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Desmontando a Christian Grey

Esta semana se estrenaba en Madrid la película Cincuenta Sombras más oscuras, de la trilogía erótica de la aclamada E. L. James -una de las asistentes junto con los actores de la saga (más acaramelados que nunca para callar bocas) y el director del film- y con la que tuve el honor de coincidir en el improvisado baño que había junto a la sala en la que se iba a proyectar lo más sado del cine actual, con un escote balconet y generosos pechos con los que bien podría haber ahogado al mismísimo Christian Grey si se hubiera propuesto éste hacerla su sumisa.

E.L James, el director James Foley, Jamie Dornan y Dakota Johnson en el estreno de la película en Madrid. (GTRES)

Pero para sumiso maravilloso, mi marido, al que mandé -con caída de ojos y pestañeo incluido- a por el cartón más grande de palomitas (en Kinépolis son sin gluten) para alimentar a la cerda que soy, y no me refiero precisamente en la cama. Era importante preparar el estómago y la mente para disfrutar de una de esas películas que prometen jadeos y cortes de respiración, y en las que lo más divertido es observar la cara de la gente en las escenas más comprometidas.

De repente, las luces del cine se apagaron e hicieron su entrada triunfal en la sala Jamie Dornan y Dakota Johnson, a la que sólo alargando la pierna podría haberla puesto a cuatro patas con más gracia que su compañero de reparto en la primera.

Y aunque lo más próximo que estoy de grilletes, latigazos y cepos es dormir con férula en los dientes, andar sobre tacones y recibir alguna incómoda patada a mitad de noche, me dispuse a dejarme llevar por el universo Grey.

Después de 2 horas y pico de metraje yo ya era Anastasia Abenia. Y qué queréis que os diga de Chris:

  • No hay manera de que pise la tierra, es muy pesado con los aviones y sabe que me da pánico volar.
  • Con tanta zurra y la facilidad que tengo para hacer moratones, llevo el trasero color berenjena y, aunque abuso del Thrombocid, no me atrevo a ir a la piscina con mi madre a hacerme unos largos porque pondría el grito en el cielo y me prohibiría volver a ver a Christian.
  • Mr Grey cicatriza mal. Procuro que no me sorprenda mirándole el pecho. Tal vez sean verrugas, le tengo que preguntar.
  • Siempre escoge la comida en los restaurantes por mí y se pone como loco si pido mosto y no vino; eso sí, como es de billetera fácil, estoy ahorrando más que en toda mi vida.
  • No para de pedirme que me quite las bragas, no lo entiendo, un día de estos voy a agarrar una cistitis de las buenas y me veré obligada a beber litros y litros de Monurol.
  • Me elige la ropa interior, con lo a gustito que estoy yo con mis cosas de algodón, tan amorosas.
  • No suda cuando lo hacemos, es sumamente aséptico, tanto que me da apuro hacerlo yo. No paro de echarme el desodorante antitranspirante que compré el otro día en el supermercado por todo el cuerpo, ¿creéis que será malo?.
  • Temo preguntarle, pero todo lo que tiene en la habitación roja de su casa… ¿lo habrá esterilizado en el lavavajillas o estaré compartiendo gérmenes con otras sumisas?.
  • Otro tema que me preocupa es lo de andar por su casa desnuda, con esas paredes de cristal temo que haya algún depravado observando, o peor aún, algún paparazzi. Voy a hacer lo posible para que ponga las persianas de toda la vida, como en España.
  • Hay algo que no me atrevo a confesarle y es que, de tanto depilarme las zonas íntimas, voy todo el día irritada, y ni la Talquistina ni el Aloe Vera me alivian.
  • Menos mal que no usamos preservativos, soy alérgica al látex (le pedí, eso sí, los análisis para comprobar que todo estaba en orden, que ha sido muy golfo), aunque la dichosa pastilla hace que lleve los tobillos como los de un elefante.
  • Tanto misterio hace que mis amigos no se crean que sea algo más que un rollo lo que nos llevamos entre manos. Ya no sé cómo convencerlos de que lo nuestro empieza a ir en serio.
  • He dejado de morderme los labios porque si lo hago me conduce corriendo a la cama y no doy abasto con tanto ajetreo.
  • Cuando vamos por la calle vamos con guardaespaldas, me da vergüenza, parezco una ministra.
  • Me duele todo el cuerpo, estoy para que me lleven ya a una residencia de la tercera edad.
  • Necesito vacaciones.

