«¡Mira qué barbaridad! Aunque tú habrás visto de todo», me dijo una compañera enviándome el caso que circula en la red desde hace unos día de las podencas Raíz y Tierra, lanzadas de un vehículo en marcha en condiciones deplorables, comidas por la sarna, y recogidas por la protectora La Bienvenida de Ciudad Real.
«Pues me temo que sí, que en más de diez años de este blog he visto de todo», contesté. Y no es mentira. Mi capacidad de asombro ante las barbaries que el hombre comete con los animales se ha reducido considerablemente. No la de cabreo, esa sigue intacta. ¡Cómo no va a ser un bárbaro con unos seres que considera objetos para su uso y disfrute, teniendo en cuenta lo que el hombre es capaz de hacer (y hace a diario) con otros hombres!.
Al poco me llegaron más avisos, comentarios acompañados de enlaces en otros medios de comunicación: El diario, El mundo… también en un teletipo de EFE:
La protectora de animales ‘La Bienvenida’ de Ciudad Real ha denunciado que autores desconocidos han arrojado este pasado sábado a dos podencas gravemente enfermas desde una furgoneta en marcha en la zona universitaria de la capital. Según informa la asociación en una nota de prensa, se trata de «uno de los peores casos de maltrato y abandono en 35 años de vida de esta protectora».
‘La Bienvenida’ relata que la furgoneta llevaba la matrícula tapada porque «querían deshacerse de estas dos pobres criaturas sin dejar huella». La agrupación estima que los dos animales, a los que han bautizado como ‘Raíz’ y ‘Tierra’, podrían ser madre e hija, y subraya que han sufrido «una vida de dolor y soledad». Así, apunta que han recibido golpes y que «el ser humano les da auténtico terror». «Lo peor es que seguramente no vivían solas», sostiene la protectora, para la que es posible que aún queden animales «esclavizados y secuestrados» en poder de sus dueños.
‘La Bienvenida’ señala asimismo que las dos podencas presentan señales de que el único alimento que tenían «eran sus propias heces», y que su piel «delata enfermedad» pues «apenas hay pelo que cubra sus cuerpos, el temblor es continuo, y las heridas y costras se cuentan por decenas».
«‘Raíz’ y ‘Tierra’ tienen ahora un largo y duro camino por recorrer para su recuperación, y es posible que incluso no sobrevivan», advierte la asociación, que se encarga de cuidar a los animales hasta que este lunes puedan ser atendidos por un veterinario. En todo caso, ‘La Bienvenida’ realiza un llamamiento a la ciudadanía para que acoja o adopte a los animales hasta su recuperación.