Los perros y los gatos necesitan jugar

Los perros y los gatos necesitan jugar. Lo necesitan para estar estimulados, para hacer ejercicio y para afianzar su vínculo con nosotros. Pero no todos los juegos son para todos los perros.

Troya siempre ha tenido pasión por las pelotas. En cualquier circunstancia y momento, daba igual, siempre estaba dispuesta a correr detrás de ellas, a saltar como una atleta olímpica canina para atraparlas en el aire.

Ahora, con diecisiete años, es incapaz de saltar incluso las vallas más pequeñas, pero sigue feliz y conserva sus ganas de juego, aunque enseguida se cansa y se tumba con la pelota a coger resuello.

Tula no hace ni caso a las pelotas. A ella le gusta que juguemos a disputar un peluche de cuerdas. Ella tira, nosotros también, nos disputamos con saña fingida el trofeo y disfruta con aquello que puede roer.

El juego, los juguetes, son un reforzador fantástico si queremos enseñarles. Que debemos, porque con un perro bien educado todo es más fácil y satisfactorio, para nosotros y para los demás.

Y mucho más en los perros que en los gatos es necesario que jueguen entre ellos. Tula es muy de saludar a todos los perros que se cruza, pero poco de jugar con ellos. Troya en cambio sigue colocándose en posición de juego y queriendo jugar con muchos de los perros que se encuentra (no todos, claro. Tampoco yo tomaría un café con todo el mundo). Relacionarse con sus congéneres es imprescindible toda su vida, no sólo para su buena socialización cachorros.

Los gatos no siempre están tan dispuestos al juego. Bueno, no lo están ahora que son una pareja respetable de catorce y quince años, porque su adolescencia felina fue de juego constante. Con ellos lo mejor son los juguetes tipo caña de pescar, que tienen en el extremo plumas, cascabeles o cualquier cosa que llame su atención e invite a que juegan a atraparla. También las pelotitas que ruedan veloces cuando las manotean.

Las manos nunca. Nuestras manos no deben ser los juguetes de nuestros gatos. Tampoco conviene dejar al cachorro nuestros calcetines o zapatillas viejas, que es probable que en el futuro acabe cogiendo los nuevos son entender que haya ningún problema en que los destroce.

Por cierto, también hay gatos que gustan de jugar entre ellos y con los perros. A los míos me remito.

Las tiendas de animales están repletas de juguetes. Yo he comprado algunos. Pelotas de goma resistente con un cascabel dentro y colores visibles para Troya, un resistente peluche cuyo interior es de cuerdas trenzadas para Tula (los peluches normales tienen rellenos y materiales que pueden ser peligrosos si los ingieren), algún Kong en el que introducir golosinas para que se entretengan extrayéndolas, esas cañas de pescar que os comentaba.

Pero no imprescindible incurrir en grandes gastos. Las pelotas tras las que más ha corrido Troya son las de tenis que mi tío descartaba por gastadas, para jugar a tirar y morder las cuerdas anudadas sirven perfectamente, las pelotitas de los gatos pueden ser simplemente una bolita de papel albal y las cañas de pescar se fabrican fácilmente. De hecho, si hay niños en casa, es una buena manualidad que hacer con ellos.

No, los perros y gatos no necesitan únicamente alimento y cuidados veterinarios. También es imprescindible afecto y juego para que su existencia transcurra feliz y equilibrada.

Y para terminar os dejo con Romeo, que necesita un hogar en el que le procuren cuidados, afecto y juego:

3 comentarios

  1. Dice ser Laura

    A mi perro le gusta correr detrás de la pelota, roer huesos de cuero, que tiremos con él de peluches o cuerdas trenzadas, las pelotas kong con gosolina o sin ella… vamos, que se divierte con cualquier cosa.

    Es imposible no quererlo.

    01 junio 2016 | 13:00

  2. Dice ser Dorablu

    Mi perrita se llama tequila es adoptada y lo que más le gusta es ir al parque y jugar con sus amigos desde hace tres años

    01 junio 2016 | 13:49

  3. Dice ser Veterinario 3.0

    A todo el mundo le gusta jugar, correr, saltar. El no prpiciar que jueguen es un gran error. El juego es beneficioso para su salud y además es una forma de interactuar con ellos que les gusta todavía más si cabe.
    Un saludo.

    01 junio 2016 | 13:57

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