Pero lo más importante de todo:

Creo que Christian Grey lo que quiere es formarme para ser faquir.

 

Avec tout mon amour,

AA

¿Es recomendable lavarse por parroquias como Irma Soriano y optar por no ducharse a diario?

(GTRES)

Cada cierto tiempo sale algún personaje famoso tirando por tierra la ducha o celebrando que no utiliza jabón para el pelo, mientras el resto pensamos en lo liberado que queda de lavar sartenes porque puede freír casi cualquier cosa en su cabeza en contacto con el secador.

La última en pronunciarse al respecto ha sido Irma Soriano en la casa de Gran Hermano VIP, que ha dejado muy claro que lo suyo es lavarse por parroquias y no darse un agua a diario, para evitar los estragos que la higiene provoca en la piel. La polémica está servida.

Incapaz de no recordar nada más allá de su intención de hacer gimnasia en la casa todos los días, no puedo dejar de lamentar la cercanía con sus vecinos más VIP, con los que me solidarizo, que pueden percibir la llegada de la chica Hermida sin tener que abrir los ojos.

Porque en realidad en el punto medio está la virtud, ni mucho ni poco, ni tres duchas diarias, ni ninguna.

El doctor José Carlos Moreno, jefe del servicio de Dermatología del Hospital Reina Sofía de Córdoba, aseguraba recientemente que “una ducha diaria no compromete nuestro manto lipídico. El problema no está tanto en el exceso de agua como en el uso del jabón, un producto que termina disolviendo nuestra envoltura natural de defensas”.

Lavarse con jabón (solución acuosa con pH, por lo general, entre 8 y 10) no crea ningún tipo de problema, es un producto desechable y la piel repone con facilidad el grado justo de acidez (entre 4.5 y 5.9). El problema radica en los componentes químicos del jabón que entran en contacto con la piel y acaban además llegando al torrente sanguíneo. Pero las cremas son mucho peor, querida Irma, no resbalan con el agua y permanecen durante horas en ti. Y estoy segura de que te rebozas en ellas, sin leer la letra pequeña, para lucir joven -como todos-, y no dudas a la hora de aplicarte el maquillaje a palas, rutina que no deja de ser una agresión continua para la piel por la basura que contienen estos productos.

Más coherente sería hacer uso de la ducha de Gran Hermano, pedir al Súper un jabón de Alepo con laurel (un fungicida natural) elaborado artesanalmente, que nutre, regenera, desinfecta, reestablece la capa hidrolipídica de la piel y ayuda en problemas cutáneos (dermatitis, eccemas, psoriasis, quemaduras…), en lugar de dejar sin un agua los petetes, las axilas o los genitales y fardar de ser la precursora de un nuevo aroma que, gracias a Dios, los que estamos al otro lado de la pantalla no percibimos. Considéralo una manera de promover el bienestar social de la casa de Guadalix de la Sierra.

(GTRES)

Y, como consejo, Irma, no abuses del agua caliente culpable de que se empañen los espejos y hasta las cámaras, porque es la ruina de la piel y de la flacidez. Tampoco te excedas con los peelings, ni restriegues con la toalla tu piel, utiliza una suave o deja secar la piel al aire.

Como desodorante, a mí me va genial uno de árbol de té, 100% natural y ecológico, de la casa Mon Deconatur, que no contiene aluminio, ni tóxicos.

Ánimo al resto de habitantes de la casa. Y, por favor, no sigáis su ejemplo si no queréis que en los sillones salgan champiñones.

¡Feliz estancia y no tengáis miedo a oler bien!

Avec tout mon amour,

AA

Maluma, espero que mi firma, aunque de hembra, sirva para chingar tu último sencillo

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Maluma en los Grammy latinos, en 2015. (GTRES)

El reggaetón es calor, es baile, es atrevimiento, pero lo que es innegable también es que muchas de sus letras -al margen de lo obscenas y explícitas que resultan la gran mayoría-, son tremendamente machistas, por mucho que muevan tus piernas más rápido sobre una bici o hagan más divertido un atardecer en la playa con los amigos.

