Some like it Hot, 1959) fue dirigida por Billy Wilder, partiendo de un guion escrito con uno de sus grandes colaboradores, I.A.L. Diamond, y fue y es una de las mejores comedias norteamericanas.

Jack Lemmon y Tony Curtis, travestidos, la protagonizaron junto con una despampanante Marilyn Monroe que durante el rodaje descubrió que estaba embarazada de su marido, por entonces el tercero que sumaba, el escritor Arthur Miller. Pero sobre todo se hizo «querer» por sus constantes caprichos, cambios de humor y retrasos de dos o tres horas o teniendo que rodar 40 o 50 tomas en la que solo debía pronunciar una escueta línea de diálogo.

Con faldas y a lo loco

( ©MGM )

La acción tenía lugar tres décadas atrás. Empezaba en el Chicago de 1929 para trasladarse luego a la soleada Florida. Había una empresa funeraria que servía como tapadera para convocar a los ciudadanos predispuestos a sortear la «ley seca», una matanza inspirada en la de Al Capone por San Valentín, sofisticadas audiciones en clubs selectos e improvisadas veladas en un reducido compartimento de tren, y también más de un millonario, aunque alguno fuera de postín.

La exhibición de talento, de puesta en escena, diálogos y frases es exultante y las cómicas situaciones, que a pesar de que hoy en día más de una pueda parecer forzada o inverosímil, certificaron una vez más la maestría de Wilder en un proyecto que en manos menos inspiradas hubiera sido ridículo o mediocre.

Buena prueba de ello es que de hecho Con faldas y a lo loco era una especie de remake de una película alemana, Ellas somos nosotros (Fanfaren der Liebe (1951), que a su vez se inspiró en una comedia francesa de 1935, Fanfare d’amour. Ambas totalmente olvidadas. Solo ha sobrevivido, instalada en lo más alto de la mitología popular del séptimo arte, la de Wilder.

Con faldas y a lo loco

( ©MGM )

Tres estrellas y un catálogo de diálogos para enmarcar, pero no deja de resultar curioso que la mejor frase, la última de la película, la pronunciaba uno de los secundarios, el millonario (Joe E. Brown) enamorado de Daphne (Jack Lemmon). Sí, es la de «Nadie es perfecto» (Well, nobody’s perfect). Aunque tal vez se equivocaba.

Billy Wilder estrenaría al año siguiente El apartamento, y aún le quedaba por venir Uno, dos, tres, Bésame tonto, Irma la dulce, En bandeja de plata, La vida privada de Sherlock Holmes, Primera plana

Con faldas y a lo loco empezó su carrera comercial en cines el 19 de marzo de 1959 en Memphis. A los cines españoles llegaría en octubre de 1963.

Disponible en Blu-ray y DVD, y en streaming puede verse actualmente en Rakuten TV.

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1 comentario

  1. Dice ser Alex

    Sencillamente uno de los mejores directores que han existido.

    https://rodajesdepeliculas.blogspot.com/2016/02/billy-wilder-detras-de-las-camaras.html

    19 marzo 2019 | 13:09

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