Los perros ancianos también tienen demencia senil

La preciosa sonrisa de Troya ante un pikachu un tanto desquiciado.

La preciosa sonrisa de Troya ante un pikachu un tanto desquiciado.

Troya tiene diecisiete años. Eso creo. Tal vez sean dieciséis. Es lo que tiene haber adoptado a un animal «de unos cuatro o cinco años» según el veterinario de la protectora y luego corroborado por el de mi barrio hace algo más de doce.

Muchos años para una perra de veintitrés kilos. Una perra que pasó mucha hambre, que tiene el cuerpo lleno de plomo, perdigonadas recuerdo de su anterior amo cazador, que lleva con leishmania desde que la adopté. Una perra a la que se le acumulan los achaques últimamente. «Es lo que tiene la ‘añosis'» diría un amigo. Ayer tarde la pasó en el veterinario, tenía una infección que obligó a quitarle dos muelas que la tenían con dolor y antibióticos desde hace bastantes días. Una intervención con preparatorio y anestesia en la que se tomó una muestra de unos bultos que le han salido en el pecho y se le quitó un quiste en un costado. La ‘añosis’, sí. «La verdad es que es muy dura» me dijo el veterinario tras contarme que la intervención había sido algo estresante, con un color de mucosas raro pese a tener buenas constantes y demasiado tiempo dormida.

Sí, es muy dura. Esta mañana ya estaba buscando comida (que ha tenido que ser blanda), sacudiendo la cola y pidiendo calle.

Tengo suerte. Tiene suerte. Pese a su edad, pese a que ya no es capaz de saltar, le fallan las fuerzas y se agota enseguida, pese a sus cataratas que han limitado lo que puede ver, pese a que a mis recelos sobre cómo pueda afectarla el calor este verano, es una perra que se mueve muy bien, incluso trota alegre y quiere jugar con los perros que se encuentra en sus paseos. Es una anciana feliz y sin dolores.

Las señales de su ancianidad no son solo físicas. Este invierno noté que Troya comenzaba a despistarse, sobre todo en la calle. La llamaba y se acercaba a otras personas o acudía a la llamada en dirección contraria, olfateaba interesadísima y cuando levantaba la cabeza se la veía desorientada, sin saber bien dónde estaba o dónde estábamos nosotros.

«Los perros también desarrollan demencia senil», me comentó mi veterinario cuando  le comenté que ya no me atrevía a soltarla, con lo obediente que ha sido siempre, atenta a mí constantemente, que ahora la llevo en plan perro cometa con una correa extensible cuando quiero darle algo más de libertad.

Sí, existe algo similar a la demencia senil o el Alzheimer en los perros. Un deterioro cognitivo más frecuente en hembras y perros pequeños (simplemente porque tienden a vivir más años) que se llama Síndrome de Disfunción Cognitiva (SDC).

Normalmente se diagnostica mediante la observación del comportamiento del perro, que puede desorientarse incluso en casa, olvidar hábitos y órdenes ya aprendidas, despertarse inquieto por las noches, no reconocer a los suyos…  ¿Qué hacer? Tener paciencia y facilitarles la vida, evitando cambios de muebles y costumbres que les puedan alterar o confundir. Algunas veces los veterinarios pueden considerar algún tratamiento farmacológico.

A mí los perros ancianos me despiertan una gran ternura, más incluso que los cachorros. Troya es toda dulzura, un ejemplo de lo que es cumplir años con dignidad, sin preocuparse de las fuerzas que se pierden y mucho menos por las canas que cubren su cara, disfrutando de lo que se tiene en cada momento contra viento y marea. Un ejemplo visible de cómo deberíamos afrontar nosotros el cumplir años.

Para terminar quiero romper una lanza por la acogida y la adopción de perros mayores, perros que lo tienen especialmente difícil para encontrar su segunda oportunidad, que lo pasan peor en las instalaciones de las protectoras, que merecen acabar sus días en un hogar,

En todas las protectoras hay animales así, pero os dejo con el programa Yayos de la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA).

Encontrar adoptantes para los animales viejitos es complicado, las familias suelen preferir cachorros o animales jóvenes para compartir mas tiempo con ellos. Sin embargo, olvidamos que el tiempo que compartamos con un viejito será mucho mas intenso, su capacidad de agradecimiento es infinita y sus miradas mucho más dulces porque ya no tienen que demostrar nada, sólo querer y dejarse querer. Son animales que en su mayoría ya están educados lo que facilita la etapa de adaptación, son tranquilos, no buscan jaleo con otros animales y exigen menos actividad. Lamentablemente cada día que pasan en el Centro se esfuma un porcentaje muy alto de su tiempo para disfrutar.

Te proponemos que seas su gran oportunidad. Acoge a uno de nuestros viejitos por un tiempo indefinido. Nosotros seguiremos intentando encontrarle un hogar definitivo pero dale, desde ya, la suerte de cariños cercanos, cama blandita, paseos, amigos y mimos. Desde ANAA cubriremos todas sus necesidades de alimentación, atención veterinaria, medicación caso de necesitarlo y residencia u otra casa, durante los días que tengas que ausentarte.

Aquí tenéis algunos de esos Yayos que han tenido la suerte de encontrar un hogar de acogida pero buscan uno definitivo.

1 comentario

  1. Dice ser Casandra

    Base naval estadounidense en España, acusada de la ‘desaparición’ de gatos

    Publicado: 8 jun 2016 02:22 GMT

    Un grupo español que lucha por los derechos de los animales requiere una respuesta de la base naval estadounidense acerca de las medidas tomadas respecto a gatos callejeros.

    Siempre Contigo, un grupo español que lucha por los derechos de los animales, lleva varios meses buscando explicaciones sobre las medidas tomadas respecto a gatos callejeros en la Base Naval de Rota en la provincia española de Cádiz, informa ‘The Local’.

    La base conjunta de EE.UU. y España pone trampas para gatos callejeros, cuya multiplicación ha causado algunos problemas en la base. Las trampas incluyen avisos que advierten a quienes intenten soltar a los felinos que de hacerlo infringirán tanto la ley española como la estadounidense. La presidenta de Siempre Contigo, Carmen de los Santos, manifiesta que a las personas que han intentado abrir las jaulas para soltar a los gatos les han dicho que habrá consecuencias y los funcionarios de la base están indignados.

    Se supone que veterinarios tratarán a los animales, pero según el grupo, nadie sabe qué pasa con los felinos capturados. Por tanto, hace dos semanas prepararon una petición para obtener apoyo y han logrado más de 500 firmas. Siempre Contigo planea una reunión con los oficiales españoles de la base pero, según indica ‘El Confidencial Digital’, los responsables de protección de fauna en la base han afirmado que los animales «no son sacrificados», pero desconocen el destino final de los gatos.

    08 junio 2016 | 9:31

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