Maluma, el cantante colombiano de 22 años y más de 3 millones de seguidores en twitter, se ha atrevido a publicar Cuatro babys sin importarle la cosificación, humillación y degradación de la mujer que lleva implícita la misma, en la que nosotras somos unas mantenidas que nos limitamos a complacer sexualmente al macho alfa y donde la vulgaridad es la directriz.

Y, por mucho que ahora el chaval se dedique a proclamar su amor por su madre en las redes sociales y así parecer Bambi, no va a hacer que pensemos distinto de su single, una auténtica basura que debería retirarse.

Me gustaría saber con qué tipo de valores ha crecido el cantante para mandar esos mensajes al mundo y al público que le sigue, sobre todo chicas, qué ironía. Prefiero pensar que en lugar de un misógino se trata de una joven marioneta absurda que se limita a ejecutar lo que le dicen sin criterio alguno, con tal de vender y estar en boca de todos, de generar polémica, aun a costa de arrastrar a las hembras que se supone que somos, con las bragas abajo y la inteligencia y el corazón en ninguna parte.

Estrofas como “siempre me dan lo que quiero. Chingan cuando yo les digo. Ninguna me pone pero” se unen a otras como “La primera se desespera. Se encojona si se lo echo afuera. La segunda tiene la funda. Y me paga pa’ que se lo hunda. La tercera me quita el estrés. Polvos corridos siempre echamos tres. Me tienen bien confundío. Ya no sé ni con cuál quedarme. Y es que todas maman bien. Todas me los hacen bien. Todas quieren chingarme encima de billetes de cien”.

Para colmo, el intérprete se defendía de las críticas comparándose con Jesucristo. Modesto baja, que sube Maluma.

De esta manera, el género femenino, usado y descartado, aparece en cada estrofa de la canción de este ídolo de masas que entre todos y todas estamos consiguiendo que sea la más descargada de internet, aunque paralelamente a mí me haya faltado tiempo para entrar en Change.org y firmar para así conseguir la retirada de su último sencillo y defender que se nos trate con respeto.

Con este tipo de ejemplos dejamos patente que no está superado eso de la igualdad entre hombres y mujeres, porque si así fuera no sólo este videoclip jamás habría existido, sino que de haberlo hecho, nunca se habría publicado.

Vomitivo todo.

Avec tout mon amour,

AA

maluma

La decoración y el espíritu navideño de algunos a examen

GTRES

Tras el encendido navideño, las ciudades se hallan prematuramente engalanadas para niños y todos aquellos que no hemos dejado de serlo todavía y los colores rivalizan con el manto blanco de las calles más frías, que invitan a imaginar que paseas por un cuento navideño.

La iluminación y decoración, básica, desgastada y pobre en Madrid, como de verbena de pueblo, no convierte a la capital en un destino competitivo turísticamente en estas fechas comparado con otras ciudades como París, Londres, Nueva York, Medellín (Colombia) o Rovanieni, el pueblo del viejete gordinflón, en Laponia finlandesa, donde entre bosques nevados, ríos de hielo en los que hacer piruetas sobre cuchillas y preciosas auroras boreales, Santa Claus se deja notar, así como el buen gusto por vestir cada esquina de fantasía. Las ciudades que invierten en Navidad, lo recuperan sobradamente con los turistas.

GTRES

Personalmente la Navidad me gusta, cualquier excusa es buena para celebrar o forzar las cenas familiares, las risas detrás del más desacertado de los regalos o la ilusión de los más pequeños de la casa, aunque tengamos que soportar cada año el lacrimógeno anuncio de la Lotería, en el que con un poco de música nos cuelan cualquier cosa, como el año en el que un amargado y supuesto parado no se alegra de la felicidad de los demás hasta que se da cuenta de que le han guardado un décimo y él también ha sido bendecido por la diosa fortuna.

Sin duda, somos muchos los que estamos deseando perdernos estos días tras el estímulo de un café caliente, con los puños encerrados en un jersey de lana, saboreando deliciosos dulces de jengibre, turrones y así vivir de lleno la Navidad, aunque nos vendan una falsa felicidad de tarjetas de crédito y villancicos de amor.

Me asombra cuánto les gusta a algunos hacer el papel de Mr Scrooge, de la maravillosa novela de Charles Dickens, y mostrar constantemente su rechazo a estos encantadores y tradicionales días en los que no debería importar si jamás te toca un mísero euro en el bombo, no eres creyente, las uvas están prohibitivas, eres republicano y no soportas el discurso del Rey, engordas siempre, las expectativas de todo el mundo son muy altas y acaban tristes, odias endeudarte con compras innecesarias o detestas la demagogia y el estrés.

Aunque a algunos les moleste, este año volveré a colgar mi calcetín rojo en la puerta y buscaré, sosteniendo entre mis manos una roja taza de bebida caliente, los villancicos más bonitos en un lugar de película en el que celebrar mucho este año: una nueva Navidad con sonrisas y mi primer año de casada.

¡Por unos días de película!

Avec tout mon amour,

AA

GTRES

* Fotos: GTRES

La mala costumbre de acostumbrarse a lo bueno

adriana2

Acostumbrarse a lo bueno es peligroso, hace que valoremos menos las cosas y éstas pasen a ser corrientes.

Este fin de semana volaba por trabajo a Mallorca y el domingo, mi día libre, moría de ganas por bañarme en el mar. En mitad de un noviembre cargado de nubes, el agua estaba más cristalina que nunca y no había un alma de las que contemplan la isla todo el año. Moviéndonos de calle en calle y de historia en historia, unos amigos que viven allí me llevaron en coche hasta la Playa del Mago, una preciosa cala virgen nudista acuñada así porque en ella se rodó la película The Magician, con Anthony Quinn, Michael Caine y Candice Bergen como protagonistas.

Me sentí como una niña en una cama grande.

Ante la atónita mirada de mis amigos, calientes dentro de su anorak, dirigí mis pies descalzos hasta el agua turquesa -menos fría de lo que cabría esperar en estas fechas-, y con una sonrisa de oreja a oreja me sumergí entera en un mar solo mío en el que dejé atrás mi rímel y el cansancio acumulado de una frenética semana sobre unos tacones que siempre me han parecido excesivos. Una vez dentro, me di cuenta de que lejos de la orilla el mundo desaparece y no importa que llueva a cántaros o no sientas la piel. Me dejé sostener por el mar mirando al cielo, con los brazos en cruz, mientras mi vestido negro se hacía pesado y se pegaba a mi cuerpo, sin contacto con el suelo ni la realidad, más allá del paisaje. Fue entonces cuando cerré los ojos muy fuerte para grabar ese momento en mi mente y recuperarlo cuando tal vez lo necesite, como cuando todavía no sabía pelar una naranja sin ayuda de mis dedos y buscaba encontrar algún juguete perdido bajo el sofá, incapaz de dormir.

Y así me dejé arrastrar varios minutos, como una estatua de mármol, atrapada en la superficie, mojada, fría y atrapándole las manos al tiempo.

De regreso a la orilla, caminando muy lentamente en un desesperado intento por no dejar escapar la sal que me cubría y un adiós silencioso hasta no sé cuándo, pensé en que nos acostumbramos demasiado rápido a lo bello: al mar, a los besos de una misma persona, a la ciudad en la que vivimos y a la que deberíamos descubrir con los ojos de un turista…

A tantas y tantas sensaciones…

Entendí el motivo por el que no hay cuerpos flotando en el mar de otoño y envidié las ganas de esos viejecitos que se agarran a la vida sumergiéndose cada mañana en baños invernales, como si cada minuto fuera el último.

Nos cansamos de lo bueno y es una pena que no aprendamos a valorar lo que tenemos, antes de echarlo de menos… aun cuando cada amanecer disfrutemos de ello. Y aunque no hay nada como hacer las cosas por primera vez, cansarse oxida la vida, una en la que los deseos deberían madrugar más que los lamentos.

adriana

Avec tour mon amour,

AA

Ser papás. Gestación subrogada en España

GTRES

(GTRES)

Cada vez más personas recurren a la gestación subrogada para cumplir su sueño de ser papás, una técnica mediante la cual una mujer gesta es su interior al bebé de otros y que esta semana vuelve a ser actualidad ya que Torito, el colaborador de Telecinco más gamberro, anunciaba esta semana que iba a tener por fin a su pequeño en brazos tras un duro trámite que pasa por despedirse de España, donde esta práctica es alegal, y viajar al extranjero -en este caso a California- para así conocer a su hijo y ”susurrarle al oído que jamás le fallará”.

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Quería ser padre y lo va a ser en muy pocos días. Torito se une así a otros famosos fuera de nuestras fronteras como Ricky Martin, Sofía Vergara, Elton John, Sharon Stone, Nicole Kidman o Sarah Jessica Parker y otros nacionales como Miguel Bosé, Kiko Hernández o Tamara Gorro, a los que les vemos más que felices.

Y pese a que la gestación subrogada desde el principio ha planteado problemas éticos, religiosos, jurídicos y psicológicos, el derecho a ser padres y la inmensa dicha que otorga poder hacer ese deseo realidad para tantísima gente debería ser motivo suficiente para emprender la legalización en nuestro país –siguiendo el ejemplo de Grecia-, de esta manera de convertirse en papás, puesto que actualmente en España el Código Civil establece que “madre” es la que da a luz el bebé.

EEUU, Canadá, Ucrania o Rusia son algunos de los países a los que recurren los futuros papás. Aunque muchos de ellos, que permitían la gestación subrogada a extranjeros, ahora cierran sus fronteras y otros deciden legislar, pero sólo para nacionales.

Este complejo método, no sólo no es apto para todos los bolsillos -ya que pocas veces es altruista-, sino que hay que saber elegir a la mujer que “cocinará” a nuestro pequeño. Y es que la madre gestante es mucho más que una incubadora natural, ella es capaz de modificar el ADN del bebé, aunque no sea suyo. En este sentido, el tabaquismo o los kilos de más pueden afectar al desarrollo de nuestro hijo y tiene que ser complicado no ejercer un control constante sobre la persona que tiene a nuestra criatura desarrollándose dentro.

Y aunque duela no poder disfrutar de la experiencia de cantar canciones al bebé y que reconozca nuestra voz al nacer, sentir sus patadas y crear esos lazos invisibles en los que el pequeño reconoce la tristeza, la ilusión o la alegría cercana, ya habrá tiempo de hacer un nudo marinero cuando el amor llegue de repente al cogerle la mano y con toda la vida por delante para dejarse la piel en que sea el hijo más feliz del mundo.

Así que me sumo a todas esas voces que piden que se legalice en España la gestación subrogada. Hasta entonces me alegro por esos pequeños logros, como que padres y madres por gestación subrogada tengan baja por maternidad.

¡A fecundar y a multiplicarse!

Avec tout mon amour,

AA

La belleza de lo imperfecto

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(Valero Rioja)

Es angustioso buscar siempre la perfección, y sin embargo nos pasamos la vida persiguiéndola, aun a sabiendas de que detrás de ella no hay nada, sólo el vacío y un eco sordo que nos deja fríos y sin motivación.

Pretendemos la excelencia a través de sacrificios, renuncias y exigencias que hacen que perdamos por el camino la belleza de lo imperfecto y lo incompleto, olvidando lo importante que es conservar la inocencia de lo que no se prepara.

En mi trabajo, por ejemplo, a veces tengo la impresión de que está todo tan editado para un resultado impecable, que no hay espacio para la improvisación o para que las cosas se rompan o caigan y así guillotinar la perfección glacial que deshumaniza. De ahí mi pasión por los programas en directo, porque lo maravilloso es casi siempre espontáneo, tiene aristas y está salpicado de errores.

Estoy convencida de que lo más especial de la vida no es perfecto y no puede controlarse, como un castillo de arena que no soporta las impredecibles olas, un beso que llega sin avisar y resulta maravillosamente torpe, un hermoso reloj parado o una taza de cerámica agrietada que cada mañana de invierno calienta el dormitorio helado.

Lo imperfecto es como beber vino en vaso ancho, y vivir ir perdiendo cosas y a personas sin las que jamás creíste poder continuar, un polvo huidizo del que nos arrepentiremos mañana, una palabra intrascendente para otro y que nos rompe, o sentir que haces lo incorrecto sólo porque otros esperaban lo contrario de ti.

Es mejor pensar en la vida así: parte milagro, parte locura. Lo perfecto es fugaz y olvidable; lo imperfecto, esa maleta a medio hacer cargada de dudas y perdones que pone los acentos a una vida y nos hace únicos.

Si nada resulta perfecto, en mis labios y en mi mente aletea un sincero… ¿y qué más da? La luna también tiene imperfecciones y a la gente le sigue fascinando.

luna

Avec tout mon amour,

AA

Mi experiencia en Facebook Live

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La noche del viernes, mi buen amigo Jorge Gallardo me la volvía a liar en una de nuestras pantagruélicas cenas.

Él me ha iniciado en todas las redes sociales que existen -además de en la tele-, tras la negativa inicial de quien se hace la estrecha con todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y desea evitar la sobredosis de intercomunicación, a pesar de vivir desde hace unos años una realidad paralela gran parte del tiempo, como quien sueña mientras camina despierto.

La vez pasada me convenció para hacerme un perfil en Snapchat, abandonado como un juguete sin cabeza desde que existe Instagram Stories; y esta vez le tocaba el turno a Facebook Live.

Así que, pese a la romántica y poco favorecedora luz del lugar y tras asegurarme que no hablaba sola, giré la cámara hacia mi persona y me zambullí en una nueva dimensión de madrugada, al aceptar retransmitir en directo para las personas que me siguen en mi página oficial de Facebook. 

Enseguida una lluvia de corazones, sonrisas y mensajes se agolparon en la pantalla y, para alguien como yo que no ha utilizado jamás Periscope, aquello fue lo más parecido a invitar a sentarse alrededor de mi mesa a miles de personas o a permitir atravesar las celosías del portal de mi casa a muchos de los que se molestan en escribirme tantas y tantas veces cada vez que cuelgo una foto, un vídeo o una noticia y que no siempre reciben respuesta por falta de tiempo.

Facebook Live permite acortar las distancias en un mundo que me gusta pero me asusta, por lo dura que resulta la afirmación de que si vives al margen de los teclados no existes y lo fácil que es construir la farsa de tu vida y entremezclarse de manera impecable con la realidad, hasta confundirnos a nosotros mismos.

Perfiles con frases felices pueden ser los más tristes, una exagerada tirada de fotos de comida sana puede estar detrás del esfuerzo por gobernar una inusual pasión por la comida basura e individuos con un constante apego al lujo estar más tiesos que la mojama.

En mi caso, prefiero entender la vida como una sucesión de cosas buenas y malas, así cuando las últimas llaman a mi puerta no me siento frustrada, lo contrario sería agotador. Y, pese a la poca verdad que hay detrás de Internet, hay mucho que rescatar de genuino que hace que no salga una mañana corriendo con lo puesto.

Ojalá pueda mostraros muchos días mi vida de la manera más auténtica e imperfecta que me sea posible.

¡No faltéis a nuestra cita hoy lunes con Hazte un Selfi, a las 16 horas en Cuatro! ¡Y a las 20 horas en Pasapalabra, celebrando Halloween!

Prometo hacer un Facebook Live al mediodía, para que veáis cómo es la trastienda de este loco programa nuestro, sin ser molestados.

dasda

Avec tout mon amour,

AA

Cómo conseguir un pelo rizado con mucho rollo

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Atrás quedaron las planchas de la ropa para estirar el pelo, las togas y demás maniobras para llevarle la contraria a lo que la genética y el mal tiempo depara a nuestro cabello. Y el motivo no es otro que la nueva tendencia en peinados a la que, por supuesto, no he tardado en resistirme: la de los rizos con flequillo y pelo corto.

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Y como si de un perro de aguas me tratara, así presenté el miércoles Hazte un Selfi, en Cuatro, gracias a mi saladísima peluquera Toñi y ante la atónita mirada del resto de compañeros, que me tiraban del pelo creyendo que llevaba peluca. Un pelo que jamás pensé que llevaría en mi sano juicio, porque dependiendo de cómo lo combines puedes parecer Harpo Marx, Ofelia (la secretaria de Mortadelo y Filemón) o la más moderna del barrio.

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¿Y cómo conseguir el original look de manera sencilla? Os lo chivo.

Una vez os hayáis lavado el pelo con un champú voluminizador, dividid el pelo en cuatro secciones y, con una tenacilla pequeña, escoged pequeños mechones de cabello y dadles forma hasta completar toda la cabeza. Os llevará un rato. Quizá os tengan que ayudar por detrás para no quemaros y acabar en la unidad de cuidados intensivos, aunque para las más solitarias otra opción es hacerse con unos guantes térmicos protectores y así evitar ampollas indeseadas.

Fumigaos con laca cerca de una ventana. Y muy atentas, porque en esta fase empieza a cundir el pánico y el espejo nos devolverá la imagen de un rizo típico de Barbados y que sólo favorece a las mulatas bautizadas con el nombre de Rihanna o a las protagonistas de las carátulas de los discos de música negra.

Mantened la calma, abalanzaos hacia el cajón donde guardáis los peines y escoged uno de esos con los que vuestras madres y abuelas trataban de hacer la raya a la primera en nuestras cabezas escolares con olor a champús de camomila (aunque tuvieseis el pelo color carbón).

Es el momento de deshacer el rizo y crear un peinado rebelde que no se parezca a la permanente convencional de una peluquería en la que hacen crochet las abuelas con el cabello a tope de Plis gris y destaque por su volumen y densidad. Coged varios mechones a la vez y cardadlos hasta que sean aspirantes a espigas de campo; poco a poco iréis comprobando como los rizos afro aparecen por arte de magia y os dan carácter y altura.

¿Qué os parece esta atrevida y divertida tendencia apta sólo para cabezas MUY seguras de sí mismas?

¿A qué esperáis para probarlo y exhibir con orgullo unos locos rizos?

No olvidéis que vuestro estilo puede llegar hasta donde llegue vuestra imaginación.

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Avec tout mon amour,

AA

Desayuno con bombillas y ranas en el cielo

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La geografía española anuncia, con un escenario pluvial y un encapotadísimo cielo, la proximidad de la Noche de los muertos y eso acojona. Madrid no está preparada para recoger el torrente de agua que lame las calles y las alcantarillas están selladas con tierra, como cuando se nos atasca el lavabo de casa con pelos y probamos a drenar con bebida de cola.

Yo no sé vosotros, pero es subir las persianas por la mañana deseando ser cegada por el nuevo sol, con los ojos achinados de Richard Gere -dos puñaladas en salsa de tomate- y venirme abajo cuando he de desayunar con luz de bombilla.

Y mientras mareo la leche con una cucharilla, me engulle la imagen en la cabeza de hormigas en cordones que hacen rafting por la ciudad y sortean las suelas mojadas, o la de esas plumas de paloma sin el abrigo de un secador. No creáis que me he vuelto loca, pues ya lo estaba, pero en los días grises a veces me da por pensar en cosas que habitualmente me pasan desapercibidas. Y a los que siempre buscan la puntilla de la mercería o de los calamares rebozados, deciros que sí, que hay cosas más importantes, pero hoy mi post no va de eso, así que os mando un beso.

Y, como casi siempre que diluvia, busco ranas en el cielo y pienso en el sorprendente impulso que dan las ancas, para llegar tan arriba. También en el motivo por el cual sólo suben ellas y nadie más, como si estuvieran en posesión de un pase para VIPS que nos ha sido negado al resto de los mortales.

Por cierto, ¿sabíais que en Holanda han creado una cerveza hecha con lluvia, que las gotas de ésta no tienen forma de lágrima o que puede dar urticaria?

Tampoco entiendo por qué en los días de lluvia la gente camina con paraguas por donde no llueve, o las abuelas se apropian de la calle y se dedican a sacar los ojos de los incautos, en posesión de este arma, como si de una banda callejera se tratara.

Estos días los chubascos -mucho menos románticos que el rocío, esa lluvia en embrión que aparece por las mañanas y cala hasta los huesos-, me hacen regresar a esos días que con un par de truenos se iba la luz y la tele y con tropiezos alcanzabas el cajón de las cerillas y las velas para no andar a tientas.

Cuánto ha cambiado todo. Ahora sólo busco Hacerme Selfis bajo la lluvia.

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Avec tout mon amour,

AA